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Macri logra apoyos para el acuerdo definitivo con los fondos buitres

1459360033_511354_1459364201_noticia_normal_recorte1 a oposición queda rota en el Senado con los fieles a la expresidenta muy debilitados

Hace unos meses parecía imposible, pero la política argentina ha demostrado una vez más su enorme volatilidad y un principio inamovible: el que tiene la presidencia y por tanto el dinero casi siempre gana. Mauricio Macri, en minoría clara en Diputados pero sobre todo en el Senado, logrará aprobar con comodidad en esta última cámara, y por tanto definitivamente, la primera ley importante de su mandato, el acuerdo con los fondos buitre que le permitirá endeudarse en 12.500 millones de euros para pagarles. Es el mayor endeudamiento de golpe de un país desde 1996. Macri hizo una auténtica exhibición de poder y mostró la profunda debilidad del kirchnerismo, que ha pasado de tener todo el poder durante 12 años a una minoría dentro del bloque de senadores de la oposición.

Hasta la escenificación en el Senado mostraba esa debilidad del kirchnerismo. Los senadores peronistas que han decidido apoyar a Macri, impulsados por los gobernadores que necesitan este acuerdo para poder endeudarse, estaban en el centro del hemiciclo, ocupando la mayoría del espacio, mientras en un lateral, la senadora María Ester Labado, de Santa Cruz, la provincia de los Kirchner, mantenía la llama de la oposición. Ni siquiera había manifestantes a la puerta, como sucedió cuando se discutió por primera vez la ley en Diputados, la Cámara baja argentina. La sensación de derrota del kirchnerismo está ya instalada entre los propios fieles de la expresidenta, que sigue en silencio, retirada en su mansión de El Calafate, al lado del glaciar Perito Moreno.

Su reaparición puede ser especialmente dramática porque está citada a declarar como imputada el 13 de abril. Si no acude, será detenida. Todo parece propio de un fin de ciclo acelerado que deja a los kirchneristas descolocados y hace que muchos que fueron fieles al proyecto tomen distancia.

Macri espera contar con dos tercios del Senado después de al menos 12 horas de debate, lo que sería una gran victoria dado que en esta Cámara cuenta solo con 17 senadores de 72. La clave está en la guerra dentro del peronismo. Tanto la senadora Labado, fiel a la expresidenta, como el senador Rodolfo Urtubey, uno de los líderes de los pactistas, apelaron a la memoria de Néstor Kirchner para defender posiciones opuestas, el no y el sí. “Estamos siendo extorsionados por un juez de Nueva York. Néstor Kirchner dijo “no se puede pagar deuda a costa del hambre y la exclusión de los argentinos”, clamó la senadora ultrakirchnerista. Néstor Kirchner decía que los muertos no pagan. En 2003 no podíamos pagar. Pero Argentina en 2016 sí puede pagar porque no está muerta gracias al desendeudamiento que hicimos. Nosotros somos mayoría, podemos apelar a ella si el endeudamiento se hace excesivo. Podemos condicionar al Gobierno”, le contestó Urtubey.

Mientras, en la bancada de los fieles a Macri contemplaban el espectáculo de la guerra dentro del peronismo con la satisfacción de saber que esa batalla les permite seguir adelante con una imprevista comodidad allá donde se supone que más problemas iban a tener.

Macri, que tiene una situación económica complicada, con una inflación disparada mientras aprueba nuevas subidas de tarifas –luz, agua, gas, transporte- que son muy polémicas, viaja a Washington a finales de esta semana para participar en la cumbre de Seguridad Nuclear y allí exhibirá ante Barack Obama y otros presidentes con los que se verá –de momento está confirmado el chino, el canadiense, el coreano, el indio y el neozelandés- el acuerdo que devuelve a Argentina al mercado financiero internacional y la convierte en una plaza apetecible para los grandes bancos e inversores.

 

MENEM VUELVE AL SENADO PARA APOYAR A MACRI

FEDERICO RIVAS MOLINA

El Senado argentino no es Diputados y eso ha quedado claro ayer. El debate por la ley de pago a los fondos buitres no tuvo el color de la primera discusión en la Cámara Baja, el 16 de marzo. Los 72 senadores apenas se interrumpen y mantienen las formas. No por casualidad muchos de ellos son ex gobernadores y hasta ex presidentes, como Carlos Menem (1989-1999). A sus 85 años, el ex mandatario se presentó para apoyar la ley presentada por el gobierno de Mauricio Macri, pero no pidió la palabra. Su presencia no pasó desapercibida en el recinto, sobre todo porque su delicado estado de salud suele alejarlo de los debates. El senador por el Frente para la Victoria (FpV) Rodolfo Uturbey incluso le dirigió algunas palabras, aunque sin nombrarlo, cuando criticó el «endeudamiento irreponsable de los 90», cuando Menem era presidente. El ex mandatario se encontraba a escasos metros pero apenas atendió la indirecta. Se encontraba ocupado con una charla en voz baja que había iniciado con una mujer 40 años más joven y que ya le había dedicado un efusivo saludo.

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