Macron contra Le Pen, sociedad abierta contra búnker ultranacionalista
Francia deberá elegir, en la segunda y decisiva vuelta de la elección presidencial, el próximo 24 de abril, entre dos modelos de sociedad enfrentados
Francia deberá elegir, en la segunda y decisiva vuelta de la elección presidencial, el próximo 24 de abril, entre dos modelos de sociedad enfrentados: la sociedad abierta a Europa y la mundialización regulada que defiende Emmanuel Macron, y el búnker ultranacionalista, hostil a Europa, proponiendo la construcción de fronteras culturales, sociales, diplomáticas, jurídicas, institucionales y económicas, que defiende Marine Le Pen. En escorzo, esos proyectos también tienen visiones enfrentadas sobre la guerra en Ucrania.
Aliado fiel de Washington y la Unión Europea, Macron defiende una Francia activa y solidaria con Ucrania, la UE y la OTAN. Le Pen defiende una Francia «nacional» que «no debe someterse al imperialismo de los EE.UU.». Posición que hace el juego a Vladimir Putin.
Para ganar en el duelo final, los dos grandes rivales deben volver a conquistar a todos los electores que los apoyaron en la primera vuelta, esperando ganarse a los electores de otras sensibilidades dispuestos a apoyar su proyecto final.
La campaña de Macron, durante los próximos quince días será un arco iris de proposiciones llamadas a intentar ganar los votos de todos los electores moderados de todas las familias políticas e independientes. Macron ha prometido crear un nuevo «espacio político» en el que tendrán cabida conservadores tradicionales, conservadores moderados, centristas, liberales reformistas, socialdemócratas.
En su día, Macron avanzó un proyecto político destinado a conquistar esa sociedad francesa abierta a Europa y la mundialización regulada: «Invertir 50.000 millones de euros anuales, durante un quinquenio, en la independencia y soberanía nacional, bajar los impuestos a las familias y las empresas en 15.000 millones de euros, y consolidar la unidad nacional trabajando más y reforzando la solidaridad«.
Programa de Macron
Tras esa matriz, el programa de Macron es una variante francesa (intervencionista) del liberalismo económico anglosajón y se dirige a muy distintos electorados con promesas de «inversiones masivas« en estos sectores:
-Defensa, industria, energía. Francia es el tercer exportador mundial de armas; y el primer exportador de centrales nucleares. Apoyando esas industrias estratégicas, el presidente saliente espera crear empleo y riqueza, confiando buena parte del consumo energético en la energía nuclear, creando nuevas centrales.
-Agricultura. En Francia se suicida un agricultor cada tres días. Macron promete apoyar con subvenciones nacionales y europeas otro sector estratégico, con una base electoral muy conservadora.
-Cultura e información. Macron dijo, en su día, que la lengua francesa es la columna vertebral de la nación. Prometiendo ayudas e inversiones para el cine, apoyando la expansión internacional de la cultura francesa (libros, arte, música, arquitectura, etcétera), el presidente cuida y acaricia a un electorado que en otro tiempo tenía tentaciones izquierdistas, para transformarse, hoy, en electorado «radical chic».
En el proyecto de Macron, esa defensa a ultranza de la soberanía nacional se apoya en una defensa compartida de la soberanía europea: «Francia es fuerte en una Europa fuerte».
Programa de Le Pen
Marine Le Pen, por su parte, está en los antípodas de esos proyectos, defendiendo posiciones ultranacionalistas y antieuropeas en todos los terrenos de la vida social, cultural, económica y europea.
En el programa de la candidata de ultraderecha, la «preferencia nacional» debe prevalecer sobre el mercado interior europeo. Proyecto temible para las importaciones y exportaciones, con un costo social y económico en una sociedad abierta. Marine Le Pen desea reducir la aportación francesa al presupuesto común de la UE. Proyecto que podría amenazar las subvenciones francesas a la agricultura nacional.
La candidata de extrema derecha desea replantear las relaciones de Francia con Alemania. Proyecto que podría crear turbulencias en los proyectos económicos comunes (Airbus) y crear tensiones inflamables para el funcionamiento mismo de la Unión Europea (UE). La candidata de extrema derecha promete subir el salario mínimo y proteger sectores en crisis recurriendo al déficit y la deuda pública, que han alcanzado cotas alarmantes.
Tendencias
Los resultados de la primera vuelta confirman la tendencia de todas las estimaciones. Macron puede ganar a Le Pen la segunda con un resultado final muy justo: 51 contra 49. Pronóstico muy ambiguo, cuando los sondeos de opinión tienen un margen de error del 1 o el 2%. El presidente saliente y la candidata de extrema derecha tienen quince días para intentar convencer a los indecisos de todos los bandos.
Previsiblemente, Macron volverá a denunciar las «mentiras» y «catástrofes» del proyecto de su rival. Le Pen, por su parte, volverá a denunciar el «inmovilismo» y la «sumisión» de su rival a la «tiranía de la burocracia apátrida» de la UE, presentada como una amenaza para la libertad de Francia. El voto final será decisivo para Francia y muy importante para Europa.