¿Maduro abandonó?
En nuestro país, pareciera que lo que le queda al gobierno son los esqueletos de la hegemonía comunicacional. Un amplio espectro de plataformas de comunicación en casi todos los formatos y la inmensa necesidad del pueblo por información. Es decir lo que le queda al entorno que gobierna es la desinformación. Chismes, chistes y rumores.
Le dieron la operación del estado a los militares. A Padrino para ser más exactos. Once gobernaciones, más de la mitad de los ministerios, miles de militares activos y manejando el Estado. ¿Recuerdan a Nicolás diciendo «Es momento de regresar a sus Fuerzas para traer más unión y para reforzar la Fuerza Armada y que queden en la administración pública los estrictamente necesarios para cargos claves», después de la pela del 6 de diciembre? Y no sólo siguen sino que ahora mandan en todo.
El poder militar en Venezuela maneja el estado, además de la distribución de divisas y la minería incluyendo la petrolera, tienen la represión, los puertos y el país. Hasta el tipo que entregó al Jefe de la bancada de la Unidad (Julio Borges) a las turbas que le fracturaron la cara a tubazos lo ascendieron a general de división.
Al ver fuera de Venezuela a la «revolución», nada le queda, Rusia y China parecen no estar con quienes ocupan Miraflores. El jefe de la bancada de oposición, jefe del partido más grande del país, el tubeado, y uno de los motores del Referendum Revocatorio, es llevado a China en visita oficial. Y Rusia empieza a compartir información privilegiada con sus mejores enemigos (EEUU), sobre los herederos del difunto. Casi que Nicolás es un maletín entregado en un «Point Charlie», en un arreglo menor entre potencias.
Brasil ya no está con él, Argentina ni cuenta. Los colombianos están empezando a diseñar una estrategia común de ex presidentes, y eso incluye a Samper; imaginen al gobierno cubano sacándole la silla a Nicolás y anunciándolo en una foto de una visita del embajador Shannon y algún príncipe de la iglesia.
Del esplendor de socialismo del siglo XXI sólo quedan ojos y caras por las calles, fotos y sonrisas de otros tiempos, que la desgracia ha vuelto sepia en apenas 3 años.
El dilema es cómo terminar de irse. ¿Entregar a Padrino, a quien hasta el apellido hoy le luce? ¿Procurar un arrebato de los centauros? ¿O morir con las botas puestas y poner en manos del pueblo el destino de todos?
Nicolás debe permitir que ocurra el revocatorio, aun cuando aparezca diciendo que no, por órdenes de sus nuevos jefes. Sacará el 20%, que es bastante, tendrá en la Asamblea la primera minoría y tendrá credenciales para ser oposición, en democracia. Y se despegaría del acoso militar. Claro en tres meses el poder de Padrino será inútil cuando no resuelva la tragedia alimentaria que solo se resolverá con un cambio de modelo y mucho trabajo.
No va a ser fácil y ¿Qué ha sido fácil en Venezuela después del 4F de 1992?
El Referendo Revocatorio ya es la mejor opción de Nicolás, aunque la niegue… y también de Cilia. Y ¿Los militares?, a ellos les tocará salvarse aparte, son autores principales de esta tragedia. #RevocatorioYa