Maduro ordena arrestar al General Cliver Alcalá y ex gobernador Porras
MIGUEL GUTIERREZ EFE
Maduro ordena arrestos en medio de crisis de desconfianza; militares se resisten a cumplir la orden. El gobernante venezolano aparta a ministro de Defensa de las operaciones de represión. Tarek El Aissami se convierte en el nuevo rostro de la represión en Venezuela
En una decisión que acentúa las pugnas internas del chavismo, el gobernante venezolano Nicolás Maduro ordenó el arresto del mayor general Cliver Alcalá y del ex gobernador del estado Mérida Florencio Porras, dos hombres clave del ala militar que acusaron públicamente al régimen de abandonar el legado del fallecido Hugo Chávez, dijeron fuentes cercanas a la situación.
La orden, que acentúa el enfrentamiento entre el segmento militar y el sector marxista, se produce en momentos en que el gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami, lucha por arrebatarle el control de la Guardia Nacional al ministro de Defensa Vladimir Padrino López, quien ya no parece contar con la total confianza de Maduro.
El Aissami, uno de los principales jefes del ala marxista, que es investigado en Estados Unidos por su presunta participación en el narcotráfico y por sus vínculos con organizaciones terroristas de Oriente Medio, actualmente ejerce control sobre los mismos grupos paramilitares que el jueves agredieron a diputados de la oposición, dijeron las fuentes a el Nuevo Herald.
Agregaron que El Aissami también controla actualmente las operaciones de represión de la Guardia Nacional a través de la influencia que ejerce sobre el Comandante General de ese estamento militar, el general Néstor Reverol, quien a su vez enfrenta una acusación formal en Estados Unidos por presunto narcotráfico.
“El narcomilitarismo es el que ahora está a cargo de la brutal represión de Venezuela”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
“Esta es la gente que está dispuesta a hacerlo todo para preservar a Maduro en el poder porque no pueden darse el lujo de que el gobierno se caiga, porque son los que no tendrían mañana si eso sucede”, agregó la fuente, que mantiene fluido contacto con las Fuerzas Armadas.
Según las fuentes consultadas, El Aissami junto con Maduro fueron los que decidieron ordenar los arrestos de Alcalá y Porras, pero el cumplimiento de la orden estaba siendo resistido dentro del ejército.
“La gente del ejército que recibió la orden no quiso aplicar la medida. Dijeron que la única manera era que el ministro [de Defensa] se responsabilizara, pero el ministro tampoco quiere dar la orden. Hay un problema interno muy fuerte dentro del Ejército”, explicó otra de las fuentes consultadas.
Alcalá y Porras habían sacudido recientemente los cimientos del régimen bolivariano al declarar por separado que Maduro había traicionado al movimiento político creado por Chávez.
En sus declaraciones Alcalá dijo que estaba tan descontento con la situación del país que votaría contra Maduro en un referendo revocatorio.
“Por supuesto que estoy descontento con la situación de hoy y tiene que haber un referendo revocatorio, porque a veces los líderes se equivocan, pero los que no se equivocan son los ciudadanos. Yo votaría por el revocatorio contra Maduro y realmente da tristeza ver tantos atropellos contra la gente […] dejen que la gente se exprese”, afirmó en una entrevista de televisión.
Porras, por su parte, fue mucho más duro, acusando a Maduro y al ex presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de traicionar al movimiento que nació en Venezuela con la insurrección militar emprendida por Chávez el 4 de febrero de 1992.
La Economía de Venezuela es insostenible, los saqueos se tornarán inmanejables. Maduro y sus secuaces están obnubilados por el «poder», son incapaces de analizar la realidad y sus consecuencias. Los militares venezolanos se pasaron de dóciles al aceptar que su País sea gobernado por un extranjero. La MUD está perdiendo el control sobre la población y lo que se avecina son amargos episodios de violencia producto de la ausencia de un verdadero diálogo. La Constitución de Venezuela establece el referendo revocatorio y no se la puede considerar como letra muerta. La impasibilidad de los Gobiernos de América y el Caribe contribuye al endurecimiento del régimen venezolano y a la conculcación de las libertades ciudadanas.