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Maduro sube el precio de la gasolina, aumenta el salario mínimo y devalúa el bolívar para tratar de atajar la crisis

14557434012391La gasolina de 95 octanos en el país aumenta su valor más de un 6.000%, mientas que la de 91 octanos se incrementará un 1.282%

«Pido el máximo apoyo de nuestro pueblo. O lo hacemos nosotros o lo hacemos nosotros». Acogotado por la voraz crisis económica y social que devora a la revolución bolivariana, y con todos los dedos apuntándole, Nicolás Maduro anunció este miércoles la subida de la gasolina, el aumento del salario mínimo, la devaluación del bolívar oficial y la renovación del corrompido sistema distributivo de alimentos para reactivar un modelo enfermo de realidad.

El sueldo mínimo aumentará un 20% y el bono de alimentación un 2,5%. El mandatario informó que el salario básico de los venezolanos que se situaba en 9.649 bolívares (1.531,5 dólares a la tasa de cambio oficial más baja o 48,2 a la más alta) pasará a 11.578 bolívares (1.837,7 o 57,8 dólares según la tasa). Por su parte, el bono de alimentación aumentará de 6.750 bolívares (1.071,4 o 33,7 dólares según la tasa) a 13.275 bolívares (2.107,1 o 66,3 dólares según la tasa).

Cuatro horas de preámbulos y justificaciones dieron paso a una nueva huida hacia delante. «Esta lucha es hasta perder y entregar la propia vida», enfatizó en tono apocalíptico. La medida estrella, esperada durante 20 años, fue la subida del precio de la gasolina más barata del planeta. «Hoy por hoy el costo de la gasolina es casi nada, (ahora) vamos a cobrarla porque estábamos pagando por echarla», anunció el presidente. Entre aplausos de ministros, gobernadores y amigos, Maduro utilizó su famoso «¡aprobado!» para imponer nuevos precios: 1 bolívar por litro para el combustible de 91 octanos y 6 bolívares para la de 95.

Pese a tratarse de una subida sideral de más del 1.000% y 6.000%, respectivamente, el precio todavía sigue siendo el más barato del mundo: un café cuesta más de 100 bolívares. El llamado contrabando de extracción, una de las causas que provocó el cierre de la frontera con Colombia, seguirá siendo un negocio millonario.

«Nos ahorraríamos 800 millones para el desarrollo económico», subrayó satisfecho el presidente, como quitándose un peso de encima. La subida de la gasolina provocó en 1989 el histórico levantamiento popular conocido como El Caracazo, con cientos de muertos, y desde entonces forma parte del imaginario colectivo. Además, la oposición reprocha y denuncia los «regalos» de millones de barriles de petróleo para Cuba y otros aliados.

«Estado de misiones sociales es innegociable frente a la emergencia económica: nuevo esquema del precio de la gasolina ayudará a sostenerlo», consideró Alfredo Serrano, asesor español, cercano a Podemos, que volvió a ser citado por el presidente.

No piensa igual la ong de derechos humanos Provea, que bautizó las medidas como «paquete antipopular», por sus efectos a corto y mediano plazo, pese a los aumentos salariales también anunciados y distintas medidas de protección, canibalizadas por la inflación.

La segunda medida del maratón presidencial, en cadena obligatoria de radio y televisión de más de cinco horas, es un nuevo sistema de divisas, «con la simplificación en dos bandas«. En la primera, el bolívar protegido u oficial pasa de 6,30 a 10 por un dólar, lo que supone una devaluación del 59%. La novedad es que es variable, por lo que se irá ajustando al alza. La segunda, conocida como Sistema Marginal de Divisas, partirá de su precio actual, 200 bolívares por billete verde americano y seguirá siendo flotante. El dólar paralelo se cotizaba ayer a más de mil bolívares.

«Qué difícil es explicar algo que uno no entiende», ironizó Jorge Roig, ex presidente de la patronal empresarial. La reforma fue acogida con escepticismo: más de lo mismo tras años de fracasos.

Maduro necesitó un acto de contrición para su tercer gran anuncio: la reestructuración total de la cadena pública de alimentación. «Nuestro sistema fue penetrado por la corrupción», destacó, y propuso la creación de una sola megacorporación.

«El problema de ineficiencia y corrupción es intrínseca e inevitable, como lo ha sido en todo el mundo», confrontó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.

El jefe del Ejecutivo se escudó en la teoría de la conspiración para explicar el porqué de la crisis. Una coalición fantasmal formada por capitalismo, Imperio y otros enemigos del bloqueo financiero internacional que cerca al país. Una especie de embargo, como el que sufre Cuba desde hace medio siglo, pero jamás declarado. «Hemos pagado 27.000 millones de dólares en 16 meses», confesó.

Venezuela atraviesa una voraz crisis económica que han transformado a su economía en la peor del planeta. El país sudamericano lidera el ranking de la inflación, con una subida de los precios en 2015 de entre 141% (oficial) y 250% (fuentes del Banco Central de Venezuela) y una estimación para este año de 750%, según el FMI.

 
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