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Marcelino Miyares: Una Bitácora cubana (XLI)

 

1) Lamentablemente, debemos comenzar esta nueva Bitácora reseñando lo que se ha vuelto una marca identificatoria de la tiranía castrista desde el día uno de su llegada: las violaciones a los derechos humanos. Ya hemos dicho que con la llegada de Díaz Canel ellas no solo no han disminuido, sino incluso se han incrementado.

Según nota de prensa de la ONG Cuban Prisoners Defenders (el 1 de abril) el número de presos políticos ha ascendido a 142, luego de que hace quince días era de 138; ha ascendido el número de condenados por conciencia.

Para Cuban Prisoners Defenders los factores que impulsan este incremento son en primer lugar el que la difusión –especialmente dentro de Cuba- y entre gobiernos, instituciones y organizaciones internacionales de esta información ha permitido la aparición de casos que previamente no salían a la luz, como en los casos de Josiel Guía Piloto y Jesús Alfredo Pérez Rivas, presidente y activista, respectivamente, del Partido Republicano de Cuba. Y es que el activismo político en Cuba es castigado, en promedio, con cuatro años de cárcel.

Asimismo, otra razón es que no hay justicia en Cuba, y en el mejor de los casos, es sencillamente negligente, parcial, arbitraria y motivada no por razones jurídicas sino políticas.

Deben destacarse, porque parecen sacados de una novela de ciencia-ficción, los convictos por las disposiciones legales de las Leyes de Peligrosidad Social, especialmente en los artículos 72 al 84 del Código Penal, que permiten a cualquier jefe de sector de la policía enviar caprichosamente a prisión, hasta por cuatro años, a alguien que no ha cometido ningún delito.

Esto viene ocurriendo desde hace mucho tiempo. Según nota de Rolando Cartaya en Radio Martí del 1 de mayo de 2013, el abogado independiente Juan Carlos González Leyva ha expuesto la arbitrariedad que implica esta ley desde el punto de vista jurídico:

“la Peligrosidad Pre Delictiva, se emplea contra personas consideradas proclives a cometer delito”.

“En estos casos se conoce que el acusado no ha cometido delito, pero se le encarcela para evitar que lo cometa.
Es una monstruosidad jurídica y va contra el Ítem Crimen: El derecho penal enseña que el delito comienza con la Ideación (se piensa), siguen la Deliberación y la Resolución de cometerlo. Nada jurídicamente condenable, incluso la Preparación del delito no está penada, sólo si se pasa a la Ejecución”.

Sin embargo, “son juicios sumarísimos, sin garantías procesales. El acusado está indefenso frente al tribunal. El jefe de sector prepara el expediente, lo cita, lo acomoda todo y el tribunal acepta. Da un poder casi absoluto al jefe de sector de la policía”.

  

2) La llegada de nuevos tiempos “especiales”, de grave crisis, flota como hecho inminente sobre la Isla, y el régimen lo sabe, buscando prevenir protestas sociales, así como nuevos éxodos masivos. Según nota de prensa en el diario español ABC, firmada por Jorge Enrique Rodríguez, “Cuba blinda el este de la isla para evitar un éxodo masivo a través de Guantánamo”. Al parecer hay claras señales de que los ciudadanos buscan salir de la isla por ese punto.

 

El sábado 23 de febrero, justo un día antes del referendo popular para las reformas constitucionales implantadas por el Partido Comunista (PCC), la provincia de Guantánamo amanecía militarizada por elementos conjuntos de las Fuerzas Armadas (FAR) y el Ministerio del Interior (Minint). (…)

Las causas de la militarización se debieron a rumores de que el Gobierno de los Estados Unidos permitiría el acceso a la Base Naval norteamericana de Guantánamo, situada justo al lado de Caimanera, a todos los ciudadanos cubanos que quisieran emigrar.

Ángel Miguel, seudónimo de un vecino de esta localidad que por temor a represalias pidió no ser identificado con su nombre real, confirmó que la oleada de jóvenes procedentes de distintos territorios del país para intentar acceder a la provincia no se ha detenido. «Todos los días Caimanera amanece con noticias de personas arrestadas intentado burlar el cerco militar para llegar hasta la Base Naval, y también continúa la restricción de acceso a toda la provincia para aquellos que no sean residentes», aseguró Ángel Miguel, quien además confirmó que había sido contactado por al menos tres periodistas independientes que tenían intención de llegar hasta el territorio con el propósito de cubrir la noticia in situ. (…)

Resulta sumamente llamativo que el régimen cubano, un mes después de militarizar la zona de Caimanera y extender el bloqueo a toda la provincia de Guantánamo, no haya desmentido los rumores atribuidos a los anuncios de una emisora extranjera. Para un régimen que a lo largo de seis décadas se ha caracterizado, en su agenda y retórica políticas, por acusar a Washington de estimular la emigración cubana, ha decidido guardar silencio sobre un inminente éxodo masivo en perjuicio de los ciudadanos de la isla.

Con este elocuente silencio, «el Gobierno cubano, además de intentar negar la ocurrencia de un éxodo masivo, pretende ocultar los hechos tras un rejuego con el Código Penal», señaló Martha Amelia, abogada guantanamera que accedió a ofrecer testimonio bajo seudónimo.

Esta abogada, vecina de otra zona fuertemente militarizada en la provincia, Hatibonico, refirió que «la mayoría de los ciudadanos que han sido arrestados –jóvenes en su totalidad– están siendo juzgados por penetrar en zonas militares y no por intento de salida ilegal del país».

Tal es el caso de los catorce jóvenes que actualmente permanecen en prisión preventiva en un establecimiento penitenciario en Guantánamo, acusados de «violar el perímetro de seguridad» y de «desobediencia». (…)

El Código Penal cubano sanciona la «salida ilegal del territorio nacional», en sus artículos 216 y 217, con penas de hasta tres años de cárcel para aquel que, «sin cumplir las formalidades legales, salga o realice actos tendentes a salir del territorio nacional», y de hasta cinco años para el que «organice, promueva o incite la salida ilegal de personas del territorio nacional».

 

Merece mención también el que, ante la flexibilización de los trámites de entrega de visados en la isla a ciudadanos cubanos por parte del gobierno de Nicaragua, cientos de cubanos de todo el país se han movilizado hacia la embajada de la nación centroamericana, con el propósito de conseguir el visado para abandonar la Isla.

Mientras, para Miriam Celaya, en 14ymedio, “hay señales de una crisis silenciada”. Veamos un resumen de su nota:

 

Una nueva e inequívoca señal de los difíciles tiempos que corren en Cuba acaba de llegar con la noticia de la reducción de las ediciones impresas de varias publicaciones oficiales.

A primera vista, la noticia podría parecer el menor de los problemas en un país cuya población tiene como máxima prioridad del día a día encontrar y adquirir los alimentos que debe llevar a la mesa. En el transcurso del último año los cubanos han estado asistiendo gradual pero inexorablemente a un incremento de las carencias de productos alimenticios básicos -como el aceite, la harina de trigo, el pan, los huevos, el pollo, la carne de cerdo, entre otros- , lo que, unido al aumento del costo de los productos del agro y al desabastecimiento crónico de los mercados recaudadores de divisas, agita en la memoria colectiva el fantasma insepulto de la crisis económica de los años 90.  

Sin embargo, la drástica contracción de la prensa oficial en el escenario actual cubano es un indicador de la mayor relevancia, teniendo en cuenta que siempre ha sido una herramienta ideológica irrenunciable y de capital importancia para el poder político que la ha utilizado tanto para el adoctrinamiento-adormecimiento de las masas como para el control y manipulación de la información. A contrapelo de la penetración de otras fuentes y del relativamente mayor acceso a Internet y a las redes sociales que se ha estado produciendo en tiempos recientes, todavía una gran parte de los cubanos de la Isla asumen la prensa gubernamental como fuente prioritaria -o única- de información.

Tan significativa ha sido la prensa como instrumento estratégico en manos del poder que no se podría explicar al margen de ella el enorme control mantenido por la pequeña élite castrista sobre toda la sociedad a los largo de 60 años. Así pues, esta dramática reducción que ahora se anuncia supone una pérdida de espacios estratégicos para el poder y, por tanto, sugiere una falta de liquidez creciente y un panorama económico mucho más complicado que el que las autoridades están dispuestas a reconocer.

No obstante, existen antecedentes de esto, y se enmarcan precisamente en el período de la crisis de los años 90’, cuando también se redujeron las ediciones de la prensa oficial. En aquel escenario, el ahora extinto fundador del castrismo no solo mantuvo sin menoscabo su poder político, sino que tuvo la osadía de anunciar el descalabro económico”.

 

¿Cuál es, para Miriam, una importante diferencia de aquellos tiempos con los actuales?

 

“…A diferencia de hoy, en los años 90 existía la percepción de que había alguien al mando. No había un Gobierno democrático -todo lo contrario- pero más allá de las simpatías o antipatías por el representante máximo del poder persistía la sensación de que existía una estructura, cierto orden de autoridad, aunque, obviamente, se tratara de una autoridad que se basaba más en su poder simbólico y en su capacidad represiva que en alguna legitimidad real.

En la actualidad Cuba está sumiéndose en una crisis quizás tan profunda como la de 30 años atrás, pero con la agravante de que hoy existe un gran vacío de autoridad. El actual presidente no solo carece de legitimidad al no haber sido electo por el voto popular en las urnas, sino que tampoco heredó el poder simbólico de la llamada “generación histórica”.

Pero ahí no terminan las diferencias entre ambas crisis. No es posible soslayar que los cubanos de hoy no son exactamente un pueblo ingobernable, sino más bien largamente “ingobernado”. La clase del poder lo sabe, lo cual quizás explique la reciente llegada a la Isla de un inusual y “generoso” donativo desde Rusia: una partida de camiones, no para transportar alimentos del campo a los mercados ni para paliar la eterna crisis del transporte público, sino -ni más ni menos- para el traslado de prisioneros. No podría haber obsequio más sospechoso en medio un panorama interno y externo tan complejo.

De manera que ya podemos intuir que, si bien los actuales representantes de los despojos del castrismo no tienen un plan de contingencia ante la inminente crisis, sí parecen estar profundamente preocupados por la respuesta social que puedan tener los cubanos a medida que aumenten las carencias y se deterioren las condiciones de vida.     

Porque no hay que olvidar otra gran diferencia entre los escenarios de los años 90 y el actual, y es que esta vez puede ser precisamente la claque del poder la que sufra las mayores pérdidas”.

En esa misma línea argumental, Marcelo Hernández (14ymedio), las autoridades han dado instrucción a toda la burocracia y a sus funcionarios (en especial los trabajadores del área comunicacional) de usar la expresión “periodo especial” al dirigirse a los ciudadanos. Y es que el uso de eufemismos ante situaciones que muestran los errores y carencias del totalitarismo marxista son una de sus marcas de fábrica; el problema es que en Cuba ya ese eufemismo se agotó, señal de tiempos desastrosos que supuestamente no volverían, en especial luego de la aparición oportuna de la “solidaridad chavista”.

Ahora hay que hablar, por ejemplo, de “tensión económica”, pero con enfoques optimistas, dejando claro que en pocos meses se arregla el problema. Hay que evitar las muestras de nerviosismo, de pesimismo. El problema es que hasta las altas autoridades no las pueden ocultar.

Otro tema es que el final del “periodo especial” de los noventa nunca fue anunciado oficialmente; volvamos con Marcelo Hernández:

  

“El uso de “especial” aludía a las medidas tomadas por Fidel Castro en aquella época destinadas a amortiguar los efectos de la depresión aparcando algunas fórmulas de la economía centralizada. Se permitió la circulación del dólar, la inversión extranjera, la llegada de remesas y la reaparición de un emergente sector privado.

Tras ese momento en que se tocó fondo, la ayuda proveniente de Venezuela permitió desde inicios de este siglo reflotar la economía de la Isla. A pesar de eso y tras dos congresos del Partido Comunista de Cuba, la designación de un nuevo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y hasta la ratificación de una nueva Carta Magna, no se ha decretado el Período Especial como una etapa superada”.

Las señales de que la economía cubana podría derivar en una crisis similar se han acentuado en los últimos meses, como reflejan informaciones aparecidas en la prensa independiente o internacional, tras la disminución de los envíos petroleros desde Venezuela, el congelamiento del crédito para nuevas exportaciones desde Brasil y el fin del programa Mais Médicos en ese país suramericano.

Algunos economistas advierten que la situación dista mucho de la surgida en los años 90, debido al fortalecimiento del turismo, de la inversión extranjera y de la existencia de más de medio millón de trabajadores por cuenta propia, pero en las calles cubanas las palabras período especial comienzan a escucharse cada vez con más frecuencia, aunque los medios oficiales y los funcionarios estatales tengan prohibido decirla”.

 

Y entonces viene Raúl Castro y da su más reciente discurso sobre economía ante la Asamblea Nacional. Veamos extractos del excelente análisis de Elías Amor Bravo, en su blog “Cubaeconomía”:

 

“Finalmente, Raúl Castro en su discurso en la Asamblea Nacional, con motivo de la proclamación de la constitución comunista ha reconocido, lo que en este Blog se viene diciendo desde hace un año más o menos. La economía cubana no da para más. Los motores que la venían sosteniendo se han apagado, y una cierta sensación de sálvese quién pueda, comienza a extenderse en amplios sectores de la sociedad. Las protestas sociales cada vez son mayores y más extendidas, y esto no ha hecho más que empezar.

Castro, vestido de traje azul y corbata roja (se olvidó todo el mundo de la guayabera) ha dicho, según cita Granma, “que enfrentamos dificultades adicionales y que la situación pudiera agravarse en los próximos meses. No se trata de regresar a la fase aguda del período especial de la década de los años 90 del siglo pasado; hoy es otro el panorama en cuanto a la diversificación de la economía, pero tenemos que prepararnos siempre para la peor variante”.

Claro que no se puede regresar al “período especial”, porque ya no estamos en 1994. (…) Pero si algo tiene que tener claro es que las dificultades que afronta la economía cubana no son adicionales, son las mismas de siempre, las que todos los cubanos conocen y han experimentado durante 60 años, y además tienen mucho que ver con las raíces torcidas de la naturaleza del modelo económico impuesto por la fuerza a los cubanos. La realidad es que, aun cuando el panorama es distinto, la situación puede ir a mucho peor, porque no se adoptan las medidas necesarias para salir del círculo vicioso de la economía. Eso es lo más grave.

Ya no se puede esconder o disfrazar el desastre de la gestión de la economía. Se reconoce públicamente, y además, se pide, y vuelvo a citar, “es necesario que estemos alertas y conscientes de que enfrentamos dificultades adicionales y que la situación pudiera agravarse en los próximos meses”. Un mensaje que parece ir más dirigido a los inversores extranjeros locales que al pueblo cubano, que ya conoce de esta situación, porque la ha vivido en muchas otras ocasiones.

Según el dirigente comunista, la receta que quieren poner en marcha es la misma de siempre “es preciso redoblar los esfuerzos por incrementar las producciones nacionales, en particular la de alimentos, revisar todos los gastos para suprimir los no imprescindibles, elevar la eficiencia en el uso de los portadores energéticos, especialmente los combustibles, lo que incluye acabar con el robo existente y asumir el ahorro como una firme línea de conducta de los dirigentes desde la nación hasta la base y los compatriotas en general”. Todo muy básico y muy genérico, sin ir al origen del problema y a las soluciones que son necesarias y urgentes.

Lo peor de todo es que no se ha escuchado en el discurso de Raúl Castro ningún reconocimiento de los graves errores cometidos por la llamada “revolución” en la dirección económica del país. Al contrario, en un determinado párrafo de la intervención reivindica y hace suyos, como fuentes de derecho, las atrocidades cometidas por el comunismo contra la sociedad y la economía cubana. Y cito otra vez, textualmente, sus palabras “la revolución fue fuente de derecho, fue ella quien les dio la tierra a los campesinos, la que garantizó el acceso gratuito y universal a la educación, la que puso la salud pública al servicio de los ciudadanos, la que garantizó la igualdad de los cubanos, la que nacionalizó con el respaldo popular las grandes propiedades en manos de compañías extranjeras que explotaban a nuestros compatriotas”.

¿Fuente de qué? La revolución trastocó y llevó a la indigencia a centenares de miles de personas que perdieron sus activos, sus planes de ahorro, sus depósitos, sus tierras, sus empresas y negocios, después de una larga vida de trabajo y esfuerzo. Unas decisiones que trasvasaron todo el capital productivo de la nación al estado totalitario comunista, que a partir de ese momento, por medio de la planificación central y la ausencia de mercado en la asignación de recursos, hizo y deshizo a su antojo. Esa es la “fuente de derecho” de la miseria comunista de la economía cubana que ahora quieren sancionar con una constitución que bloquea cualquier cambio hacia la racionalidad y la modernización de la economía. Una miseria económica de la que nunca se podrá recuperar, que no se puede atribuir a bloqueo ni embargo alguno, como reivindica Castro en uno de los apartados más lamentables de su discurso”.

3) Para colmo, le toca ahora al viejo comandante Guillermo García decir estupideces y ponerse en manos de una crítica humorística ante su propuesta de que la alimentación futura de los cubanos debe incluir primordialmente avestruces, jutías y cocodrilos. Yoani Sánchez, en 14ymedio ( Los memes arma politica contra el poder en Cuba ), y Marcos Villasmil, en América 2.1 ( De los conejos chavistas a las jutias castristas ) escribieron al respecto. Recomiendo la lectura de ambas notas.

4) En Cuba, por primera vez, se permitió una marcha pública no organizada por instituciones u organizaciones del régimen. Un hecho inédito. Y fue para exigir la protección jurídica de los derechos animales. Una muy buena nota de Luz Escobar (14ymedio) nos dio cuenta de la misma.

“Una multitud con pancartas, camisetas con el símbolo de un lazo anaranjado y con algunos participantes que llevaron sus perros recorrió este domingo la calle 25 de El Vedado, en La Habana, desde el Parque del Quijote hasta el Cementerio de Colón. La caminata contra el maltrato animal fue la primera marcha independiente, del último medio siglo, en la que se permitió portar carteles.

Un pequeño grupo logró repetir durante breves minutos “¡Ley de protección animal ya!” pero de inmediato varias personas -que no llevaban carteles ni portaba en lazo naranja- llamaron a no gritar consignas para preservar la marcha. A pesar de la advertencia en el camino otros participantes se mantuvieron diciendo frases como “miau, miau, miua, jau, jau, jau” y también el llamado a “no al maltrato animal”.

Promotores de la convocatoria, junto a uniformados de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) detenían el tráfico de vehículos para dar paso a la marcha y durante la peregrinación también fue evidente la presencia de efectivos de la Seguridad del Estado, vestidos de civil, quienes habían advertido previamente a periodistas independientes y activistas de no asistir.

También llegaron personas de otras provincias y turistas que se unieron a la caminata que duró poco más de una hora y recorrió un kilómetro y medio. Desde algunos balcones y portales, los vecinos de la calle 25 también apoyaron con palabras de aliento y ofreciendo envases con agua para los animales.

Al llegar a la Necrópolis de Colón la multitud hizo silencio y se colocó frente a la tumba de Jeannette Ryder,  una filántropa estadounidense que residió en la Isla a principios del pasado siglo y fundó una organización de carácter humanitario, la Sociedad Protectora de Niños, Animales y Plantas, conocida como Bando de Piedad.

Alrededor del panteón de Ryder realizaron breves discursos varios de los protectores de los organizadores de la caminata. Entre ellos Beatriz Carmen Hidalgo-Gato Batista, que expresó su emoción por “la magnitud”, de la respuesta que tuvo la convocatoria. La joven de 21 años, estudiante de comunicación social, tiene bajo su cuidado 16 perros y 7 gatos.

Ser un “protector de animales en Cuba es enfrentar diariamente la superpoblación de animales deteriorados, los maltratos, asesinatos, sadismos y las torturas que sufren los callejeros y no callejeros (…) es convertirse en abogado y exigir una legislación o decreto ley que los proteja”, leyó Hidalgo-Gato. (…)

El llamado a la marcha fue ampliamente compartido en Facebook y Twitter por quienes se quedaron con un sabor amargo después de que la protección animal fuera uno de los temas propuestos en los debates del proyecto constitucional, pero que finalmente no quedara incluido en el texto sometido a referendo el pasado 24 de febrero.

En Cuba las manifestaciones públicas han sido siempre convocadas oficialmente y son conducidas siempre por autoridades que representan al Gobierno. Iniciativas como esta, que nace del universo del activismo independiente, han sorprendido a muchos y crean un precedente importante para la sociedad civil de la Isla.

Otra de las protectoras que llegó a la caminata fue Milagro González, una veterana de la causa. “Estoy aquí para abogar por una ley que pare el maltrato animal en nuestro país que es muy necesaria porque aquí se está viendo mucho maltrato. Esta marcha la hacemos para que se unan estas voces y se escuche en todo el mundo y que aquí en Cuba se apruebe la ley”.

Esta protectora fue con Negrita, una cachorra atropellada en la calle Monte y abandonada por el chofer que la arrolló. “Da pena que el maltrato quede impune en nuestro país, la recogí y luego de varias cirugías ya está bien”, dijo. Para ella “esta actividad es un paso de adelanto en pos de la protección animal” y espera que “mueva montañas”.

“No nos vamos a callar, somos las voces de los que no pueden hablar”, sentenció Milagros.

 

Ante los tiempos que estamos viviendo, ante la nueva crisis cubana, ubicada la tiranía asimismo en el epicentro de lo que sucede en Venezuela y Nicaragua, esa debe ser hoy la consigna de todo demócrata: “no nos vamos a callar”.

5) El 17 de Abril Miami celebró el 58 aniversario de la Invasión de Bahía de Cochinos por la Brigada de Asalto 2506, integrada por 1500 cubanos entre los que se encontraba este servidor a la Patria y en la que aproximadamente 1250 caímos presos y sufrimos prisión hasta el 22 de Diciembre de 1962. Este 17 de Abril la administración del Presidente Trump envió a Miami a su asesor de seguridad John Bolton para anunciar la aplicación de los Capítulos 3 y 4 de la ley Helms-Burton con lo que se restringirán los viajes a Cuba y se impondrán límites a las remesas, además de que se permitirá reclamar en las cortes de los EE.UU las propiedades confiscadas por el gobierno revolucionario. Por primera vez desde que se proclamó en 1996 la ley del Embargo que incluyó la codificación de todas las sanciones anteriores se va a implementar esta ley como respuesta a la participación y dirección del gobierno cubano en Venezuela desde 1998. Y con estas nuevas medidas se reinicia en la diáspora cubana de nuevo un debate que en el pasado dividió/polarizó la opinión pública. Nora Gámez Torres reporta en el Nuevo Herald del 18 de abril una “encuesta de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) realizada después de las elecciones de medio término a fines del año pasado, que encontró un ligero aumento del apoyo al embargo entre los cubano-americanos, pero al mismo tiempo un apoyo mayoritario de los viajes a Cuba”.  

A nuestro juicio, lo importante de esta noticia es que los Estados Unidos por primera vez reconoce públicamente la abierta complicidad de Cuba en el proceso venezolano. Lo delicado y peligroso es que tanto los venezolanos como los cubanos caigamos en la tentación de pensar que los Estados Unidos nos resuelva el problema con leyes y sanciones y que desarrollemos una dependencia, cuando la realidad ha sido y será que la verdadera liberación sólo puede estar en las acciones de nuestros pueblos. Esa fue a mi juicio la lección que aprendí de Bahía de Cochinos. 

  

Marcelino Miyares, Miami, 23 de abril de 2019

 

 

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