María Corina Machado desafía a Maduro y toma las calles: «Han perdido toda la legitimidad, el mundo lo sabe»
La líder opositora venezolana reaparece en una multitudinaria manifestación en Caracas
en la capital de Venezuela y suenan los garridos de las guacamayas que surcan los cielos. La mañana es fría y nublada, pero la temperatura sube a medida que se eleva el sol. A las 10 am, la avenida principal de Las Mercedes comienza a llenarse de gente. Están asistiendo a la manifestación convocada por María Corina Machado, que ha insistido en lo familiar del evento; que los ciudadanos se acerquen con sus hijos y sus abuelos para dejar claro que estas protestas no tienen ninguna intención violenta, como señala el Gobierno chavista.
El día anterior, Maduro dijo que este sábado la oposición estaba planeando un atentado en Bello Monte, una zona a escasas manzanas de este lugar y dio «las órdenes precisas» para que las fuerzas de Inteligencia, contrainteligencia y seguridad protejan la ciudad.
Una paranoia colectiva ronda la mente de los venezolanos. La seguridad no está garantizada por nadie. En cualquier momento podría venir la policía, la guardia nacional o los colectivos a causar estragos. Desde temprano, varios contingentes antimotines habían sido desplegados por la ciudad. Todos están alerta. Y puede que haya miedo, pero la determinación de que se haga cumplir la voluntad de quienes votaron por un cambio es mucho mayor. «Me da pánico salir, pero más miedo me da que esta gente se quede», asegura una joven.
De todas formas, aquí, entre la muchedumbre, la gente se siente protegida. El temor se dispara durante el regreso a casa. Después de la última protesta, comandos de la guardia recorrieron la ciudad en busca de quienes habían asistido y centenares de ellos todavía se encuentran tras las rejas.
La oenegé Provea alerta sobre el «grave patrón de persecución y represión sistemática» contra la población civil. En apenas cuatro días de protestas, han sido asesinadas al menos 20 personas y más de 1.200 han sido detenidas arbitrariamente. Casi la mitad de los arrestos que sucedieron durante las jornadas de protestas antigubernamentales de 2017, que duraron cuatro meses. «Hay una política de terror impuesta», afirma la oenegé.
«Maduro, escucha, el pueblo te repudia»
Este sábado se celebra en Venezuela el día de la bandera y la multitud ondea el emblema tricolor al tiempo que grita consignas como «Elvis Amoroso, eres un mentiroso. El pueblo te repudia» o «Maduro, escucha, el pueblo te repudia». El «Exiliado, tú eres nuestro gran aliento», se puede leer en una pancarta. En otra, «Cuando uno ejerce un derecho no comete un delito».
Estas expresiones ciudadanas no existen para los medios de comunicación tradicionales Mientras ocurre esto, en la radio nacional suena música y las televisiones retransmiten programación y ruedas de prensa de Maduro. Solo tiene cabida el discurso oficialista, que también se movilizó al otro extremo de la ciudad, marchando desde Petare —una barriada que ha protestado con fuerza contra el Gobierno— hasta el palacio presidencial.
En algunos medios internacionales sí dan cobertura a lo que sucede, pero el Sindicato de la Prensa de Venezuela ha denunciado que entre el 25 de julio y el 3 de agosto, al menos 15 trabajadores de la prensa han sido deportados.
Al ver a un periodista con cámara, algunas personas con banderas y silbatos se alejan para evitar la exposición. En la calle, siendo uno entre miles, pueden mantener el anonimato, pero es distinto poner el rostro y entregar la identidad al que persigue por pensar distinto.
«Yo creo que María Corina es una gran estratega», comenta una señora que ha asistido con su hija. «Ha dado pasos certeros y ha demostrado que sigue un plan, una hoja de ruta definida. Está haciendo todo lo posible para salir airosa de esto». Además, «el Gobierno ha cometido tantas torpezas», comenta la mujer, «que cada vez se hunde más. Tengo la esperanza y la certeza de que esta vez, el panorama es distinto».
Esperanzas de cambio
Otras personas son menos optimistas. «Mientras no haya ruptura dentro de las Fuerzas Armadas, nada pasará», dice un hombre de 60 años que acaba de comprar una botella de agua fría a uno de los vendedores ambulantes que pululan por la manifestación. «Aquí el poder lo ostenta el que tiene las armas». El sexagenario habla con enfado del fraude, «que fue tan alevoso… Y acusan de fraude a la oposición. Dicen que las copias de las actas que mostró María Corina son fraudulentas cuando ellos ni siquiera han podido mostrar las originales».
—¿Qué espera de esta manifestación?, ¿cree que tiene sentido?— le pregunta ABC.
—Menos sentido tiene no hacer nada. Esto sirve para que la gente no pierda la esperanza. Si esta oportunidad se pierde, será la última. ¿A qué otra contienda electoral podríamos ir después de esto?
«Estoy aquí porque no quiero que se consolide el fraude electoral» asegura el joven Felipe Toro. «Nosotros queremos un cambio en el país que quedó expresado el pasado domingo en las elecciones. La soberanía popular debe cumplirse y por eso estoy aquí, para defender mi voto». Felipe también señala está a la expectativa de las instrucciones de la dirigencia opositora, quiere conocer cuáles son los pasos a seguir para hacer respetar la voluntad de la mayoría de los venezolanos.
La calle está llena y el sol es abrasador. Desde hacía días, María Corina Machado no había hecho ninguna aparición pública, al resguardo de la persecución del Gobierno que quiere ponerla bajo prisión. No estaba claro si ayer iba a aparecer, pero llegó a bordo de un camión, entre los vítores de sus seguidores, que la recibieron con emoción. «A pesar de toda la represión, esto está lleno», comentaba un hombre que destaca la valentía de líder.
«La nuestra es una lucha que trasciende lo político», dijo María Corina desde lo alto del vehículo. Entre la gente, no hay espacio para moverse. Edmundo González, sin embargo, no estuvo presente. «El plano electoral lo ganamos. Ahora viene una nueva etapa. Nunca hemos estado tan fuertes como el día de hoy», aseguró Machado.
«La gente está con nosotros. Tengan la convicción de que esto va por encima de nosotros. Es una lucha por el bien, por la dignidad humana. Vamos con firmeza, resiliencia, con confianza. Estamos unidos y sabemos lo que tenemos hacer. Todos tenemos miedo, pero esta lucha es hasta el final». La líder opositora desafió así a Maduro y tomó las calles de la capital venezolana, recibiendo el cariño y el apoyo de miles de manifestantes. «Han perdido toda la legitimidad, el mundo lo sabe», espetaba Corina Machado. «La nuestra es una lucha cívica y pacifista. Nosotros no caemos en provocaciones, la violencia es el único recurso que les queda. Nosotros no agredimos», sentenció la líder.
Después de dirigirse al público, el vehículo de la líder opositora se puso nuevamente en movimiento, desplazándose con extrema dificultad entre las masas, dando por terminado el evento.
Los venezolanos quedan a la expectativa de próximas acciones que anunciará la cabecilla de la oposición. «Es importante que se sepa que los venezolanos tenemos 25 años en la calle», destaca Fabiola González, una mujer que asegura que la gente está protestando «por falta de agua, por falta de luz, por falta de votos, por falta de todo. Esto es una dictadura y el mundo tiene que pronunciarse de manera más contundente, porque están matando a mucha gente a punta de hambre y balas. ¿Hasta cuando el mundo va a estar tan callado? No es pronunciamiento. Es acción. Venezuela necesita ser libre».