Marine Le Pen, encantada con la campaña que hacen por ella Macron, izquierdas y sindicatos
Desde que estalló la crisis de las pensiones, a primeros de enero pasado, todos los sondeos han confirmado la eficacia de la línea 'centrada' de Le Pen
Marine Le Pen
Un día después de las festividades del Primero de Mayo, Marine Le Pen, presidenta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha) «agradece» irónicamente a Emmanuel Macron, las izquierdas y los sindicatos la magnífica campaña electoral que están haciendo en su favor.
Desde Tours, donde celebró a su manera la jornada reivindicativa, Le Pen comenta de este modo el comportamiento del gobierno de Macron ante la crisis: «El presidente parece incapaz de contener y atajar la violencia y el vandalismo callejero, que él mismo ha provocado con su comportamiento e incapacidad de diálogo. La delincuencia no ha dejado de crecer en el último año. El ministro del Interior despliega muchas fuerzas de seguridad, pero parece incapaz de asegurar la paz y la tranquilidad. Nosotros exigimos y proponemos poner fin a los paños calientes y al laxismo. Paz y seguridad son esenciales. Macron no asegurar ni la una ni la otra».
La dirigente de extrema derecha equipara con el mismo rasero a las izquierdas y Macron, beneficiándose del comportamiento de todos, que analiza de este modo: «Nosotros defendemos a los obreros, sin líos callejeros ni demagogia política. Los demagogos de izquierda siembran el odio por todas partes. Los conciertos de cacerolas contra Macron y sus gobierno hacen ruido pero no resuelven nada. Hay que votar proyectos que permitan salir del caos que estamos viviendo. Nosotros somos la alternativa».
Insistiendo en su rechazo de una Ley aprobada por el Tribunal Constitucional, los sindicatos brindan a Le Pen la oportunidad de presentarse como defensora del orden institucional: «Nosotros defendemos el trabajo, de los trabajadores y las empresas, en una Francia unida. La Ley Macron sobre las pensiones es mala. Nosotros la cambiaremos. En un sistema democrático, no se puede romper la baraja. Hay que votar. La mejor forma de protestar es presentar un programa alternativo, defenderlo y hacerlo votar».
Desde que estalló la crisis de las pensiones, a primeros de enero pasado, todos los sondeos han confirmado la eficacia de la línea ‘centrada’ de Le Pen: es la candidata que mejor se cotiza entre los aspirantes a la sucesión de Emmanuel Macron en el Elíseo; y su partido sigue siendo el que tiene más simpatizantes entre los obreros y clases sociales más modestas.
