Más de 25.000 venezolanos cruzan la frontera de Colombia por comida
La necesidad no espera y por ello los venezolanos que viven cerca de la frontera con Colombia tuvieron ayer un período de gracia de doce horas para abastecerse de alimentos básicos, productos de higiene y aseo personal, así como de medicinas. El Gobierno de Nicolás Maduro, con la anuencia del Ejecutivo colombiano, permitió la apertura de la frontera que permanece cerrada entre ambos países desde hace once meses.
La orden fue dictada después de que la semana pasada más de 500 mujeres decidieran cruzar, a la fuerza, hasta Colombia para poder comprar los productos que no consiguen en Venezuela: harina de maíz para las arepas, pasta, arroz, granos, café, leche, azúcar, leche infantil, pañales, papel higiénico, jabón, cuchillas de afeitar y hasta champú.
Días atrás, el gobernador José Gregorio Vielma Mora, del Estado de Táchira, fronterizo con Colombia, desestimó las razones por las que esos cientos de venezolanas se movilizaron en busca de comida y medicinas. Las llamó «bachaqueras», un término despectivo con el que se llama en Venezuela a los revendedores que tienen productos escasos y que los revenden por diez veces su precio original. Pero ante la amenaza de una nueva movilización, las autoridades regionales acordaron ayer una apertura organizada y con mejores garantías.
Los pasos entre el Estado de Táchira (Venezuela) y el de Norte de Santander (Colombia) fueron cerrados el pasado 19 de agosto por orden de Maduro, dentro de una campaña contra el contrabando y supuestos paramilitares, medida que luego amplió a todos los cruces entre los dos países, que comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros. Ayer, desde las cuatro de la mañana se registraban largas filas de personas en el puente internacional Simón Bolívar, que comunica Venezuela con Colombia, a la espera de la orden para poder pasar la frontera a hacer compras. A las seis de la mañana, puntuales, las autoridades venezolanas y la Guardia Nacional Bolivariana abrieron el paso peatonal y miles de venezolanos pudieron ingresar, en tropel, hacia Colombia. Según el gobernador del Norte de Santander, más de 25.000 personas pisaron suelo colombiano para aprovisionarse en los comercios de Cúcuta, donde compraron desde papel higiénico a carne y pollo.
Ante lo dramático de la situación, las cámaras de comercio de Táchira y de Cúcuta prevén reunirse esta semana para evaluar el impacto de las movilizaciones y las condiciones para las que debe prepararse Colombia ante una eventual apertura permanente de la frontera. Lourdes Márquez, que viajó desde San Cristóbal, un pueblo de Táchira, para abastecerse, relató a LA RAZÓN que la medida transitoria es un alivio para las amas de casa que se han visto en una situación crítica para darles de comer a sus hijos. «En Venezuela se hacen colas y eso no es garantía de que puedas comprar lo que necesitas. En cambio, yendo a Cúcuta podemos conseguir lo que necesitamos. Ojalá sea más seguido para no pasar por esta crisis que ha dejado las despensas y los estómagos de nuestros hijos vacíos. Aprovecharé para comprar medicinas para la hipertensión y el azúcar que necesita mi mamá», relató la mujer vía telefónica. Mercedes Quintero contó cómo, a la espera de que abrieran el paso, las personas daban las gracias a los policías colombianos. «Estamos más que agradecidas con el Gobierno colombiano, que parece entender mejor por lo que estamos pasando», concluyó la mujer.