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Mayoría por el pacto

1468083370_535214_1468083547_noticia_normal_recorte1Una oleada de pragmatismo invade el cuerpo electoral, cansado de una situación política que sigue siendo “mala” para el 83%, según el sondeo de Metroscopia publicado hoy en EL PAÍS. Para sorpresa de los que se aferran a la ideología propia como único criterio, la conclusión más compartida es que si la única alternativa para no repetir las elecciones fuera Mariano Rajoy, el PSOE debería abstenerse y permitir así la investidura del candidato popular. Lo cree incluso el 74% de los que votaron socialista y la mitad de los que respaldaron a Unidos Podemos en las urnas.

Se trata de unos porcentajes que dejan en evidencia a la dirección del PSOE, que en el Comité Federal celebrado el sábado pasado ha evitado despejar las dudas sobre cuál será su contribución a la gobernabilidad del país, poniendo en evidencia —una vez más— que las rivalidades internas acerca del liderazgo dentro del partido se anteponen a los intereses de los ciudadanos y a las consideraciones de Estado.

No es que los votantes hayan descubierto a estas alturas a un nuevo Rajoy, sino que han comprendido que la abstención de uno o varios partidos puede ser la única solución para no condenar a la esterilidad las elecciones recién concluidas.Es verdad que el 70% piensa que Rajoy debería renunciar a ser presidente si eso facilitara la formación de un Gobierno (opinión compartida por algo más de un tercio de los votantes del PP); pero si es la única opción, vale con tal de no repetir las elecciones por tercera vez.

Toca por tanto retirar líneas rojas y vetos largamente proclamados para poder lograr una investidura lo antes posible. Hay demasiada incertidumbre asociada a la situación económica, a las negociaciones con Bruselas y a la confección de los próximos Presupuestos como para retrasar el calendario innecesariamente. Plantearse, como parecen estar haciendo algunos, dejar pasar el verano y así posponer las decisiones sobre la posición a tomar, carece de sentido alguno.

A Rajoy le faltan 39 escaños para lograr la mayoría absoluta. Le toca por tanto ser a la vez flexible y generoso para buscar los apoyos que le permitan encarar una investidura, primero, y una legislatura, después, que sin duda serán complicadas. El PP debería aprovechar el tiempo y llegar a las consultas del Rey con garantías razonables de que tendrá, al menos, las abstenciones suficientes como para alcanzar la elección de su candidato en segunda votación. Esas consultas se producirán inmediatamente después de la constitución de las nuevas Cortes, el 19 de julio, así que no queda tiempo que perder.

Los intentos de las fuerzas políticas fueron insuficientes en la anterior legislatura, por una mezcla de liderazgos débiles e intereses partidistas, unidos a la falta de ambición en un proyecto para España. Sin duda los estados mayores de los partidos analizarán el sondeo que publicamos hoy y todos los poselectorales que caigan en sus manos en busca de claves sobre los pequeños o grandes deslizamientos de votos que cada uno ha tenido. Pero lo que interesa a la gran mayoría de ciudadanos es que no les cuenten otra vez que los votos no han valido para nada.

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