Mensaje de la Unidad Democrática a la Fuerza Armada Nacional
La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. (Artículo 328)
Ustedes juraron ser los guardianes de la Constitución que nos dimos todos los venezolanos. Hoy esa Constitución está siendo amenazada por un grupito para quien ella es un estorbo a sus planes. Llegó la hora que sean fieles a su juramento. No permitan que en vez de ser vistos como los dignos herederos del Libertador Simón Bolívar, la historia los recuerde como los esbirros de la dictadura de Nicolás Maduro.
No están obligados, ni moral ni constitucionalmente, a obedecer órdenes criminales. Recuerden también lo establecido en el artículo 25 de nuestra Carta Magna:
“Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores”.
En este sentido, merece un consideracion especial el caso de la Guardia Nacional Bolivariana, responsable principal y directa de la salvaje represión que ha sufrido nuestro pueblo durante los últimos dos meses, y que ha provocado un indignante saldo de venezolanos heridos y asesinados. Ya el Ministerio Publico ha señalado la participación y responsabilidad de la Guardia Nacional Bolivariana en algunos de estos hechos. Es el momento que los sectores honestos e institucionales de la Fuerza Armada se deslinden de aquellos que están incurriendo en violencia criminal y delitos de terrorismo de Estado contra nuestro pueblo, y que manchan de sangre inocente las insignias y valores de toda la familia militar. No olvidemos la suprema advertencia de nuestro Libertador: “Maldito el soldado que apunta las armas de la República contra su propio pueblo”.
Los venezolanos lo hemos dicho repetidas veces: que cumplan con su juramento no constituye un llamado a la rebelión ni a la sublevación. La paz de Venezuela está en grave peligro. Sólo les pedimos que contribuyan, desde su posición, a que se respete la Constitución y a que el pueblo pueda tener la posibilidad de expresarse en elecciones libres, universales y directas, como única forma pacífica de resolver esta trágica crisis.
La Fuerza Armada debe saber que el país la quiere fuerte, constitucional, sin afiliación partidista, querida y respetada por todos, y no humillada y usada por un grupo que no les importa ni el futuro ni la reputación de la familia militar con tal de proteger sus beneficios. Esta lucha también es por ustedes.
Les pedimos a nuestros hermanos de la Fuerza Armada Nacional que no se presten a la represión y al peligroso juego inconstitucional de un régimen corrupto y sin pueblo. Vean lo que está pasando en las calles. Nadie puede contra las demandas de cambio de un pueblo decidido. Cuando un país se decide a cambiar, no hay fuerza que pueda detenerlo. Les invitamos a abrir sus ojos y sus corazones, e incorporarse a la gran fuerza popular que ansía para Venezuela un cambio político que no sólo es indetenible sino inminente.