Merkel le marca el paso a Sánchez para reconocer a Guaidó
Berlín planteó ayer el reconocimiento unilateral en ocho días al líder opositor, lo que obligó a Moncloa a cambiar de estrategia. España pidió que retrasara cualquier anuncio hasta la celebración de su rueda de prensa de urgencia
Pedro Sánchez quiso ayer fijar públicamente la posición del Gobierno sobre Venezuela, dando un paso más en el ultimátum que ya lanzó el viernes el titular de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a Nicolás Maduro. El jefe del Ejecutivo compareció en una declaración institucional sin preguntas en Moncloa en la que acotó temporalmente el plazo «necesariamente corto» que avanzó su ministro. «España da ocho días a Maduro para que convoque elecciones libres, transparentes y democráticas o reconocerá a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela para convocar dichas elecciones», destacó.
El reconocimiento del líder opositor se fundamenta en la «legitimidad» que se otorga a la Asamblea Nacional –«elegida democráticamente con arreglo a las previsiones constitucionales»– y dado que Guaidó es su «máximo representante», el Gobierno considera que es quien debe pilotar el proceso hasta unos comicios con garantías, en el caso de que Maduro se niegue a promoverlo en el plazo señalado. Por tanto, aunque Moncloa reconoce la «grave crisis política, democrática y humanitaria» que ha propiciado el chavismo en Venezuela, acepta ofrecerle –aunque por poco más de una semana– la oportunidad de liderar la convocatoria de elecciones y, solo si esta herramienta fracasa, reconocerá a Guaidó.
Sánchez reivindicó en varias ocasiones su liderazgo en los contactos europeos para buscar una salida a la situación de Venezuela «favorable a la democracia y la libertad» y defendió que España ha «trabajado activamente en la conformación de una posición común del conjunto de la Unión Europea». Sin embargo, este liderazgo no ha sido tal, ya que han sido Alemania y Francia quienes ha marcado el paso a España en lo referente al reconocimiento de Guaidó. Según ha podido saber LA RAZÓN, Berlín planteó durante la mañana de ayer dar un paso al frente con un reconocimiento unilateral en ocho días. Este anuncio hizo que la estrategia de Moncloa, en pos de la unidad europea, cambiara. Ante los lazos de España con Venezuela y ante el peligro de perder el liderazgo europeo en las relaciones con Latinoamérica, Pedro Sánchez pidió que Berlín retrasara todo anuncio a la celebración de su rueda de prensa. Alemania asumió este papel secundario de manera elegante y poco después de que el presidente del Gobierno terminara su intervención en la Moncloa, anunciada poco antes de manera urgente, tanto París como Berlín emitieron sendos comunicados en los que se unían al ultimátum de 8 días expresado por el presidente español. Un plazo, propuesto por Francia y que contó con el beneplácito de Berlín.
Otro de los puntos que Sánchez ha querido dejar claro durante su intervención ha sido su posición favorable al reconocimiento del líder opositor. El Gobierno defendió esta postura en la reunión del Comité de Política y Seguridad de la Unión Europea (COPS) que se celebró el viernes en Bruselas. Una «posición clara», destacó Sánchez, que apuntó inmediatamente que no aspiran a «poner y quitar gobiernos», sino la promoción de unas «elecciones libres». No obstante, esta «claridad» no ha protagonizado la actitud del Ejecutivo, que en los últimos días ha hecho equilibrios entre los gestos al líder opositor –entre ellos la llamada a iniciativa de Sánchez– y la actitud pasiva a la espera de que la Unión Europea se manifestase, para evitar agraviar a su socio parlamentario en la tramitación de los Presupuestos, Unidos Podemos.
Precisamente, la UE emitió ayer un comunicado que resulta algo más ambiguo que el mensaje defendido por Sánchez. Tras horas de dimes y diretes, las cancillerías europeas consiguieron consensuar un mensaje común que exige el régimen de Nicolás Maduro «la celebración urgente de unas elecciones presidenciales en el país». El texto vio la luz tras el paso adelante de España, Francia, Alemania (Reino Unido se unió después) que –ante las reticencias de Austria y Grecia– decidieron lanzar un ultimátum por su cuenta con la esperanza de que el resto de países acabaran uniéndose tarde o temprano.
Según reza el nuevo comunicado, «en caso de que no se anuncie la convocatoria de elecciones en los próximos días, la UE tomará nuevas medidas, incluidas las relacionadas con el reconocimiento de un nuevo liderazgo en el país, en línea con el artículo 233 de la Constitución venezolana». De esta manera, no se alude de manera expresa al lapso de ocho días planteado por Madrid, París y Berlín ni tampoco a Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea venezolana. Para demostrar que el reconocimiento de este último como presidente interino de Venezuela no es arbitrario, se menciona el artículo de la Constitución del país en el que el líder opositor se apoya.
Llegar a este texto no ha sido nada fácil. Por un momento, parecía que la UE iba a ser incapaz de consensuar una postura común. Tras los titubeos iniciales, la reunión este pasado viernes de los embajadores europeos encargados de la política exterior evidenció que una mayoría de países parecía inclinar el péndulo hacía el reconocimiento de Guaidó. La respuesta de la UE a la crisis venezolana será discutida durante la cumbre de los ministros de Asuntos Exteriores este jueves en Bucarest (Rumanía) para limar las reticencias que mantienen Atenas y Viena.