No, Juan Guaidó no se proclamó Presidente
«No hay duda: Nicolás Maduro es un usurpador. Por lo tanto, quiero hablar con el pueblo de Venezuela para proponer un plan», dijo Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional, este viernes 11 frente a unos 1.500 espectadores ansiosos, que aplaudían con entusiasmo en la asamblea abierta.
«Ayer fuimos testigos del apoyo de la comunidad internacional. Reconocen la legitimidad de este Parlamento electo, votado por más de 14 millones de personas, el mundo no va a formar parte de la farsa de Maduro«.
La reunión no comenzó a tiempo, pero eso es evidente. La multitud esperó durante una hora y media a que los oradores aparecieran y hicieran su labor. Había mucha más gente de la que se esperaba, sin embargo, y cuando Juan Guaidó finalmente subió al podio, fue como si el Nuevo Presidente de Venezuela hubiera subido al escenario. Un aplauso masivo, con gente que lo llama así. Todos parecían hambrientos de un jefe.
Más que esperanzado, Guaidó lució combativo. Reiteró el llamamiento hecho ayer al pueblo y a las Fuerzas Armadas: «Esta mesa no puede estar de pie sin todas sus patas: estamos hablando con la familia militar, que también sufre esta crisis. Hacemos un llamamiento a las Fuerzas Armadas, que deben asumir la responsabilidad. Hay alguien que usurpa la presidencia, alguien que rompió la cadena de mando, y ustedes lo saben».
«Como Presidente de la Asamblea Nacional, único poder electo y legítimo para representar al pueblo venezolano, tengo una responsabilidad con Venezuela: me atengo a la Constitución y a sus artículos 233, 333 y 350, que me dan la legitimidad para ejercer el cargo de Presidente de la República, convocar a elecciones libres y convocar al pueblo, a las Fuerzas Armadas y a la comunidad internacional para hacerla realidad. Pero, ¿basta con defender la Constitución en una dictadura? No lo es. Hacemos un llamado al pueblo de Venezuela y a las Fuerzas Armadas para que nos ayuden a liderar el camino para asumir el mandato constitucional».
Muchos parecían confundidos por el mensaje de Guaidó. Algunos lo llamaron débil, poco claro («¿es presidente o no?»).
Pero, si esperaban que el tipo tomara una banda presidencial improvisada y se la atara en el pecho, en un cabildo público, entre todos los lugares, tal vez sea el momento de reducir la intensidad un par de grados. No asumió el cargo, pero sí hizo un llamado a las influencias correctas con el fin de crear apoyo para hacerlo. Pronto.
María Corina, es tu turno.
No se es presidente sólo por decirlo, y Guaidó lo sabe.
Añadiendo mayor confusión, Luis Almagro le dio la bienvenida como Presidente interino de Venezuela, de conformidad con el artículo 233 de la Constitución Nacional, y expresó el apoyo de la comunidad internacional.
«Convocamos a la gente a las calles», dijo Guaidó, rodeado de compañeros de su propio partido y de otras organizaciones de la oposición, entre ellos Rafaela Requesens (hermana del diputado encarcelado Juan Requesens), Nicmer Evans, Marlon Díaz, Miguel Pizarro, William Dávila, y otros. «Tenemos que luchar juntos: enfermeras, estudiantes, médicos, civiles.»
Es la primera vez en casi dos años que la Asamblea Nacional hace un llamamiento abierto al pueblo para que se manifieste contra el régimen de Maduro. Guaidó llamó a todos a protestar este 23 de enero, fecha emblemática de la democracia venezolana, y sólo el tiempo dirá si los efectos de este episodio se asemejan en algo a los de 1958.
Traducción: Marcos Villasmil
NOTA ORIGINAL:
Caracas Chronicles
No, Juan Guaidó Did Not Declare Himself President Today
Gabriela Mesones Rojo
“There’s no doubt: Nicolás Maduro is an usurper. Therefore, I want to talk to the people of Venezuela to propose a plan,” said Juan Guaidó, Speaker of the National Assembly, in front of around 1,500 eager spectators, who cheered loudly in the open assembly.
“Yesterday, we bore witness to the international community’s support. They recognize the legitimacy of this elected Parliament, elected by more than 14 million people.The world isn’t going to be part of Maduro’s charade.”
The meeting didn’t start on time — but that goes without saying. The crowd waited for an hour and a half for the speakers to appear and do their thing. There was a lot more people than I expected, though, and when Juan Guaidó finally took the podium, it was like The New President of Venezuela had taken the stage. Massive cheers, with people actually calling him that way. Everyone seemed hungry for a chief.
More than hopeful, he seemed combative. He repeated the call made yesterday to the people and the Armed Forces: “This table cannot stand without all its legs: we’re talking to the military family, who also suffers this crisis. We call on the Armed Forces, who need to assume the responsibility. There’s someone usurping the presidency, someone who broke the chain of command, and you know it.”
“As President of the National Assembly, the only elected and legitimate power to represent the Venezuelan people, I have a responsibility to Venezuela: I stand by the Constitution and its Articles 233, 333 and 350, which gives me the legitimacy to exercise the office of the Presidency of the Republic, to call free elections and summon the people, the Armed Forces and the international community to make it a reality. But is it enough to stand by the Constitution in a dictatorship? It’s not. We call on the people of Venezuela and the Armed Forces to help us lead the way to assume the constitutional mandate.”
Many seemed confused by Guaidó’s message today. Some called it weak, unclear (“so is he president or not?”).
But, if you were expecting the guy to grab an improvised presidential sash and strap it across his chest, at a cabildo público, of all places, perhaps it’s time to bring it down a notch or two. He didn’t take office, but he did call for the right influences to build support for him to do so. Soon.
María Corina, your turn.
You’re not president just because you say so, and Guaidó knows it.
Adding considerable confusion, Luis Almagro welcomed him as interim President of Venezuela, in accordance with Article 233 of the National Constitution, and expressed the support of the international community.
“We summon the people to the streets,” Guaidó said, surrounded by his partners from his own, and other opposition parties and organizations, including Rafaela Requesens (brother of jailed deputy, Juan Requesens), Nicmer Evans, Marlon Díaz, Miguel Pizarro, William Dávila, and others. “We have to fight together: nurses, students, doctors, civilians.”
This is the first time in nearly two years that the National Assembly makes an open call to the people to protest against Maduro’s regime. Guaidó called on everyone to protest this January 23, iconic date in Venezuelan democracy, and only time will tell if the effects of this episode resemble somehow those of 1958.