Obama se despide eliminando el trato preferencial a los inmigrantes cubanos
A una semana de su partida, la Administración de Barack Obama puso fin este jueves a la política de “pies secos/pies mojados”, que permitía a los cubanos que llegaban a EEUU sin visas quedarse en el país.
“De inmediato, los cubanos que intenten ingresar a los Estados Unidos ilegalmente y no califiquen para ayuda humanitaria estarán sujetos a remoción, de acuerdo con la ley de los Estados Unidos y las prioridades de cumplimiento. Al dar este paso, estamos tratando a los emigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”, dijo el presidente Obama en un comunicado.
El programa de reunificación familiar, el compromiso de emitir 20,000 visas de inmigrantes anuales y la posibilidad de solicitar asilo se mantienen.
Según aclaró el secretario de Seguridad Interna (Homeland Security), Jeh Johnson, en una teleconferencia el jueves, el gobierno de Cuba se comprometió específicamente a recibir los cubanos que sean deportados por EEUU si no han pasado cuatro años desde que abandonaron Cuba. El funcionario dijo que esto se debía a requerimientos de una ley cubana que espera sea eliminada como parte del proceso de normalización.
Desde que Obama anunció el dramático cambio de política hacia Cuba el 17 de diciembre del 2014, conocido como “el deshielo”, se produjo un aumento en el flujo migratorio en el estrecho de la Florida, según reportes de la Guardia Costera. Más de 40 mil cubanos llegaron a EEUU en 2015.
Al mismo tiempo, sugirió Rhodes, la medida es consistente con la estrategia propuesta por la Administración para estimular los cambios en la isla.
“Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y la vida de nuestro pueblo. Proporcionando un trato preferencial al personal médico cubano, el programa de parole contradice estos esfuerzos y podría perjudicar al pueblo cubano. El personal médico cubano ahora será elegible para solicitar asilo en las embajadas y consulados de los Estados Unidos alrededor del mundo, de acuerdo con los procedimientos para todos los extranjeros”, dijo el comunicado de la Casa Blanca.
Entre 2006 y 2015, más de 8,000 profesionales médicos cubanos han sido autorizados a ingresar a los Estados Unidos a través del Programa de parole, según cifras del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
Solo en 2015 entraron a EEUU un total de 1,663 profesionales cubanos de la salud.
La política de pies secos/pies mojados permitía a los inmigrantes cubanos que tocaban suelo estadounidense quedarse en el país mientras que los que eran interceptados en el mar por lo general eran devueltos a la isla. Los cubanos que eran aceptados en EEUU podían solicitar residencia después de un año y un día, gracias a la Ley de Ajuste Cubano.
La medida podría ser el último cambio importante con respecto a las relaciones de Estados Unidos con Cuba que hará el presidente Obama, quien termina su mandato en los próximos días.
Un funcionario de la administración de Obama dijo que EEUU y Cuba han pasado varios meses negociando el cambio.
El anuncio ha dividido a los políticos cubanoamericanos.
El representante republicano de la Florida Mario Díaz-Balart dijo que «el presidente Obama ha encontrado una manera más de frustrar las aspiraciones democráticas del pueblo cubano y proporcionar otra concesión vergonzosa al régimen de Castro».
«La política del presidente Obama hacia el régimen de Castro no ha mejorado los derechos humanos o aumentado la libertad en la isla. Por el contrario, los arrestos políticos documentados llegaron a cerca de 10,000 en 2016», añadió.
El alcalde de Miami, Tomas Regalado, un exiliado cubano que huyó del país hace décadas como parte del éxodo conocido como Pedro Pan, criticó a Obama por «conceder a Raúl Castro un regalo de despedida».
«Este es sólo un regalo que va de Obama a Raúl Castro», dijo.
Regalado no cree que poner fin a la política va a retrasar el flujo de cubanos que vienen a Estados Unidos. Todo lo que hace, dice, es poner en tela de juicio el proceso.
Pero organizaciones de exiliados cubanos como la Fundación Nacional Cubanoamericana y otros congresistas cubanoamericanos no criticaron el cambio en la política de “pies secos pies mojados”. De hecho, Rhodes comentó a los periodistas que la preocupación de algunos congresistas y la presentación de proyectos de ley para modificar la ley de Ajuste cubano así como la obtención de beneficios a partir de ella, le dieron “ímpetu” a la Administración para realizar el cambio.
«La FNCA nunca consideró a la política de «pies secos-pies mojados» implementada por una directiva del presidente Clinton como una opción efectiva y justa para la difícil situación causada por los continuos intentos de los cubanos de entrar en los EEUU», indicó la organización en un comunicado. «La solución al problema cubano no se puede encontrar en ningún otro lugar que dentro de Cuba, por la voluntad y esfuerzo patriótico de los cubanos. Huir no es la solución», añadió la declaración.
Más críticas suscitó, en cambio, la eliminación del programa de parole especial para los médicos que abandonan las misiones gubernamentales.
“Castro utiliza a los refugiados como peones para obtener más concesiones de Washington, por lo que no hay razón para acabar con el programa médico cubano, que es una concesión imprudente a un régimen que envía a sus médicos a las naciones extranjeras en una servidumbre moderna”, dijo la representante republicana de la Florida Ileana Ros-Lehtinen.
“La revocación del Programa de Parole Profesional para Médicos Cubanos se hizo porque eso es lo que quería la dictadura cubana y la Casa Blanca cedió a lo que Castro quiere, en lugar de defender los valores democráticos de Estados Unidos”, añadió la congresista.
Según Alexander Jiménez, un cubano que reside en Ecuador, la noticia lo dejó en shock.
«Tenía todo listo para salir para Estados Unidos junto a mi esposa, tengo muchos familiares en el camino. Ellos están en la selva. Estamos desesperados porque no podemos comunicarnos con ellos y ahora no pueden seguir su camino», dijo.
«Y ahora qué nos hacemos?» dice Yuniel Ramos, otro migrante cubano que se encuentra en Honduras acompañado de otros cubanos que se dirigen a Estados Unidos.
«Estamos desesperados, en medio de la selva. ¿Cómo Obama puede saltarse el Congreso y cambiar las cosas sin ni siquiera dar un período de tiempo para que lleguemos?”, agrega.
Dariel González, un especialista de salud cubano que llegó a Estados Unidos hace un año a través del programa, dijo que se había “quedado sin palabras”.
“Es un golpe bajo que Obama le está dando a todos los profesionales de la salud que quieren escapar de la esclavitud a los que los somete el gobierno cubano. Esto nos deja indefensos a todos», dijo.
El mismo jueves del anuncio tuvieron lugar en La Habana y Washington sendas reuniones entre delegaciones de ambos países para dialogar sobre el tráfico de personas y las reclamaciones de bienes confiscados.
La política de «pies secos/pies mojados» fue puesta en marcha en 1995 por el presidente Bill Clinton como parte de una revisión de la política migratoria. Hasta ese entonces, los cubanos que eran capturados en el mar tratando de llegar a los Estados Unidos podían quedarse en el país y convertirse en residentes legales después de un año.
Pero a diferencia de la política de «pies secos/pies mojados«, la Ley de Ajuste Cubano solo puede ser eliminada por el Congreso.
«La política de pies secos/pies mojados se puso en marcha hace muchos años para ayudar a los que huían del régimen represivo de Castro. Creo que cambiar esta política obsoleta para ser justos con todos y también para evitar que la gente abuse del sistema es lo correcto”, dijo el senador de la Florida Bill Nelson.
El gobierno cubano se ha quejado repetidamente de la política de EEEUU que otorga un tratamiento preferencial a los cubanos con respecto a los inmigrantes de otras nacionalidades, alegando que la Ley de Ajuste y la política de pies secos/pies mojados incentivan la inmigración ilegal.
“Estas acciones forman parte de la normalización continua de las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba y reflejan el compromiso de contar con una política de inmigración más amplia en la que tratamos de manera consistente a personas de diferentes países”, dijo el secretario de Seguridad Interna (Homeland Security), Jeh Johnson, en un comunicado.
“Los cubanos serán tratados como todos los demás”, recalcó Johnson en la teleconferencia el jueves en la tarde.