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Obispo Álvarez: “Todos hemos visto desfilar los entierros exprés”

Monseñor Rolando Álvarez advierte que casos de covid-19 van en ascenso y pide que se informe con "veracidad" sobre muertes y contagios

El obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolándo Álvarez, instó este domingo a las autoridades nicaragüenses a “no balconear la realidad” sobre la pandemia del nuevo coronavirus, que ya ha dejado 759 enfermos y 35 fallecidos en el país, y demandó “un comportamiento serio” en el manejo de la enfermedad.

Durante su homilía dominical Álvarez reclamó información “con veracidad” sobre la cantidad de personas contagiadas con la covid-19 y el número de fallecidos. “Muchísimos de nosotros hemos experimentado la crudeza del virus en la familia, en los amigos, en el barrio… Hemos visto tumbas que se abren, hemos visto tantos entierros exprés, cómo se le suele llamar, hemos sabido de actas de defunción con causas de muerte que a todas luces carecen de credibilidad”, dijo.

El obispo advirtió a la feligresía que actualmente Nicaragua experimenta un periodo de contagios masivos.  “Estamos en la semana del crecimiento exponencial de la curva epidemiológica“, expresó, tal como han reiterado diferentes organizaciones de médicos que trabajan de forma independiente.

Los datos que “día a día nos asaltan” reflejan el dolor de nuestro pueblo  y la Iglesia no es ajena a ese sufrimiento. “Nosotros no balconeamos la realidad, no estamos en tiempos de balconear la muerte de nuestro pueblo, no estamos en tiempo de salir a saludar como si estuviéramos en un cortejo para ver pasar los ataúdes de nuestro pueblo. No podemos balconear la fe, no podemos, no debemos, sería un pecado social gravísimo balconear nuestra responsabilidad ciudadana”, insistió el obispo.

Llaman a quedarse en casa

Álvarez también reconoció “el enorme esfuerzo” de organizaciones médicas independientes que trabajan para informar a la ciudadanía sobre el alcance de la pandemia y “para hacernos tomar conciencia que no es el tiempo de noches de compras, no lo es. No es el tiempo de salidas innecesarias a la calle, de festivales en parques, en ciudades, de desfiles y menos de aglomeraciones masivas”, subrayó.

De igual forma, el cardenal Leopoldo Brenes celebró la misa dominical desde su casa y sin presencia de feligreses. El jerarca católico aprovechó las cámaras del canal de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para instar a la población a que no salgan a la calle para evitar contagiarse del nuevo coronavirus.

Desde que se reportaron los primeros casos de covid-19 en Nicaragua, en marzo de 2018, la Iglesia Católica orientó cancelar misas o celebrarlas con la menor cantidad de feligreses  para evitar el contagio, pero el Gobierno de Daniel Ortega ha organizado procesiones y fiestas patronales, en un afán de aparentar que este país no pasa nada.

El pasado 24 de mayo los obispos de la CEN emitieron un mensaje pastoral en medio de la emergencia sanitaria por la covid-19 en Nicaragua, en el que sostienen que la población “está consciente de la fragilidad y vulnerabilidad en la que se encuentra el sistema de salud pública, la rapidez con que avanza el contagio, la verdad sobre el número de contagiados y muertes a causa del virus”, en momentos en que el Gobierno de Daniel Ortega persiste en minimizar el impacto de la enfermedad y aumentan las denuncias de familiares y fuentes médicas sobre los casos no reconocidos por la estadística oficial.

“Con nuestro pueblo estamos sufriendo su incertidumbre, dolor y muerte. El dolor y la impotencia conducen a la desesperación, familias que lloran a sus muertos sin una despedida, el temor y la inseguridad que sufre la población ante el silencio del Estado y la desinformación sobre el avance de la epidemia, el miedo o la imposibilidad de visitar los hospitales sufriendo las enfermedades en el silencio del hogar, la manipulación de la conciencia, coacción y oportunismo político en el manejo de la pandemia”, añadió el episcopado.

 

 

 

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