Organizaciones piden al Ejército que desarme a los paramilitares que operan en Nicaragua
Los paramilitares se movilizan a bordo de camionetas en Granada y se identifican por un pañuelo de color blanco en la mano izquierda. LA PRENSA/Cortesía
Organizaciones políticas pidieron en una carta al comandante en jefe del Ejército Nacional de Nicaragua, Julio César Avilés, que desarme a los paramilitares que actúan bajo la dirección del gobierno de Daniel Ortega y su esposa, responsables de asesinatos y atropellos a los derechos humanos a la ciudadanía en general en todo el país.
Las organizaciones plantean en la misiva que los paramilitares se han convertido en un “ejército de ocupación en el territorio nacional” y en ese sentido recuerdan el artículo 95 de la Constitución Política, que establece que “no pueden existir más cuerpos armados en el territorio nacional, ni rangos militares que los establecidos por la ley”.
“Ya es hora, y con pruebas suficientes, en las calles, barrios, municipios, departamentos, para que el Ejército de Nicaragua, proceda a desarmar a estos grupos armados, animados y mantenidos por la administración Ortega/Murillo, en complicidad de la policía. Demandamos de su responsabilidad, el orden, para evitar una descomposición social y militar que pueda desencadenarse en el país. La situación a la que nos ha llevado el señor Ortega es un peligro para la estabilidad social, política, económica y de soberanía del Estado-Nación”, expresa la carta de las trece organizaciones.
El Frente Amplio por la Democracia (FAD) también pidió al “Ejército de Nicaragua que cumpla con sus funciones constitucionales, para proceder a la desmovilización y desarme de los elementos que integran el cuerpo militar ilegal, organizado bajo el mando de las más altas autoridades del poder ejecutivo, el que está actuando como una banda criminal, propia del crimen organizado”.
Situación de emergencia
Desde el pasado 19 de abril que inició el conflicto social de protestas cívicas y pacíficas, el Ejército decidió abstenerse de participar en la situación de crisis socio-política, que ha dejado casi 300 muertos, según organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. Las organizaciones califican de “correcta” esta primera reacción de la fuerza armada, pero afirman que consideran que la situación ahora es más grave.
“Hoy día, el país asiste a una situación de emergencia, están operando en el país fuerzas armadas no identificadas, posiblemente órganos paramilitares, mismo, que se convierte en un ejército de ocupación en el territorio nacional. La Constitución Política y la ley en Nicaragua, le faculta a la institución Ejercito Nacional (EN), para defender al pueblo, de las agresiones, y desafueros de personas con recursos paramilitares. La institución que usted, dirige no puede, ni debe, declararse indiferente, ante una necesidad nacional. De ninguna manera, el Ejército Nacional, debe estar al servicio de un partido político, o de un grupo político en el poder. El Ejercito se debe a la Constitución y al pueblo de Nicaragua”, manifiesta la misiva.
Trece organizaciones políticas
Las organizaciones políticas que firman esta carta son: Movimiento de Acción por la República (MAR), dirigida por Mauricio Mendieta; Partido Acción Ciudadana (PAC), dirigido por Moisés Hassan; Voluntad Humanista Social Cristiana (VHSC), dirigido por José Dávila; Frente Unido Democrático (FUD), dirigido por Alfonso Freid; Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), dirigida por Luis Fley; Movimiento de Unidad Nacional y Resistencia Nicaragüense (MUN-RN), dirigido por Rafael Estrada; Movimiento de Militares en Retiro “4 de Mayo”, dirigido por Juan Francisco Centeno; Movimiento por la Revolución Social, dirigido por Ángel Hernández; Ruta por la Democracia, dirigido por Jorge Reyes; Movimiento Indígena de “Monimbó 19 de Abril”, dirigido por Jairo Pavón; Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN), dirigido por Gustavo Bermúdez; Agrupación de Ciudadanos y Abogados Democráticos, dirigido por Jaime Chavarría; Alianza Republicana Nacional (ARENA), dirigido por Guillermo Callejas.