Ortiz – Colombia: Gustavo Petro extravió temprano
En apenas un mes de su presidencia, el socialista del siglo XXI, Gustavo Petro, comienza a mostrar que la izquierda es buena para la oposición agitadora, pero precaria a la hora de gobernar.
Veamos algunos ejemplos del extravío petrista:
Uso de su toma de posesión para reivindicar al grupo comunista M-19, en el cual militó cuando joven.
Negativa de su gobierno a condenar en la OEA, los abusos crueles de la dictadura de Nicaragua.
Abierta defensa del despotismo cubano.
Intromisión contra el Poder Judicial argentino, en apoyo a Cristina Kirchner, juzgada por corrupción.
Intromisión contra el electorado chileno, por su rechazo al referendum que repudió el adefesio constitucional propuesto por la izquierda.
Desmantelamiento de los altos mandos militar y policial, con las consiguientes ventajas para la narcoguerrilla y otros delincuentes.
Plan de liquidación de la industria petrolera, precisamente en tiempos de crisis energética.
Repetición del error del presidente Santos de ubicar en La Habana la negociación de “paz” con el grupo terrorista ELN.
Reconocimiento de la narcodictadura venezolana y a Maduro como garante de las conversaciones de La Habana.
Anuncio de recortes presupuestarios al sistema de salud colombiano.
Anuncio de una Reforma Tributaria que castiga a los productores y a la clase media, sin redimir a los pobres.
Expropiación de las pensiones de los trabajadores (denunciada por el líder democrático Fico Gutiérrez).
Debilidad frente a las ocupaciones de tierras productivas, perpetradas por invasores simpatizantes suyos.
Velada intención de crear un caos que conduzca a una Asamblea Constituyente, que permita a Petro, como a Putin, Ortega, Maduro (y como antes fue el empeño de los Castro, Chávez, Morales y Correa), gobernar indefinidamente.
Todavía abrigamos la temblorosa ilusión de que Petro recapacite y se aleje de esa ruta de fracaso suyo y ruina para Colombia.
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