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Patricio Navia – Oposición: Tormenta en un vaso de agua

La oposición tiene mucho que perder si opta por iniciar una guerra civil a partir de esta votación de los diputados PDC. Porque su única estrategia exitosa hasta ahora ha sido el bloqueo y la obstrucción a las iniciativas del gobierno, debiera evitar perder la única arma que hoy posee: su mayoría parlamentaria.

A partir de las destempladas declaraciones de algunos líderes de izquierda, cualquier observador desprevenido hubiera pensado que el PDC traicionó sus principios y que Chile atraviesa por una profunda transformación de su sistema político. Pero la votación a favor de la idea de legislar la reforma tributaria de los diputados demócratacristianos en la comisión de Hacienda es mucho menos importante. La decisión es producto del pragmatismo y concordante con el sentido común. En vez de armar una tormenta en un vaso de agua, los partidos de izquierda deberían redoblar esfuerzos para articular un frente unido con el PDC que les permita usar la mayoría parlamentaria que hoy tienen para influir en la agenda legislativa del gobierno.

Desde que los chilenos dieron mayoría en el Congreso en noviembre de 2017 a una fragmentada agrupación de partidos de centro e izquierda, la gran incertidumbre en la política nacional es acerca de esa capacidad para influir . Durante el primer año éstos lograron ponerse de acuerdo para distribuirse los espacios de poder en el Congreso y bloquear importantes iniciativas del gobierno. Cuando quiso obstruir, la oposición pudo ponerse de acuerdo. Pero cuando hubo que decidir cuál era el modelo de país que aspira a construir, dejó ver las enormes diferencias que existen entre sus distintos partidos. Es verdad que el gobierno puso de su parte para facilitarles esa tarea al cometer errores no forzados, como pelearse con la sombra de Bachelet y olvidar explotar las diferencias que predominan en sus contrincantes.

A comienzos de 2019, la amenaza del Frente Amplio de abandonar el acuerdo para controlar la presidencia de ambas cámaras y de las comisiones llevó a varios líderes oficialistas a cantar victoria respecto a los vientos que soplarían en el Congreso este año. Pero a última hora la oposición renovó el pacto de control del Congreso que ha tenido al gobierno del Presidente Sebastián Piñera con minoría parlamentaria.

Ahora depende de la mayoría opositora que esta reforma salga del Congreso y llegue al escritorio del Presidente.

La insistencia del gobierno por forzar finalmente una votación sobre la idea de legislar su propuesta de reforma tributaria -enviada a fines de agosto- produjo en las últimas semanas un nuevo desencuentro en la oposición. Mientras algunos moderados en el PDC se inclinaban por la idea de aprobar la idea de legislar y así poder seguir negociando con La Moneda un acuerdo que permita mejorar la estructura tributaria, los partidos más izquierdistas estaban dispuestos a renunciar a conseguir un aumento de los impuestos a cambio de concesiones a favor del proyecto de Piñera. Para ellos, era más importante propinarle una derrota política al gobierno. Conscientes de que su mejor carta electoral para 2021 es la ex Presidenta Bachelet, que ha repetido varias veces que no quiere volver a competir, los partidos de izquierda parecen preferir el bloqueo que una estrategia propositiva que, por el momento, no se puede materializar en ningún candidato presidencial.

Las discrepancias en la oposición sobre cuál es la mejor estrategia para hacer frente al gobierno desembocó en esta diferencia sobre cómo votar ante la idea de legislar la reforma tributaria. Si bien el hecho que la oposición no se haya podido poner de acuerdo en cómo votar fue un triunfo para el gobierno -y le permitió mantener viva una reforma que se ha demorado mucho en sacar adelante y que ya ha sido modificada de forma sustantiva para lograr ganar apoyos en la oposición- difícilmente se puede hablar de derrota para la oposición. En la tramitación que se viene puede conseguir concesiones adicionales por parte del gobierno para aumentar los ingresos fiscales y financiar más programas sociales. En última instancia, la oposición todavía puede votar en contra de la reforma y bloquear su promulgación. Ahora depende de la mayoría opositora que esta reforma salga del Congreso y llegue al escritorio del Presidente.

Por eso resulta excesiva la reacción de algunos líderes de oposición ante esta decisión del PDC. No debieran olvidar que éste tiene la posibilidad de darle la mayoría al gobierno resguardando sus intereses partidistas e ideológicos —mientras que los otros partidos solo pueden darle la mayoría al gobierno perdiendo la capacidad de proteger sus intereses ideológicos— y por eso debieran ser especialmente cuidadosos de no alienar al PDC. La oposición tiene mucho que perder si opta por iniciar una guerra civil a partir de esta votación de los diputados PDC. Porque su única estrategia exitosa hasta ahora ha sido el bloqueo y la obstrucción a las iniciativas del gobierno, la oposición debiera evitar perder la única arma que hoy posee, su mayoría parlamentaria. Para eso, todos deben asegurarse de mantener la amistad cívica.

 

 

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