Periodista española secuestrada por el ELN comparó a la guerrilla con Nicolás Maduro
Salud Hernández-Mora fue puesta en libertad ayer y aseguró que durante su cautiverio la trataron de forma correcta
La periodista española Salud Hernández-Mora, liberada ayer por el ELN tras casi una semana secuestrada, afirmó hoy que durante su cautiverio hubo «una serie de juegos» por parte de las autoridades que no entendió.
La noticia del secuestro fue tapa de los diarios del mundo la semana pasada, cuando tanto los gobiernos de Colombia como de España habían expresado su preocupación al respecto y habían mostrado su predisposición a ayudar a la investigación para dar con el paradero de la cronista.
Si bien en un momento el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos , había advertido que tenía dudas sobre la situación de Hernández, que creía que no había sido secuestrada, ayer el misterio se develó con las declaraciones de la propia protagonista, que aseguró había sido capturada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Sobre sus días con la guerrilla, Hernández dijo hoy en RCN Televisión: «No entiendo todas las especulaciones, comprendo que hasta que no haya confirmación no se actúe, pero hubo una serie de juegos que no entendí».
Hernández-Mora, corresponsal en Colombia del diario El Mundo de España y columnista del periódico El Tiempo de Bogotá, aseguró que «en la zona se sabía que era un secuestro».
La reportera se encontraba en la convulsa región del Catatumbo realizado un reportaje, cuando se perdió el contacto con ella el pasado sábado. Desde entonces, el gobierno confirmó que se encontraba en manos del ELN pero no habló de un secuestro.
Unas horas antes de la liberación, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, reconoció que en el Ejecutivo no tenían claro si el caso era «desaparición, desaparición forzada o secuestro», pero sí que el ELN había «cometido un delito contra la libertad de las personas».
Sin embargo, la periodista española aseguró que quiere «dejar todo eso aparte» porque no cree que «sea bueno» y «genera desconfianza«. Además, explicó que no se preocupó por el hecho de que los operativos del Ejército pudieran dificultar su liberación, si bien le «daba pesar que pudiera morir un soldado» o uno de los muchachos de 16 y 17 años que, según relató, la estaban «cuidando».
«Me daba pena que les pasara algo por mí», destacó la periodista, que agradeció el esfuerzo de todos los militares que sin conocerla trabajaron por conseguir su liberación y pusieron en riesgo sus vidas.
Preguntada por los guerrilleros que la mantenían secuestrada, Hernández-Mora afirmó que había dos menores de edad, pero la mayoría tenían más de 20. Con los dos menores conversó y les dijo que «sería bueno que se desmovilizaran», pero agregó que «uno no tiene tiempo suficiente para convencerlos».
Asimismo, comentó que «hubiera sido una lástima que hubiera caído (en un combate) alguno de ellos».
Durante las conversaciones que mantuvo con los jóvenes, les dijo que a ellos no les iba a «denunciar», puesto que culpa de que estén en las filas del ELN a su Comando Central (COCE). «No hay derecho de que pongan en riesgo la vida de su propia gente, soldados y policías por un error estratégico» como considera su secuestro, agregó.
La periodista también aseguró que todos los guerrilleros que la custodiaban «eran correctos«, si bien «unos más queridos y otros menos». En cualquier caso, opinó que «el secuestro no tiene justificación de ningún tipo» y agregó que es «injusto que obliguen al Estado a gastar tantos recursos en una acción así».
Sobre cómo fue secuestrada, aclaró en diálogo con el diario colombiano para el que trabaja que el ELN la engañó. «Pensaba que iba a una entrevista y cuando llegué a la entrevista me dijeron que me iba a quedar con ellos por unos días. Obviamente, si yo hubiera llegado a saber eso, pues digo que no. Que me quedo cuando concertemos una entrevista, pero no cuando ellos quieran».
Asimismo, dijo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz: «Además con tantos grupos, incluso a ellos también les parece muy difícil. Es complejo porque son muchos problemas sociales los que hay, y porque es un grupo que tiene una manera de pensar que es muy difícil de cambiar. Son ideas preconcebidas que no tienen un sustento real. Es como hablar con Maduro . Vaya usted a negociar con Maduro.».
«No son los únicos culpables pero el secuestro es un crimen», apostilló la periodista que quiso rendir homenaje a todos los que lo han sufrido, y agradeció de nuevo a la comisión de la Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo que la recibió tras su liberación.
El Catatumbo es una convulsa región fronteriza en la que tienen una fuerte presencia las guerrillas de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como un pequeño reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), al que el gobierno considera una banda dedicada al narcotráfico.
Además, operan en la zona bandas criminales de origen paramilitar, así como grupos de narcotraficantes.