Periscopio Chile: La pandemia del hambre
Nuevamente en Chile se vivieron momentos de protestas, esta vez debido al hambre ocasionada por la falta de empleo por el Covid-19 y a la falta de medidas económicas y sanitarias por parte del gobierno de Piñera.
El pasado 18 de mayo se cumplen siete meses desde que Chile despertó de un largo letargo, y comenzó el estallido social en el país. Esta semana la consigna que se tomó las calles sobre todo de las comunas más pobres del país fue la falta de alimentos para la gente, lo que se reflejó a través de una intervención artística durante la noche del día lunes en el edificio de telefónica en el centro de la capital.
La palabra “hambre”, así de simple y sencilla, pero directa, corta, clara y, por sobre todo, con un significativo y relevante mensaje, fue lo que a un costado del edificio de telefónica se proyectó, fotografía que fue viralizada de inmediato en las redes sociales, captando la atención de muchos por lo simbólico del mensaje.
Curiosamente luego de la intervención artística con la palabra “hambre” en el edificio telefónica y que dicha manifestación artística tuviera un alto impacto en redes sociales y en los medios de comunicación en general, al otro día se registró un operativo para impedir la posibilidad de exhibir mensajes en dicho edificio, una clara y evidente censura. Una fuerte iluminación bloqueaba la posibilidad de proyectar cualquier mensaje en el edificio.
Y hablando de hambre, el presidente Sebastián Piñera anunció en cadena nacional la entrega de 2,5 millones de cajas de alimentos, que si le ponemos cifras solo alcanza para el 35% de los hogares chilenos, ni siquiera para el 40% de los hogares más vulnerables.
Muchos se preguntaron qué hay detrás de la entrega de cajas de alimentos. La pregunta es ¿por qué el gobierno no entregó mejor un subsidio a través del Banco Estado, por ejemplo?, así cada cual compra lo que requiere y necesita sin tener que el Estado implementar la compra de 2,5 millones de canastas de alimentos. Hay muchas interrogantes al respecto, por ejemplo ¿quién será el proveedor?, ¿a quién el estado le entregará la compra? A los mismos de siempre…
El presidente habló en su discurso de celeridad y rapidez en las medidas de protección social; en ese sentido, es un grave error, uno más de este gobierno de implementar las cajas de alimentos, que es la vía más difícil, menos ágil y más lenta.
No se juega con el hambre de muchas familias. Se nota que no saben lo que es sufrir de hambre. Lo que primero la gente se pregunta es ¿dónde retiro la caja de alimentos? Y ante las consultas de muchos de cómo será la implementación, tanto de los medios de comunicación como de alcaldes y de la oposición, el presidente ha contestado que comprarán los alimentos “a granel”. Que es casi lo mismo que decir que no tiene la menor idea de cómo lo harán. Una vez más los chilenos y chilenas ya estamos acostumbrados a que se gobierne con la improvisación y a costa de la gente, y esta vez de los que más lo necesitan.
Con estas medidas, las familias de escasos recursos tendrán que salir a las calles a trabajar y buscar el sustento para poder comer. En ese sentido, hogares chilenos que viven de ingresos informales, no podrán realizar cuarentena con subsidios que en promedio no superan el 50% de la línea de la pobreza, más una caja de alimentos. Saldrán a buscar dinero como sea y tendrán que exponer su salud y la de otros para poder llegar a fin de mes con algo para comer.
¿No hubiese sido mejor que en vez de entregar una caja de alimentos el gobierno aumentara el Ingreso Familiar de Emergencia, por ejemplo, que es la ayuda económica para las familias que reciben ingresos informales, y que han visto disminuidos estos recursos debido a que no pueden trabajar a causa de la emergencia producida por el virus Covid-19?
Los anuncios del presidente una vez más son cuestionados e insuficientes para la emergencia que están viviendo millones de chilenos y chilenas. Las medidas son cinco: la distribución de 2.5 millones de canastas de alimentos; acelerar la entrega de capital de trabajo para pequeñas empresas; iniciar un programa de salud mental; expandir la red de residencia sanitarias y entregar información desagregada por comuna.
Mientras, el Covid -19 no da tregua a Chile, ya superó la cifra de más de 500 fallecidos y más de 53 mil personas contagiadas.