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Periscopio Chile: Un paro orquestado de camioneros que ejerció presión y violencia, y dejó a un país desabastecido en plena pandemia

 

Una semana duró el paro de camioneros; tras llegar a un acuerdo con el gobierno, se suspendió el movimiento nacional que ejerció presión y violencia, cortó carreteras, paralizó puertos, provocó el alza de precios en productos de primera necesidad, como frutas y verduras, escasez de combustible y desabastecimiento en todo el país en tiempos de pandemia, y en pleno toque de queda. Con un gobierno que una vez más no ejerce su rol ni el Estado de derecho, y no aplica la Ley de Seguridad Interior del Estado en medio de un país declarado en “Estado de catástrofe”.

Es para no creerlo. Una huelga de camioneros que tiene lugar en medio de un “Estado de catástrofe”, ya que Chile en marzo el gobierno la decretó tras los efectos de la pandemia del Covid-19, que hizo que se restrinjieran las libertades de movimiento y reunión, y obligaba a las autoridades de gobierno a asegurar los bienes esenciales, es decir, productos de primera necesidad a los ciudadanos chilenos.

Chile y el mundo están en plena pandemia y crisis sanitaria. Chile llega a cerca de 16 mil muertos, muchas ciudades siguen en cuarentena, hay toque de queda y, así y todo, parece increíble que los camioneros, es decir, los dueños de los camiones, ejercen violencia y presión al gobierno, con un petitorio irrisorio, y más encima colapsando a un pueblo en pandemia, jugando con la vida de millones de chilenos y chilenas.

Infringen el toque de queda sin ningún asco, ya que se viralizaron los videos donde se veía a transportistas en paro haciendo asados en las autopistas, no dejando pasar a camiones, haciendo un control a estos exigiendo las guías de lo que transportan y obligándolos a tocar bocinas. En otras imágenes haciendo barricadas, fiestas y bailando con mujeres en bikinis en las autopistas, obstaculizando el paso a las ambulancias y a los camiones que transportaban productos de primera necesidad. Cabe preguntarse dónde estaban la policía y el ejército, si en pleno toque de queda camioneros se dan el lujo de obstruir el libre acceso de personas y vehículos. Esto no tiene nombre, en plena crisis sanitaria es irresponsable, pero sobre todo es criminal no hacer nada.

Realmente es para no creerlo, viven en otro mundo. Cabe preguntarse ¿quiénes son estos señores? El grupo de camioneros en paro es muy pequeño. Según cifras de ellos mismos, no son más de un 10% de todos los camioneros de Chile. El movimiento es liderado por Sergio Pérez, presidente de la Confederación Nacional de Transporte de Carga, CNTC, quien estuvo en tiempos de campaña en el comando del actual presidente Sebastián Piñera y tiene a su cargo 36 organizaciones transportistas a lo largo de todo el país. Entre ellas las más conocidas son: Fedenorte, Fedesur, Fedemaule y Fedequinta.

CNTC es una confederación que el año 2012 se desafilió del gremio Chile Transporte, que también la integra José Villagrán, presidente de Fedesur (afiliada a la CNTC), quien fue candidato a senador por la Unión Demócrata Independiente, UDI, partido oficialista. Saque usted sus propias conclusiones.

Tras los hechos pareciera que existiera una complicidad entre el gobierno y este paro de camioneros en plena pandemia y en “Estado de catástrofe” y toque de queda. Si es cosa de analizar el contenido en las declaraciones de prensa, donde no se ve ningún enfrentamiento, al contrario, pareciera que hubiese una complicidad. “Vamos a estrangular las carreteras”, amenazó el presidente de la Confederación Nacional de Transporte de Carga, CNTC, Sergio Pérez, y el gobierno a través del ministro del Interior y Seguridad Publica, Víctor Pérez, le contesta “las interrupciones que se han realizado son absolutamente parciales”, y sigue el líder del movimiento “el paro no es contra el gobierno, es contra el Estado”, y el gobierno contesta:“ han cumplido en 90% con hacer una manifestación pacífica y sin cortes”… después de la circulación de videos obstaculizando el transporte de bienes y servicios básicos:” Ellos ofrecieron una manifestación pacífica que lamentablemente ha ido mutando a ciertos indicios de desabastecimiento y ciertos indicios de bloqueos de carreteras, cosa que habían prometido no realizar”, si esas declaraciones no son complicidad alguna, juzgue usted mismo qué son.

Si desmenuzamos el petitorio que exigen los camioneros que se cumpla en 48 horas, son las mismas 13 leyes que quiere aprobar el gobierno de Sebastián Piñera, que tienen relación con la prevención, persecución y sanción de delitos. Esto a raíz de la serie de ataques que se han producido en la región de la Araucanía (600 kms al sur de Santiago), donde se mantiene un foco de tensión constante por el reclamo de tierras por parte de varias comunidades mapuches.

El presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile, (CNDC), Juan Araya, la más grande y antigua del país, tiene una visión totalmente distinta de los camioneros en paro. Esta entidad no forma parte de la paralización ni tampoco del gremio Chile Transporte, que agrupa a las grandes empresas, en ese sentido, solo una de las tres agrupaciones del sector exige el petitorio. “No puede ser que un dirigente salga a decir que no se va a mover un kilo de arroz, ni un kilo de azúcar, ni los remedios. Eso es terrorismo. Eso no se puede hacer, no nos podemos dar un gustito amenazando de esta manera… Son caprichos y el señor Villagrán, una vez más, comete el mismo error que cometió al salir de La Moneda. No podemos hacer el juego a estos grupos ultras, estos grupos en la Araucanía quieren que paremos los camioneros”, declaró Juan Araya.

Para muchos esto no es paro de camioneros, sino de algunos de los dueños de los camiones. Para el presidente del Sindicato de Choferes de Camiones, José Sandoval, “este es un paro de los empresarios, de repente se confunde a los choferes con los dueños de los camiones”.

Lo que hicieron algunos de los dirigentes de camiones es una vez más extorsionar al gobierno y amenazar con radicalizar la toma de carreteras y, lo que es peor, no dejar pasar y atacar a otros camioneros que no se han plegado a esta ilegal ocupación de las autopistas. La tolerancia del gobierno con el quebrantamiento del Estado de Derecho en pleno Estado de catástrofe es impresentable y su complicidad es aún más reprochable. Toda vez que se está obstaculizando las carreteras afecta la provisión de bienes y servicios básicos para chilenos y chilenas, y lo que más duele es que estamos en mitad de una pandemia; es decir, no solo se afectan las normas generales del orden público de un país y su Estado derecho, sino que también las medidas dispuestas por la autoridad sanitaria. Y esto no se puede aceptar, ya que se esta jugando con la vida de millones de personas… esto no es juego, no es un chantaje más, ni un montaje más, ni un petitorio más de exigencias, ni gustitos personales, no estamos en tiempos de jugar con la vida de los chilenos y chilenas… y esto no lo podemos tolerar…

 

 

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