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Periscopio Cono Sur – Chile en pandemia: Un Gobierno en deuda con sus ciudadanos

Estimados lectores:

Para América 2.1 es un placer presentarles el primer envío -su frecuencia será semanal- del «Periscopio Cono Sur», que se une a los ya conocidos Periscopio Venezuela y Periscopio Cuba, en nuestro afán de suministrarles la mejor información y el mejor análisis posibles de la realidad política, económica, social y cultural, con especial énfasis en América Latina.

El Periscopio Cono Sur será producido por la licenciada Vanessa Sabioncello García; a continuación una breve reseña curricular: «periodista de la Universidad Andrés Bello y Magíster en Gestión de la Comunicación Política y Electoral de la Universidad Autónoma de Barcelona. Especializada en comunicación y marketing político y corporativo. Integrante de la Organización de  Consultores Políticos de Latinoamérica, OCPLA. Periodista y productora de programas de TV y conferencista en Chile y el exterior en seminarios de marketing político, y de internet en campañas electorales. Autora del Manual de Campaña Electoral de la Fundación Konrad Adenauer, coautora del Libro Comunicando con Identidad sobre Políticas Públicas exitosas y docente de la Cátedra Campañas Electorales en la Universidad Miguel de Cervantes».

¡Mil gracias, Vanessa, y te damos la bienvenida a América 2.1 -americanuestra.com!

 

América 2.1

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Chile en pandemia: Un Gobierno en deuda con sus ciudadanos

Si hablamos de tiempo de pandemias, Chile ha tenido que enfrentar varias pandemias en su historia. Y no solo sanitarias. Una de ellas es la corrupción de sus más prestigiosas instituciones. En ese sentido, y en tiempos de Covid -19, el viernes pasado Carabineros de Chile emitió una orden de compra por 326 pares de aros de perla al valor de $15 millones de pesos, es decir, $46 mil pesos chilenos el par. El Presidente de Chile Sebastián Piñera también la semana pasada se paseó y se tomó una fotografía en plena Plaza de La Dignidad, (encuentro de las personas en Santiago para protestar en Chile), en cuarentena, generando variadas reacciones. En plena crisis del Covid -19, el Presidente decide cambiar el equipo de comunicaciones de La Moneda (casa de Gobierno), que había asumido hace tres meses. También, la semana pasada, el Gobierno que primero no había apoyado la ley sobre postergación de pagos de permiso de circulación, termina mandando un veto sustitutivo para arreglar las falencias de la ley. Las Isapres (sistema de salud privada en Chile) suben sus planes de salud en plena pandemia; el Gobierno e Isapres llegan a un acuerdo para postergar en tan solo tres meses el alza, a pesar de que las ganancias son multimillonarias -solo el 2019 ganaron 9 mil millones- y así suma y siguen los errores políticos de un gobierno que cumplió dos años en marzo.

Si hablamos de economía, frente a los anuncios para enfrentar tiempos difíciles por el Covid-19, los partidos de oposición consideran que las medidas hasta ahora tomadas por el Gobierno son insuficientes. Dada la gravedad de la situación que enfrentamos, la existencia de un plan fiscal proactivo es todavía una tarea urgente y pendiente.

El Estado debe tomar todas las medidas necesarias lo antes posible. Sin colaboración social no saldremos bien parados de esta grave situación, sin un Estado activo, solidario y que enfrente a los especuladores que trafican con la necesidad de las personas. Es así como los insumos básicos han subido el doble y hay productos relacionados con el Covid-19 que han subido en un 400 por ciento.

Existe el convencimiento compartido entre economistas y políticos de que, si hay un momento en que se justifica endeudarse para afrontar una crisis, es el que estamos viviendo. Chile siempre ha tenido un comportamiento previsor y moderado en su economía asumido por años; en ese sentido, es una de nuestras principales fortalezas para enfrentar el Covid-19.

Existe en el Presupuesto Nacional en la partida del Tesoro público un programa llamado Fondo de Estabilización Económico y Social, con bonos en el extranjero en su mayoría, que se creó precisamente para estos efectos. No hay necesidad de andar haciendo burradas, ni inventando nada. Incluso un aumento de la deuda Pública es aceptable; muchos economistas lo están recomendando y consideran que el déficit fiscal puede aumentar para superar la crisis.

Entre las medidas concretas que debe abordar el Gobierno sobresale una: la de resguardar los ingresos de las familias, a través de una renta básica de emergencia o de seguro familiar. En materia de propuestas económicas la oposición ha sido categórica, enfática y bien específica al momento de entregar soluciones económicas: Convergencia Progresista ha calculado un seguro familiar y un subsidio al desempleo que costaría 1,9 puntos del Producto Interno Bruto, PIB, por tres meses; lo que coincide con los cálculos del Partido Demócrata Cristiano, PDC, que estima que asegurar el ingreso familiar con aportes directos del Estado, para que 10 millones de chilenos reciban 100 mil pesos al mes por al menos tres meses, costaría aproximadamente 1,3 puntos del PIB.

Hay una profunda preocupación por la forma en que el Gobierno de Chile y algunas autoridades están llevando adelante el manejo de esta pandemia, tanto por datos contradictorios, agresiones a través de los medios, denuncias y acciones insuficientes en momentos en que el país requiere de tranquilidad y certezas, y de la esperanza de que el sistema de salud responderá a tiempo y en forma.

Hay incertidumbre y miedo en los chilenos y chilenas a perder su trabajo. Sin embargo, cuando chilenos y chilenas manifestaron su preocupación por el dictamen de la Dirección del Trabajo y la autorización a no pagar salarios, no hubo instancias ni diálogo por parte de la oposición con el Gobierno; en vez de ello nos vimos insertos como testigos de una pugna entre el Ministro de Salud, Jaime Mañalich y la Alcaldesa de unas de las comunas más grandes de la región Metropolitana, de la coalición de Gobierno, Cathy Barriga, acusándose mutuamente de mentirosos a todo evento hasta el día de hoy.

 

Cathy Barriga y Jaime Mañalich

 

En relación al trabajo, los chilenos y chilenas han tenido que enfrentar y solventar con su propio seguro de cesantía su realidad económica; de esta forma, son las propias familias las que están enfrentando con su seguro de cesantía esta emergencia. ¿Por qué no cambiar esta lógica de mercado e implementar transferencias directas a las personas como lo han hecho otros países, a través de un bono por ejemplo? Estoy segura que una medida así es la que espera el pueblo chileno para enfrentar esto con la mayor firmeza posible.

Dicen que el Presidente no escucha a nadie y que se asesora solo, menos va a escuchar a los alcaldes que están en el terreno escuchando las demandas de la ciudadanía; al contrario los emplaza y los critica a través de los medios de comunicación. Ellos están lidiando con la realidad de la población, ellos son receptores de denuncias y reclamos de los hospitales y consultorios desprovistos de elementos para enfrentar esta pandemia: sin camas, sin ventiladores mecánicos, sin elementos de seguridad suficiente para los funcionarios de la salud, quienes nos defienden día a día de esta pandemia.

Si hablamos de números la realidad es que de los casi US$12 mil millones anunciados, sólo 4.500 son gasto real. O sea, un 1,5% del PIB. Estamos ante una crisis de las que ocurre una o dos veces en el siglo, por lo cual hay que actuar con firmeza, convicción y decisión. Perfectamente se puede llegar a un 5% del PIB, en el entendido que esos recursos no son sólo gasto fiscal, sino que también garantías para que la economía y en particular el sistema crediticio funcionen.

También, un programa de rentas a toda la población que se quede sin ingresos hasta finalizada la urgencia sanitaria. La prioridad deben ser las y los trabajadores de Chile y sus familias.

Es necesario que la banca otorgue facilidades efectivas a las Pymes y empresas afectadas, no sólo para la renovación de sus créditos, sino además para la ampliación de esos créditos.

En tiempos de pandemia y en tiempos de crisis hay que ser estratega, algo que definitivamente le hace falta al Gobierno de Chile y al Presidente.

 

Unidos contra la pandemia

Un documento firmado por diez partidos de oposición (PR, PS, PPD, RD, Convergencia Social, Comunes, PC, PFRVS, Progresista y PDC) da a conocer la opinión opositora sobre cómo enfrentar la pandemia.

Texto de la declaración pública:

“Hoy la máxima prioridad de todos debe ser la salud de las personas y eso requiere que las familias puedan quedarse en sus casas, sin el agobio de no poder llegar a fin de mes. También es imprescindible que una vez pasada la crisis sanitaria, sus trabajos no hayan desaparecido… se requiere un plan fiscal proactivo y de la envergadura que la profundidad de la crisis demanda”.

“El momento que vive el país requiere amplia colaboración entre todas las chilenas y chilenos, sus representantes y autoridades por lo que llamamos a que el Gobierno abra un diálogo franco con representantes de trabajadores y trabajadoras, asociaciones gremiales y todas las fuerzas políticas del país, con especial atención a las necesidades que han puesto sobre la mesa los municipios, para impulsar un plan económico que permita extremar políticas de testeo, control, cuarentena y aislamiento, haciendo prevalecer el sistema público y la solidaridad en las acciones de salud, ya que la desigualdad en el acceso, profundiza las diferencias, y que evite la especulación en los insumos”.

“1. Resguardar los ingresos de las familias a través de una Renta Básica de Emergencia, Seguro Familiar u otro instrumento. Proponemos un programa de rentas a toda la población que se quede sin ingresos hasta finalizada la urgencia sanitaria”.

“2. Aliviar los gastos de las familias a través de la postergación de pagos y prohibición de corte de los servicios básicos mientras dure la emergencia sanitaria. A su vez la postergación, sin intereses, de cuotas de créditos hipotecarios, estudiantiles u otras contraídas con Bancos e instituciones financieras, casas comerciales, etc.”.

“3. Proteger a las PYMES, empleos y economía, evitando una recesión más profunda y duradera, por lo que proponemos el ingreso con urgencia de un Proyecto de Ley de apoyo estatal a las empresas en período de crisis. Éste debe incluir préstamos con aval del estado a todas las pequeñas y medianas empresas”.

“4. Cuidar los empleos prohibiendo el despido de trabajadores y trabajadoras y de ser necesario, salvando empresas estratégicas o de importancia para el país de la quiebra, evitando efectos negativos en el resto de la población mediante inyección de recursos a cambio de adquisición por parte del Estado de participación en el mayor valor de dichas empresas rescatadas”.

“5. Hoy es cuando debemos ocupar de manera enérgica e incluso agresiva nuestra capacidad fiscal y el Gobierno contará con nuestro apoyo legislativo para llevarlo adelante, aumentar la deuda y hacer mayores retiros de los distintos fondos que tiene el Estado. La actual posición de Chile permite endeudarse para reducir los costos sociales de la crisis sanitaria. Una vez pasada ésta, es necesario un nuevo pacto fiscal progresivo para reducir el mayor déficit fiscal que se generará. Pero si no se actúa con audacia hoy, el gasto futuro será mayor y vendrá acompañado de dolorosos costos sociales”.

 

 

 

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