Periscopio Panamá / Panamá al mejor estilo de Los Hermanos Coen
Para América 2.1 es un placer poder entregar hoy a nuestros lectores el primer número del «Periscopio Panamá», realizado por el querido amigo y conocedor de la realidad panameña, Edelberto Díaz. ¡Bienvenido a nuestra página!
Seguimos siempre pendientes de poder ofrecer más y mejores informaciones según los objetivos que nos guían desde nuestros inicios.
América 2.1
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A los 154 días de haberse detectado el primer caso de Covid-19 y declararse el estado de pandemia en la República de Panamá, el panorama nacional es una interesante combinación de eventos, con la existencia de personajes en ocasiones excéntricos y una trama de historias complejas, al mejor estilo posmoderno de la cinematografía de «Los Hermanos Coen».
Ayer se dio la noticia sobre el fallo de la sala penal rechazando la casación que declara «no culpable» al expresidente Ricardo Martinelli; los magistrados señalaron que los recursos presentados contra el fallo del Tribunal carecieron de sustento fáctico, entre otras fallas. Lo que hace que el «supuesto villano», demonizado por la prensa en los últimos años, adquiera una imagen celestial de divinidad inmejorable.
En Guatemala sus dos hijos, Ricardo y Luis Enrique Martinelli, fueron capturados el pasado 6 del Julio en el país centroamericano cuando intentaban viajar en un vuelo privado hacia Panamá, después de más de un año de permanecer en paradero desconocido para las autoridades locales. Su arresto obedece a una solicitud de extradición emitida por los Estados Unidos, bajo los cargos de lavado de dinero.
Al expresidente Martinelli aún le quedan casos por resolver ante la justicia, presenta una inestable condición de salud y cuenta con una notoria popularidad que acuña para la posteridad la inconcebible frase de “robó, pero hizo”.
En el istmo se persiste en los paseos por la pasarela judicial de funcionarios de alto perfil de la pasada administración, numerosos son los casos. El de mayor relevancia sin duda y para no perder la recién adquirida costumbre de hacer a los expresidentes subir y bajar escaleras, es el caso del expresidente Juan Carlos Varela, quien intenta transmitir una imagen de transparencia y cooperación con el proceso que se le realiza por supuestos fondos recibidos de la empresa brasileña Odebrecht.
A pesar de transitar por un ambiente lleno de cuestionamientos sobre su gestión como líder del órgano ejecutivo, este se mantiene ecuánime y aparenta tener control de la situación; solo queda esperar por el debido desenlace de esta historia, a la cual aún le quedan varios actos y todavía es precoz tener claro cual será el destino que tendrá el exmandatario panameño. Se puede apreciar una campaña orquestada en su contra circulando rumores falsos de su persona, como es el caso de la reciente cancelación de su visa norteamericana, lo que fue desmentido en un articulo en la prensa local y confirmado por la misión diplomática de los Estados Unidos en Panamá hace unos días.
Al actual gobierno presidido por Laurentino Cortizo, hasta ahora no le ha tocado más que ejercer su mandato en tiempos de pandemia mundial. Puede que este elemento cuente a su favor, ya que no hay referente de mandatos en pandemia para poder comparar su actuación, pero la realidad indica que el actual poder ejecutivo, judicial y legislativo, han contado con numerosos contratiempos y cambios bruscos de timón, algo que es lógica consecuencia del período de adaptación que se requiere para manejar por las virulentas vías que atraviesa el país.
El presidente y su equipo de trabajo insisten en priorizar en sus intervenciones el periodo post pandemia, dejando sentir que pudieran estar descuidando el hoy por priorizar un mejor mañana. Un profético plan estratégico que ayudará a salir exitosamente al país en audaz recuperación económica, lo que muchos asocian con bellos cantos de sirenas, quizás por la incapacidad de no poseer la visión del presidente y su equipo de trabajo.
La semana pasada Medianas Empresas de Panamá informó que más de 40 mil empresas no podrán subsistir. Toca hacer un balance entre la salud y economía, la realidad es que ya no soportan más tener las puertas de sus negocios cerradas. No se vislumbra con exactitud qué tiempo tomará mejorar los indicadores de contagios y fallecidos a causa del mortal virus.
Estas noticias provocan fuertes criticas de diferentes sectores de la sociedad panameña hacia el poder ejecutivo, pero la realidad es que la economía ha sido secuestrada por la pandemia.
Ninguna de las cifras que se escuchan son alentadoras, por lo que muchos estamos preocupados por lo que podríamos estar viviendo en muy corto plazo y esperamos que el plan estratégico del presidente y su equipo de trabajo tenga la efectividad necesaria para salir de esta contingencia lo más pronto posible.
También es importante resaltar la baja credibilidad que existe en la población para aceptar la veracidad de la información que se le ofrece a través de la prensa y en los comunicados oficiales que realiza el gobierno. Es muy probable que hoy tengamos una respuesta ciudadana a las excesivas e inescrupulosas manipulaciones de la información por los distintos medios de comunicación, lo que muchos reconocen que han sido empleados como herramienta para fines que no necesariamente honran el apego a la verdad de los hechos. Por lo que es hora de pensar en salir a rescatar la responsabilidad de los medios de difusión y su imperativo papel en la sociedad, ya que es posible que el cuarto poder genere o entre en una inesperada crisis provocada por el incorrecto uso que se le ha estado dando a este importante recurso.
Como dije antes, solo esperamos que pronto salgamos de este inmovilismo y podamos poner nuestros motores en marcha gracias al anhelado final feliz que tanto nos gusta.
