Una encuesta en la que han participado científicos de todo el mundo y de la que se hace eco The Economist revela que España está entre los países en los que los políticos han escuchado menos los consejos de los investigadores durante la epidemia de la covid-19.
El estudio, que ha sido publicado por las sección de salud pública de Frontiers, una publicación especializada en publicar trabajos científicos en distintas áreas, ha contado con una encuesta a la que ha respondido personal científico en instituciones de más de treinta países para evaluar cual ha sido la respuesta académica a la epidemia. El sondeo ha contado con las opiniones de más de 25.300 editores y autores de publicaciones científicas y se desarrolló durante los meses de mayo y junio.
Una de las principales conclusiones ha sido que los políticos no han tenido suficientemente en cuenta los consejos científicos a la hora de implementar políticas contra la pandemia.
España, una vez más entre los peores
Pero además, España está entre los países en los que menos caso se habría hecho a los científicos, según los propios investigadores consultados. Concretamente, es el cuarto en el que más científicos se muestran descontentos por el trato recibido desde los políticos que han gestionado la epidemia, el 45% de ellos, mientras que sólo el 33% opinaba que sí se ha tenido en cuenta lo suficiente la opinión de los investigadores.
Si se tiene en cuenta el porcentaje de científicos satisfechos España ocupa el puesto 25 en la lista de 31 países; si la clasificación se hace teniendo en cuenta el tanto por ciento de los descontentos seríamos el quinto clasificado, sólo por debajo de Estados Unidos, Chile, Brasil y Reino Unido, curiosamente países que tienen también un alto número de fallecidos por millón de habitantes, si bien ninguno de ellos tiene cifras tan elevadas como España que, si se tienen en cuenta las cifras reales, es el de mayor incidencia en todo el mundo.
Entre los países que mejor parados salen en la encuesta están muchos de los que han logrado superar con buena nota la epidemia, como Nueva Zelanda y Grecia, que son los dos mejor clasificados, o Dinamarca —quinta—, Alemania —sexta— o Corea del Sur, que ha sido séptima.
Otros buenos resultados pueden considerarse más sorprendentes, como el de Argentina, en cuarto lugar, o tener explicaciones que vayan más allá de lo puramente científico, como el de China, que es tercera. También llama la atención el éxito de Portugal, que es décima, y la posición en la mitad superior de la tabla de Suecia —decimocuarta—, que ha seguido una estrategia completamente divergente de la de casi todos los países del resto de Europa.
¿La ciencia era sólo Fernando Simón?
El resultado de España, para el que se han tenido en cuenta las respuestas de 900 científicos, el sexto país más representado del estudio, llama poderosamente la atención por su contraste con la propaganda oficial, que siempre ha hecho referencia a que las decisiones del Gobierno se tomaban de acuerdo a los consejos «científicos».
Tanto el presidente del Gobierno como el ministro de Sanidad han asegurado estar siguiendo las instrucciones de los científicos en prácticamente todas sus intervenciones públicas, si bien no se ha llegado a conocer nunca los nombres de los investigadores que estaban asesorando al Ejecutivo y, de hecho, Salvador Illa tuvo que reconocer que el famoso «comité de expertos» de la desescalada no existía.
Así, da la sensación —y más aún después de los datos de este estudio— que el único consejo científico que han seguido Sánchez e Illa ha sido el de Fernando Simón, que no puede ser considerado un científico, y su equipo en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.