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Rafael Rojas: La revocación presidencial en América Latina

Se debate por estos días la propuesta de revocación del mandato presidencial que han hecho diputados de Morena a la Comisión de Puntos Constitucionales. Si la propuesta gana, es muy probable que se introduzca ese mecanismo de democracia directa en las elecciones intermedias de 2021. Eso daría a dichas elecciones una competitividad mayor que la prevista.

Es curioso: hace apenas unos días el presidente López Obrador se quejaba de la manipulación que Donald Trump hacía del tema fronterizo en un proceso electoral que se volvía continuo. Decía el presidente que ya no había plazos intermedios entre una elección y otra en Estados Unidos, que Trump estaba siempre en campaña. Algo parecido podría suceder en México.

Es importante analizar la experiencia reciente de la revocación en América Latina. Lo primero que salta a la vista es que, como sostienen sus partidarios, el mecanismo no está necesariamente ligado a la reelección. En países latinoamericanos, como Perú y Colombia, la revocación de mandato se aplica en autoridades regionales y locales desde los años 90. Según algunos estudios, en Perú, desde 1993, se han realizado más de 5000 referéndums revocatorios y cerca de 2000 funcionarios han sido destituidos.

La cifra impresiona, sobre todo, si se compara con otros países como Estados Unidos y Suiza, con tradiciones más viejas de aplicación de mecanismos de democracia directa. Sin embargo, académicos como Fernando Tuesta Soldevilla de la Pontificia Universidad Católica del Perú, consideran que, a nivel regional o local, esos referéndums han sido positivos para la consolidación institucional de la democracia peruana en las tres últimas décadas. En algunos casos, como el famoso de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, en 2013, ella fue confirmada pero la mayoría de sus regidores removidos, por lo que el gobierno mantuvo su continuidad.

Otra cosa es la revocación de mandato a nivel presidencial, porque ahí los plebiscitos pueden contribuir a la polarización, a la interrupción del gobierno o a la construcción de hegemonías aplastantes. Los tres casos más recientes en América Latina son los de los gobiernos bolivarianos de Venezuela, Ecuador y Bolivia. Las tres constituciones, la venezolana de 1999, la ecuatoriana de 2008 y la boliviana de 2009, establecieron la revocación presidencial, aunque en el caso boliviano el mecanismo fue introducido antes de la Constitución misma.

En Venezuela se produjo un referéndum revocatorio en 2004, tras una negociación entre el gobierno de Hugo Chávez y la oposición, respaldada por la OEA, la ONU y el Centro Carter. Chávez ganó con 59% y a partir de entonces consolidó y radicalizó su régimen político. En Bolivia fue el propio Morales quien propuso el revocatorio de 2008, que ganó con 67%. Una consecuencia inmediata de ambos procesos fue que en los dos países se estableció la reelección indefinida. Pero eso no tendría que pasar a fuerzas en México. 

 

 

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