Rafael Rojas: ¿Neoliberalismo contra socialismo?
Hay una visión ideologicista del conflicto en América Latina, perfectamente incrustada en algunos medios, que parte la región en dos: una izquierda “socialista” y una derecha “neoliberal”. Ese relato binario está montado desde hace dos décadas, como reemplazo discursivo de la Guerra Fría, pero con la derrota del kirchnerismo en Argentina y el triunfo de la oposición parlamentaria en Venezuela, vuelve a machacarse en medios impresos y electrónicos de la izquierda más rígida.
La idea de que toda derecha latinoamericana es neoliberal es falsa. Gobiernos de derecha o de centro, desde los 2000, como los de México, Colombia, Perú o Costa Rica, dejaron de aplicar políticas desreguladoras y monetaristas, como las de los proyectos privatizadores de Menem, Fujimori, Salinas o Color de Mello en los 90. No sólo eso: de acuerdo con la mayoría de los organismos internacionales, en todos esos países el gasto público en derechos sociales creció considerablemente en la primera década del siglo XXI.
Según un conocido informe de la CEPAL, en 2008, los seis países que habían logrado reducir más la pobreza eran, entonces, Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica y México, en ese orden, con índices de entre 70% y 100% de avance en la contracción del sector de más bajos ingresos. El único de esos países que había sido gobernado por una izquierda cercana al bloque bolivariano a principios de los 2000 es Brasil, donde Lula da Silva llegó al poder en 2003.
Pero tanto en la política económica como en la social, el gobierno de Lula como los de Lagos y Bachelet en Chile y Vázquez y Mujica en Uruguay, siguieron pautas muy diferentes al llamado “socialismo del siglo XXI” o “bolivariano”, encabezado por Hugo Chávez en Venezuela. También Evo Morales y Rafael Correa, en Bolivia y Ecuador, mantuvieron la administración de su macroeconomía fuera del paradigma del incremento de la centralización estatal, el subsidio y la inflación.
Ni la derecha latinoamericana es fundamentalmente neoliberal, ni la izquierda es mayoritariamente socialista, si por socialismo se entiende el comunismo castrista o el neopopulismo chavista. El choque entre socialismo y neoliberalismo, como eje de la política latinoamericana, es ficticio porque, a diferencia de los 90, la derecha no es contraria al gasto público y la izquierda no es antimercado. La categoría de socialismo confunde a comunistas y populistas y la de neoliberalismo oculta la identidad capitalista de la propia izquierda.
A nivel de gobiernos y oposiciones prácticamente ya no existen las derechas que apuestan todo a la privatización o las izquierdas estadocéntricas. Sin embargo, entre movimientos sociales y ciertas bases de la izquierda autoritaria, sea ésta de tradición populista o de tradición comunista, sigue siendo exitosa la indistinción entre neoliberalismo y capitalismo o la identidad entre socialismo y comunismo. Es en esas zonas del extremismo latinoamericano donde la antinomia socialista/ neoliberal sigue teniendo sentido.
Rafael Rojas es autor de más de quince libros sobre historia intelectual y política de América Latina, México y Cuba. Recibió el Premio Matías Romero por su libro «Cuba Mexicana. Historia de una Anexión Imposible» (2001) y el Anagrama de Ensayo por «Tumbas sin sosiego. Revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano» (2006) y el Isabel de Polanco por «Las repúblicas de aire. Utopía y desencanto en la Revolución de Hispanoamérica» (2009).