Ramón Peña / En pocas palabras: ¿Qué mora en Vielma?
“El mayor mal en el mundo es cometido por seres insignificantes, sin motivo y sin convicciones…”
Hanna Arendt
Los manuales corporativos para situaciones de crisis prescriben que ante perdidas de vida en accidentes u otras circunstancias trágicas, la primera declaración del vocero de una corporación debe ser de condolencia para los seres queridos de la víctima o las víctimas. Un gesto tan natural y humano que en verdad no necesita la recomendación de un manual. El pasado 5 de este mes de junio, una tachirense, la señora Jenny Elizabeth Ortiz Gómez, mientras buscaba a su hijo menor de edad en una zona comercial de San Cristóbal, fue asesinada de perdigonazos en el rostro disparados a quemarropa por un oficial jefe de la Policía del Táchira. En su primera declaración las palabras del Gobernador José G. Vielma Mora fueron: “¿A quién se le ocurre estar en esa área un domingo a las 8:00 pm?”
A comienzos del año pasado este mismo gobernador había declarado: “Han dicho que la policía ha disparado, lo cual es totalmente falso, si ocurre un solo disparo yo pongo a la orden el cargo como gobernador, yo no estoy de acuerdo con la violencia … yo voy a lanzar flores, palomas, globos y canciones”. Pero pocos días después, el 23 de febrero de 2015, el estudiante Kluiverth Roa, de solo 14 años y quien no participaba de una protesta de ese día, era asesinado de un disparo a quemarropa por otro policía del Táchira. En esa ocasión el mandatario comentó: “Se trata de un hecho aislado…”
Sea el momento para recordar que Hanna Arendt, al observar las declaraciones de Adolf Eichmann durante su juicio en Israel, concluía de este siniestro personaje: “(…) es un mediocre y maquinal burócrata (…) Eichmann no es Mefisto (…) es aterradoramente normal (…) renunció a la capacidad de pensar, no hace juicios morales…”