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Raúl Castro se retira del gobierno. Miguel Díaz-Canel es el único candidato a la presidencia de Cuba

El primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, asiste el miércoles 18 de abril de 2018, en La Habana (Cuba), a la sesión constitutiva de la IX legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), que será la encargada de elegir al próximo presidente de la isla, en sucesión de Raúl Castro. Alejandro Ernesto EFE

Cuba tendrá un nuevo líder a partir del jueves y su apellido no será Castro. El primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel fue propuesto como el único candidato a la presidencia de Cuba en la sesión de la Asamblea Nacional de este miércoles.

Con ello se acaba la incertidumbre sobre quién sustituirá al actual gobernante Raúl Castro, cuyo último día al frente del gobierno fue el miércoles.

Ni Castro ni ningún miembro de su familia formará parte del nuevo Consejo de Estado.

Como primer vicepresidente fue propuesto Salvador Valdés Mesa, actual vicepresidente y ex líder del único sindicato legal en Cuba, la Central de Trabajadores de Cuba. También se propusieron otros cinco vicepresidentes: el comandante Ramiro Valdés, el actual Ministro de Salud Pública Roberto Tomás Morales Ojeda y tres mujeres: la actual vicepresidenta y contralora general Gladys María Bejerano, Inés María Chapman, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, y Beatriz Johnson Urrutia, presidenta del gobierno en la provincia de Santiago de Cuba.

Valdés, de 85 años, es el único miembro de la generación de líderes históricos que se mantiene como vicepresidente, mientras se confirma el retiro de José Ramón Machado Ventura.

El canciller cubano Bruno Rodríguez se mantiene en el Consejo de Estado. Una ausencia significativa es Marino Murillo, exministro de Economía y vicepresidente que estaba a cargo de la implementación de la política partidista para «actualizar el modelo económico cubano».

En su último pleno del Partido Comunista como jefe de gobierno, Castro se refirió a los «errores y deficiencias» en la aplicación de la «actualización del modelo económico y social cubano«, una reforma inspirada en los modelos chino y vietnamita cuyos resultados han sido mucho más mediocres.

Los resultados de la votación no serán anunciados hasta este jueves. Cada candidato solo necesita la mayoría de votos para ser electos. Habitualmente, la Asamblea ratifica todas las propuestas de candidatos.

Los 605 diputados elegirán al nuevo Consejo de Estado y su presidente a partir de propuestas previamente decididas por una comisión, cuyos miembros entrevistaron a cada uno de los diputados para recoger opiniones en un proceso «ampliamente democrático», dijo Gisela Duarte Vázquez, presidenta de la Comisión de Candidaturas Nacional.

Pero la comisión solo propuso un candidato para cada puesto y los diputados solo pueden votar sí o no.

Duarte dijo que para la confección de las propuestas se había tomado en cuenta la voluntad de Castro, quien había dicho que quería retirarse luego de dos mandatos al frente del gobierno. Castro sustituyó a su hermano Fidel temporalmente, cuando este enfermó en el verano del 2006. Luego, fue ratificado al frente del gobierno por la Asamblea en el 2008.

Duarte también dijo que se había seguido el principio de una «transferencia [de poder] paulatina y ordenada a las nuevas generaciones», lo que justificaría tanto el nombramiento de nuevas figuras en el Consejo de Estado, como el joven director del periódico Juventud Rebelde, Yoerkys Sánchez Cuéllar, así como el mantenimiento de Guillermo García Frías, de 90 años, quien se esperaba que pasara al retiro pero aparece entre los nominados.

No hubo muchas sorpresas en los candidatos para presidir la Asamblea Nacional. La comisión reeligió a su actual presidente, Juan Estaban Lazo Hernández, y a su vicepresidenta, Ana María Mari Machado.

La sesión se inició con un aplauso al actual gobernante Raúl Castro y un “pase de lista” de los 605 diputados que se inició simbólicamente con el nombramiento de Castro y luego del primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, quien estaba sentado a la izquierda de Castro y durante meses se especuló podría ser su sucesor. Se espera que Castro, de 86 años, se mantenga al frente del Partido Comunista.

La sesión constitutiva de la nueva asamblea se adelantó un día «para facilitar el desarrollo de los pasos que requiere una sesión de tal trascendencia», reportó el periódico del Partido Comunista Granma. El evento ha sido cuidadosamente organizado para que su inicio coincida con «el natalicio 199 del Padre de la Patria» y «el aniversario 57 de los heroicos combates en defensa del socialismo frente a la invasión mercenaria organizada por el imperio».

Los resultados de la votación serán dados a conocer el jueves 19 de abril, cuando el gobierno cubano conmemora «la primera derrota del imperialismo en América», frente a un fallido intento de desembarco por Bahía de Cochinos de tropas de exiliados cubanos con apoyo del gobierno estadounidense en 1961. Se espera que el nuevo jefe de gobierno aproveche el simbolismo para definir su posición ante Estados Unidos, en un momento de gran tensión en las relaciones.

Durante la Cumbre de las Américas celebrada en Lima, Perú, el canciller cubano Bruno Rodríguez utilizó el derecho a réplica para contestarle al vicepresidente estadounidense Mike Pence y decirle que estaba «mal informado», rechazar sus «referencias insultantes a Cuba y a Venezuela» y recordarle el «vacío moral» del gobierno de EEUU.

En las calles de la isla, sin embargo, el histórico cambio en la cúpula del poder ha sido recibido por algunos con apatía.

«Yo no veo mucho televisor», contestó un joven al diario independiente 14ymedio que salió a preguntar a los cubanos qué sabían de los candidatos a presidente y qué esperaban de las elecciones. Otra joven contestó que no conocía a ningún candidato y que no votaría por ninguno.

“El cubano normal no está preocupado por eso, ni habla de ese tema. Nada va a cambiar. La gente del barrio no habla de eso porque sacan la cuenta de que son los mismos” en el poder, dijo el rapero cubano Raudel Collazo a el Nuevo Herald. “La gente se queja pero sigue en la misma inercia”.

En la Florida, un coro de políticos cubanoamericanos denunciaron el nombramiento de Díaz-Canel a quien compararon con Osvaldo Dorticós, quien fuera presidente entre julio de 1959 y diciembre de 1976, mientras Fidel Castro era el primer ministro y el verdadero hombre fuerte de la revolución.

«Hoy, el régimen de Castro ha nombrado otro títere», declaró el congresista republicano Mario Díaz-Balart. «El mismo ejército cubano que ayer controlaba férreamente al turismo y la economía los sigue controlando hoy. Raúl Castro sigue siendo jefe del único partido ‘legal’ … El nombramiento de hoy del nuevo Dorticós es una coña (farsa)».

Opositores y políticos de Estados Unidos y de América Latina llevan meses insistiendo que en Cuba no ha habido elecciones libres para escoger a un nuevo presidente sino una «transición fraudulenta» que no traerá cambios democráticos a la isla en el corto plazo.

«No hay transición porque la estructura de poder es la misma, el organismo rector de la sociedad cubana, según reza la constitución castrista, es el Partido Comunista. Raúl Castro sigue como secretario general del Partido Comunista», comentó Orlando Gutiérrez, líder de las organizaciones de exiliados cubanos Directorio Democrático Cubano y Asamblea de la Resistencia Cubana.

Previo a la VIII Cumbre de las Américas, un grupo de exmandatarios de América Latina y España pidieron a los gobiernos de la región que “desconozcan las elecciones presidenciales convocadas por la dictadura” cubana.

Asimismo pidieron «no reconocer como legítimos y supuestamente electos a los nuevos delegados de la Asamblea Nacional, al nuevo Consejo de Estado ni a su presidente, por no representar la voluntad popular”.

Siga a Nora Gámez Torres en Twitter: @ngameztorres

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