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 Raúl Ochoa Cuenca:   Delcy y Nicolás ¿ otro crimen de lesa humanidad ? 

 

Leo en la prensa de hoy que el gobierno de Venezuela anunció haber adquirido 12 millones de dosis de una vacuna candidata a ser aprobada primero por las autoridades científicas de la República de Cuba y posteriormente por la Organización Mundial de la Salud OMS.

Veamos por lo tanto algunos aspectos que por lo menos nos deben llamar la atención.

1.- La probable vacuna anti  Covid,  llamada  Abdala, aún está a la espera  hoy 26 de abril del 2021 de la aprobación por las autoridades científicas cubanas, lo que me parece muy sospechoso, dado que es una dictadura.  Nadie  podría  creer  la fábula por la cual en ese régimen  pueda haber ni en sueños  una división de poderes  administrativos  ya que todo, absolutamente todo, depende de los que decida el dictador o uno de sus acólitos.

Me refiero  al Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos (CECMED) de  La Habana, Cuba. «El intercambio con la OMS/OPS ha sido constante durante todo el proceso» y el diálogo, «permanente», aseguró este jueves el director de Ciencia e Innovación del grupo estatal Biocubafarma, Rolando Pérez, en una rueda de prensa para informar sobre el desarrollo de las dos potenciales vacunas y los próximos pasos tras conocerse sus datos preliminares de eficacia. No obstante el optimismo de este burócrata las autoridades científicas cubanas están mudas.

2.- ¿Cómo pueden llegar a tal grado de irresponsabilidad que compran 12 millones de dosis de una vacuna anti Covid de la cual la OMS no ha recibido ni la solicitud de aprobación? Ya que el Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos (CECMED) de Cuba le informaba a la Agencia de noticias EFE el 25 junio que  este organismo de control científico cubano al día de hoy no ha certificado la fulana vacuna.

Obviamente el riesgo que  se corre en Venezuela, así como las consecuencias  es doble,  el primero el de mayor importancia,  como es el de la aplicación de esta vacuna sin las autorizaciones necesarias para nuestra atribulada población y en segundo lugar,  pero tampoco de subestimar,  lo cual es el costo económico el cual como es normal  en ese régimen putrefacto debemos calcularlo en dos segmentos, el primer es lo que corresponde al costo real del bien, en este caso la vacuna y un segundo segmento , el cual es para la banda de Miraflores el único importante y que es nada más y nada menos lo que corresponde a las comisiones que se van a embolsillar,   sin importarles que estén manchados con  la sangre de un noble y manso pueblo.

Según algunos  colaboradores de la justicia americana, sujetos venezolanos que negocian la rebaja de sus penas ante la justicia americana  y quienes están encausados por participar en el festín del asalto a Venezuela,  han confesado  que  normalmente el “sobre precio”  puede alcanzar hasta un 300 %  del precio real del bien.

Ahora brevemente  miremos las dudas que genera esta candidata a ser catalogada como  vacuna, inclusive por las autoridades sanitarias de la isla.  La información que transcribo la tomo del blog de Yoany Sánchez, en la página 14ymedio.com,  una de las pocas fuentes informativas serias en la Isla de José Martí:

«Por otra parte, en los territorios en riesgo, incluida La Habana, se realiza un estudio de intervención sanitaria con Abdala y Soberana 02, los dos candidatos vacunales contra el Covid más avanzados de los cinco desarrollados por Cuba. Sin embargo, no han recibido aún la autorización para el uso de emergencia por parte del Centro para el Control Estatal de Medicamentos (CECMED), luego de haber anunciado que Soberana 02 presenta una eficacia del 62% y Abdala, de más del 92%, en la última fase de ensayos clínicos entre ellos unos vacunados con tres dosis de Abdalá».

Todo esto significa que o simplemente han comprado a los socios cubanos de la banda de Miraflores  12 millones de dosis de la vacuna  sin ninguna garantía de eficiencia,  o lo que seguramente es peor, parte del convenio es utilizar al pueblo que antes se llamaba de a pie, y ahora  “el pueblo descalzo”  para seguir experimentando sus vacunas a las cuales ni siquiera los cubanos  mismos hasta el día de hoy 26 de junio, lo reitero, la han certificado.

Imaginemos caros lectores cuán lejos se encuentra la certificación de la Abdalá  de la OMS.

No obstante todos estos vicios cargados de indecencia e inmoralidad, ruego a nuestro Dios todo poderoso,  que si estas son las vacunas que los bárbaros de la banda de Miraflores decidieron para nuestro pueblo,  que Abdalá  sea tan eficaz como la mejor.

 

Raúl Ochoa Cuenca en Anfi del Mar, el 26 de junio del 2021.

 

 

Fuentes: www.14ymedio.com, www.Elpitazo.com     www.France2.com  Agencia de noticias EFE.                               y archivo personal del autor.

 

 

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