Rusia asume la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU
Durante abril, la delegación rusa será la encargada de gestionar la agenda de trabajo y de presidir las reuniones del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
Rusia asumió este sábado la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, una responsabilidad que ocupará por un mes y que es fundamentalmente protocolaria, reportó la agencia EFE.
Durante abril, la delegación rusa será la encargada de gestionar la agenda de trabajo y de presidir las reuniones del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, a cuyo frente se coloca cada mes un Estado miembro en base a una rotación por orden alfabético.
Uno de los principales beneficios del puesto radica en la posibilidad de organizar sesiones especiales sobre asuntos que considere particularmente importantes. En el caso ruso, está previsto que el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, viaje a Nueva York para presidir al menos dos de estos encuentros. Una de esas reuniones estará centrada en el respeto a la Carta de Naciones Unidas y otro abordará el conflicto palestino-israelí, según han adelantado fuentes diplomáticas.
El programa oficial, que se aprobará y presentará el próximo lunes, está repleto en todo caso de encuentros rutinarios sobre los distintos conflictos y cuestiones de las que se ocupa el Consejo, independientemente de quién lo presida.
Para Ucrania ver a Rusia al frente del órgano más importante de la ONU supone «un mal chiste», según dijo esta semana su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba. «Rusia usurpó un asiento, está llevando a cabo una guerra colonial, su líder es un criminal de guerra reclamado por la CPI (Corte Penal Internacional) por secuestrar niños», dijo Kuleba a través de Twitter.
En un artículo de opinión reciente, el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, subrayó que la Presidencia da a Rusia un verdadero poder. El funcionario recordó que la última vez que Rusia ocupó dicho cargo fue cuando inició la invasión a su país. Por esa acción, defendió, hay base legal para excluirla de ese puesto, e incluso para expulsarla del Consejo de Seguridad.
A finales de enero, Rusia no logró mantener a puerta cerrada una sesión del Consejo de Seguridad que, a petición de EEUU, abordó la crisis en Ucrania. Ello permitió a Washington y otros miembros del mecanismo criticar a Moscú, y esto dio lugar a un duro enfrentamiento.