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Se abre el misterioso baúl de Verdi que quiso que quemaran después de morir

Se presenta en Parma un tesoro escondido del genio italiano: 5.434 páginas autógrafas de bocetos, cartas y apuntes

El tesoro escondido de Giuseppe Verdi (1813-1901) dejará de ser un misterio. Finalmente se podrá entrar en el corazón del proceso creativo del más famoso de los compositores italianos, en sus intuiciones y correcciones, dudas y certezas. Todo ello se encuentra en 5.434 páginas autógrafas de esbozos y borradores, cartas y apuntes, subdivididas en 17 sobres custodiados en un robusto baúl de viaje de color verde oscuro, construido en Chicago por la Marshall Field a finales del siglo XIX, en la Villa Verdi de Sant’ Agata, la residencia del compositor, en Villanova sull’ Arda, en la provincia de Piacenza.

Las publica integralmente el Instituto de Estudios Verdianos en el nuevo número de su anuario, presentado este martes 29 de enero en Parma, ofreciendo una anticipación la revista italiana «Classic Voice». Cabe destacar que cuando el representante del ministerio de Bienes Culturales, el superintendente Mauro Tosti Croce, accedió por primera vez a estos documentos, el 10 de enero 2017, se quedó impresionado con sus ojos fijos sobre un folio donde Verdi había escrito: «Quemad todos estos papeles».

Innumerables secretos

 

Estos apuntes, nunca leídos anteriormente, se refieren a todas las creaciones de Verdi, desde la ópera «Luisa Miller» a todas sus grandes obras maestras, desde «La Traviata» a «Rigoletto», desde«Aida» a «Don Carlos». Estas páginas autógrafas han sido catalogadas y estudiadas por primera vez por la musicóloga Alessandra Carlota Pellegrini, exdirectora del Instituto de Estudios Verdianos, y por Francesca Montresor, que han ofrecido detalles de su amplio trabajo en la revista «Classic Voice».

Son innumerables los secretos de composición que se desvelan, entre ellos las cancelaciones e indecisiones en la elaboración de la parte musical del «Credo» de Jago en «Otello», y una versión de la Fuga de «Falstaff» diversa de la que se escucha normalmente, igualmente sorprendentes son las modificaciones en «Ballo y maschera».

Se han restaurado todos los documentos que lo necesitaban y se han completado con la descripción analítica, procediendo a su digitalización para ponerlos a disposición online.

De la existencia de «un tesoro secreto» de manuscritos musicales verdianos , custodiados en un mítico baúl en Sant’ Agata se especulaba desde hace años entre los estudiosos y musicólogos. Pero solo en junio 2015 «Clasic Voice» publicó por primera vez el elenco completo de las cinco mil páginas, muchas de ellas inéditas, pero sin poder acceder a su contenido. La campaña de la revista para lograr que fuera accesible este inestimable patrimonio continuó en marzo 2016 con la publicación de una carta abierta firmada por 50 nombres prestigiosos de la música (Barenboim, Metha, Domingo, Gatti, Pappano, Pollini, Accardo) y de la cultura (Cacciari, Fo, Veronesi), dirigida al ministro de Bienes Culturales y al presidente de la República.

Disputas de los herederos

 

Verdi murió en 1901, sin hijos. Había tenido dos de su primer matrimonio, que vivieron pocos años, y adoptó a una sobrina, Filomena. De generación en generación, los herederos (Carrara Verdi), que son cuatro y en disputa entre ellos, han custodiado el baúl en Sant’ Agata, en la villa donde Verdi pasó, desde 1851, gran parte de su vida adulta, junto a su segunda mujer, Giuseppina Strepponi. Los herederos, por razones nunca aclaradas, impidieron que los documentos vieran la luz, una actitud muy criticada. Al final, el ministerio venció las resistencias, porque la Constitución italiana, en su artículo 9, tutela el patrimonio histórico y artístico, obligando a verificar la conservación y cuidado de los bienes archivados, incluso los que están en posesión de privados, permitiendo incluso su expropiación.

Alteración de sus obras

 

Este patrimonio cultural es de un valor único, de relevancia mundial, que los estudiosos esperaban desde hace mucho tiempo que viera la luz. A partir de ahora, será más difícil «meter mano» y cambiar algunas obras de Giuseppe Verdi. A este respecto, el maestro Ricardo Mutti, 77 años, considerado «el rey de Verdi» entre los directores de orquesta, por ser el que más profundamente lo ha estudiado, manifestó: «Las ejecuciones verdianas más difundidas contienen partes cortadascambios de la tonalidad arbitrarios por parte de los cantantes, modificaciones del texto y de los dictados prescritos por el autor. Considero un ultraje meter mano a las obras de los genios musicales. Verdi se lamentó en una carta a Ricordi:Hay solo un creador y es el compositor –escribió Verdi-. No permito a otros alterar lo que he compuesto’». A partir de ahora, tras desvelarse el baúl de los misterios del compositor y hacerse público en internet, cabe suponer que se alteren menos las obras maestras del genio italiano.

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