Cultura y Artes

Todos los secretos de Leonardo da Vinci en la mayor exposición del año

La exposición que el Museo del Louvre dedica a Leonardo pasará a la Historia por su ambición y, probablemente, por el número de visitantes: antes de que se inaugure ya se han vendido 182.000 entradas

Hay que verla. La exposición que el Museo del Louvre dedica a Leonardo da Vinci pasará a la Historia. A los cinco cuadros de su colección, el museo parisino ha sumado préstamos extraordinarios que suman 120 obras sumando dibujos, manuscritos, etc… Ha restaurado tres óleos, ha estudiado las obras pigmento a pigmento con nuevas técnicas y ha reformado la sala donde se exhibe la Gioconda, fuera de la muestra temporal.

Tienen ustedes hasta el 24 de febrero. Antes, no olviden reservar sus entradas por internet. Es obligatorio aunque usted tenga un superpase gratuito. Las puertas del Hall Napoleón abren hoy jueves pero ya hay 182.000 reservas. Aquí les resumo algunas razones para venir a saludar al genio de Vinci.

1.- VERROCHIO.

Empecemos por el maestro del genio. Estamos ante La incredulidad de Santo Tomás, escultura de Verrochio en cuya concepción participó Leonardo. Verrochio fue «el responsable del lenguaje estético de los Medici», resumió Francesco Caglioti, experto en arte florentino. De él tomó Leonardo el gusto por el estudio del detalle. Lo prueban los 10 dibujos de telas, virtuosas imágenes de ondulaciones, lomas iluminadas, valles en sombra.

Una tela endurecida con cera que servía de modelo de estudio se enseña como ejemplo de la técnica. Vasari cuenta en su Vida de Leonardo que éste modelaba figuras en tierra y las recubría con telas impregnadas en arcilla. Leonardo apareció por el taller de Verrochio, el más floreciente de la época, en 1464, cuando tenía 12 años.

Cierra este primer capítulo, Paisaje del valle del Arno, primer dibujo datado de Leonardo. En la escritura especular que empleaba Da Vinci, dice: «Día de Santa María de la nieve, el quinto día de agosto de 1473». Los expertos afirman que «intentó captar el movimiento del gran salto de agua…».

2.- LA LIBERTAD.

Así han denominado los dos comisarios este tramo. Son Vincent Delieuvin y Louis Frank, especialistas de la pintura italiana del XVI.

¿Por qué «libertad»? Porque Leonardo necesita negar la forma para atrapar el movimiento. Él lo llamó componimento (composición) inculta. Los comisarios lo relacionan con la tendencia a no acabar los cuadros. «Se da cuenta, hacia los 25 años, de que las formas acabadas están muertas. Experimentando, percibe la potencia de una pintura que no está perfectamente terminada», dice Delieuvin. Aquí está para probarlo el San Jerónimo penitente (e inacabado) del Vaticano.

Acabamos de ver otro préstamo notable, la Madona Benois, una virgen con niño, prestada por el Ermitage de San Petersburgo. Sirvan esta dos obras para comentar una de las aportaciones de la muestra: las reflectografías infrarrojas. Así podemos conocer que en la madona Benois, la virgen y el niño fueron acercados en la versión final o que el San Jerónimo del Vaticano fue dibujado desnudo y luego vestido con un manto.

Estamos ya ante el «retrato de una dama de la corte de Milán» que Ingres bautizó erróneamente con el nombre de una amante de Francisco I, la belle Ferronière. Leonardo revoluciona el retrato femenino. Por la posición y la mirada de la dama.

La madona de las rocas. Dmitry Kostyukov para The New York Times

 

Antes de irnos de esta sala, nos detenemos ante la Virgen de las rocas que, como todos los leonardos del Louvre, salvo la Gioconda, han abandonado la Gran Galería por la penumbra de estas salas. El genio de Vinci está ya en Milán al servicio de Ludovico Sforza, para el que organiza fiestas. Pinta La última cena en el refectorio de un convento que tanto impresiona a Luis XII de Francia, conquistador de Milán.

3.- HOMBRE DE CIENCIA

Esta sección reúne páginas de todos los códices que se conservan de Leonardo. Aquí están todas sus pasiones, de la anatomía a las matemáticas, de la botánica a la cosmología, del detalle de un cráneo hasta el helicóptero. En una esquina está una de las estrellas de la exposición, El hombre de Vitruvio. El dibujo llegó en avión el sábado, tras no pocos problemas políticos y jurídicos, procedente de Venecia.

El delicado ‘Hombre de Vitruvio’.GABRIEL BOUYS

 

Es tal la fragilidad del papel que, tras ocho semanas de exposición, deberá permanecer oculto a la luz durante… ocho años. Leonardo, en busca de las relaciones aritméticas y geométricas que debían regir a los seres vivos dio con el libro III de Vitruvio. Corrigió los valores del hombre inscrito en un círculo y un cuadrado: el pie medía la séptima parte de la altura.

4.- EL MOVIMIENTO

Hombre abierto a la innovación, Leonardo hizo suya una técnica llegada del Norte, el esfumato. Ínfimas capas de pintura translúcidas que difuminan los contornos dulcificando las transiciones entre luces y sombras en diferentes planos. Véase La virgen con el Niño y Santa Ana, restaurado para la ocasión por el Louvre.

«Leonardo, poco a poco, utiliza cada vez menos materiales, con transiciones casi imperceptibles de la sombra a la luz», en palabras del comisario Delieuvin. Comparte sala con otro prodigio, el San Juan bautista.

5.- SALVATOR MUNDI

Uno de los ruidos que han precedido a la apertura era el Salvator Mundi, comprado en subasta por 403 millones de euros en 2017 presumiblemente por Mohamed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí al que se implica en la muerte de Jamal Khashoggi. En su lugar hay un copia, llamada versión Ganay, que los expertos atribuyen a un alumno que habría obrado bajo la dirección del maestro. Su esfumato es menos sutil, sentencian.

6.- ¿Y LA GIOCONDA? BIEN, GRACIAS

En su sitio de siempre tras el veraneo en el ala opuesta. De paso, se ha reformado la sala que luce ahora unas paredes de un azul oscuro en lugar del tierra de Siena. A mis ojos de no experto, mucho mejor.

Pero claro, no podía faltar a esta cita. Así que un montaje en 3D permite al visitante que la esposa de Francesco del Giocondo te cuente (en español o chino) que tenía 24 años y cinco hijos cuando Leonardo la pintó en una logia. Si Leonardo levantara la cabeza… estaría encantado.

La exhibición del Louvre una a «Benois Madonna» (izquierda), del Museo Hermitage, en San Petersburgo, con «San Jerónimo penitente» (derecha), una obra inconclusa prestada por los Museos Vaticanos. Foto de Dmitry Kostyukov para The New York Times.

 

 

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