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Un tipo de cambio con el dólar de 1 por 24 pesos es irreal

Habrá que esperar a ver qué dicen los mercados informales, que serán los que reflejen realmente la cotización del peso cubano con el resto de divisas

Bien. Ya se despejó la incógnita. La gran noticia anunciada por todos los medios de la prensa oficial se ha desvelado: comienza la llamada tarea ordenamiento a partir del 1 de enero de 2021 y conocemos el tipo de cambio del peso cubano con el dólar, único y para toda la economía. No hay aplazamiento posible, ni tampoco dudas al respecto. La situación no da para más.

Con esta decisión, Raúl Castro y Díaz-Canel unen definitivamente sus destinos al poner en marcha un proceso del que se viene hablando mucho desde el verano, pero que se anunció en una fecha tan lejana en el tiempo como 2011.

A partir de ahora, el 1 de enero será una fecha para celebrar mucho más que el «triunfo de la Revolución». No cabe duda que es el último regalo envenenado de Fidel a su hermano. A partir de ahora, el 1 de enero será el triunfo de la «tarea ordenamiento», o quizás, no habrá que esperar mucho, para ver si realmente se convierte en un fracaso.

Díaz-Canel dedicó la primera parte de su discurso a dejar bien claro que esta es una decisión de todo el poder del Estado y Partido que rige el destino de los cubanos. Por si acaso

Díaz-Canel dedicó la primera parte de su discurso a dejar bien claro que esta es una decisión de todo el poder del Estado y Partido que rige el destino de los cubanos. Por si acaso.

En su repaso histórico citó el apoyo logrado del Buró Político del Comité Central del Partido, después en el VII Congreso del Partido, más tarde en la Conceptualización del modelo, donde se establecieron las transformaciones en el ámbito monetario, cambiario, tributario, crediticio, de precios, de salarios y de más ingresos de los ciudadanos.

Además, citó el Lineamiento número 40, que planteaba concluir el proceso de unificación monetaria y cambiaria como un paso decisivo en el «ordenamiento» monetario del país. Por si no fuera suficiente, la Estrategia Económica y Social 2020 lo ratifica como un elemento transversal en toda la economía cubana.

Al parecer, después de casi una década ha finalizado el proceso de elaboración de las normas jurídicas y la formación necesaria. Anunciar de este modo la medida, con especial relevancia, y no recurrir a una Mesa Redonda para hacerlo, pone de manifiesto que las autoridades juegan fuerte en esta última oportunidad que tienen para enderezar el rumbo de la economía.

No se va a criticar en este texto la decisión de avanzar en la unificación monetaria y cambiaria de la economía cubana, porque es hora de que se lleve adelante la supresión del CUC, la absurda moneda ficticia creada por Fidel Castro, y con ello, la recuperación del peso cubano histórico como única moneda de curso legal. La decisión es adecuada, apunta en la dirección correcta de la soberanía monetaria del país, y tenía que haberse producido hace años.

Sin embargo, lo que no se va a renunciar es a realizar un seguimiento y análisis de las decisiones de política económica que adopte el régimen, en particular, todo lo que implique generar distorsiones para la economía y empeorar el nivel de vida de todos los cubanos.

Se trata de un tipo de cambio especialmente diseñado para el sector empresarial, que hasta ahora aplicaba en sus cuentas la paridad del peso con el dólar y el CUC

Por ello, lo primero que se tiene que señalar es que la nueva tasa de cambio elegida para el peso cubano, 24 pesos cubanos por 1 dólar, no es la más adecuada, ni tampoco indica una «alta devaluación» como dijo Murillo en una de las mesas redondas en las que asistió. Murillo mintió.

Se trata de un tipo de cambio especialmente diseñado para el sector empresarial, que hasta ahora aplicaba en sus cuentas la paridad del peso con el dólar y el CUC. Pero el salto de fe que supone pasar de CUC al CUP en el cambio general de los consumidores es una declaración inicial de que este tipo de cambio no va a durar mucho tiempo. Los cubanos a partir de ahora aplicarán al CUP con el dólar el mismo cambio que tenía la moneda que desaparece, el CUC.

Las autoridades han adoptado una decisión que trata de corregir las graves deficiencias del sistema empresarial estatal, pero existen dudas de que beneficie a los cubanos, en general. Se mantiene un statu quo artificial para el CUP que no va a durar mucho tiempo. Habrá que esperar a ver qué dicen los mercados informales, que serán los que reflejen realmente la cotización del peso cubano con el resto de divisas, la pregunta que hay que formular es: ¿realmente un dólar equivale a 24 CUP?

En el comunicado informativo de las autoridades ha quedado clara la apuesta por las empresas y el escaso interés en beneficiar a la población con el tipo de cambio del CUP. «El ordenamiento monetario también crea las condiciones para que el sistema empresarial pueda reaccionar positivamente incrementando los beneficios para todos sus trabajadores y para la sociedad».

Esta ha sido la prioridad de la decisión: dar oxígeno al sector empresarial estatal para que exporte y reduzca las importaciones, pero ya se verá realmente si estos movimientos tienen lugar con una devaluación como la aplicada, que ya estaba descontada por muchos. En realidad, una vez más, el interés colectivo de los cubanos ha pasado a un segundo plano. Enderezar el rumbo de este proceso con medidas intervencionistas y de control económico socialcomunista es un grave error.

Se reconoce que la amenaza de la inflación está a la vuelta de la esquina, y ello como consecuencia de las limitaciones de oferta que existen en la economía nacional y que no se van a corregir con el nuevo tipo de cambio

Díaz-Canel reconoció que la tarea ordenamiento «no está exenta de riesgos»y lo justificó, como siempre, con el bloqueo y porque la economía cubana no se encuentra en su mejor momento, así como el contexto mundial desfavorable. Se reconoce que la amenaza de la inflación está a la vuelta de la esquina, y ello como consecuencia de las limitaciones de oferta que existen en la economía nacional y que no se van a corregir con el nuevo tipo de cambio. Además, no se incluye medida alguna para mejorar los niveles de producción. Lo único que se advirtió es que se incrementarán las medidas represivas contra lo que denominó «precios abusivos y especulativos» sin indicar qué se entiende por ello. Hay que esperar lo peor.

Por ello, las autoridades han declarado en el comunicado: «Como siempre, seremos receptivos a los criterios de la población. Están creadas las condiciones que permiten asegurar que nadie quedará desamparado y que en Cuba socialista no se emplearán terapias de choque contra el pueblo», tal vez porque se temen lo peor y no lo quieren reconocer. Diaz- Canel debería saber que el desamparo puede venir como consecuencia de fijar un tipo de cambio del CUP con el dólar que no va a beneficiar, por ejemplo, a los receptores de remesas, e incluso al gasto de los extranjeros que puedan visitar restaurantes privados en el país.

Además, el dirigente comunista reconoció que la tarea ordenamiento «no constituye la solución mágica a todos los problemas de la economía». Hace bien en mostrar esta prudencia. Previsiblemente, esto no acaba aquí y los cubanos verán devaluaciones del tipo de cambio en los próximos meses, porque sostener con el estado actual de los fundamentales de la economía un tipo de cambio con el dólar de 1 por 24 pesos es irreal y no se sostiene desde ninguna perspectiva económica racional.

Con la entrada en vigor de la tarea ordenamiento, el significado de la fecha del 1 de enero ha cambiado a partir de ahora. ¿Es acaso esta la herencia de Raúl Castro?

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Nota de la Redacción: Este texto se publicó originalmente en el blog Cubaeconomía y se reproduce con autorización del autor.

 

 

 

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