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Una Bitácora Cubana

 

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Queridos lectores de América 2.1:

Hemos querido iniciar una nueva sección en nuestro blog. Su título indica sus intenciones y objetivos. Cada mes intentaremos, en lo mejor de nuestros esfuerzos, resumir los acontecimientos más destacados que suceden o que afectan a la patria cubana. A la que nos debe unir a todos, en el afán que compartimos cada día más cubanos de derogar las diferencias, las divisiones y los desencuentros alimentados desde el poder totalitario que aún gobierna en nuestra nación.

Hace pocos días se ha celebrado un año de la histórica decisión de los gobiernos cubano y norteamericano para iniciar el reencuentro diplomático de dos sociedades que nunca debieron desvincularse. La geografía y la cultura dictan hechos que ninguna realidad puede obviar, sin importar el tiempo transcurrido y las decisiones humanas. Compartimos en nuestro blog un excelente editorial de la revista Convivencia, del cual deseamos resaltar este párrafo (negrillas nuestras):

   “La diversificación de roles en la sociedad civil cubana es otro signo de que este año todos los sectores de la Nación han sido interpelados, en cierto sentido descolocados, y de que estamos en proceso de redefinición de estrategias, misiones, objetivos y métodos de trabajo, poniendo a prueba la capacidad de renovación, propuestas y creatividad de los cubanos. El incipiente tejido de la independiente sociedad civil cubana va respondiendo a estos desafíos y nuevos escenarios con lentitud y tanteos, pero sin duda, con conciencia de que su crecimiento e impacto social dependen de dos factores fundamentales: su apego y servicio a las necesidades de la gente y su capacidad de organización y visión de futuro para ubicarse en su misión específica y concentrada en uno de los múltiples y diferentes roles que una nación próspera y democrática necesita.”

 También se afirma, y  estamos de acuerdo, en que se asoman ya los inevitables choques entre lo nuevo y lo viejo y decadente, entre el cambio y la inercia (una inercia que ya ha comenzado un lento declive gracias a la decisión de ambos gobiernos). Si hay una crisis hoy en las fuerzas opositoras, es de crecimiento, de preparación para los tiempos nuevos, si bien, para algunos, la velocidad actual de cambio no sea suficiente. Es ciertamente comprensible esta postura.

Sin embargo, no podemos dejar de destacar la importancia de mantener la unidad de los esfuerzos disidentes. Su pertinencia se nos muestra en el ejemplo de los hermanos venezolanos, que dentro del respeto a la Constitución y enfrentados a la violencia, el ventajismo y la corrupción del régimen, le propinaron una dura derrota que se hace sentir no sólo en ese país, sino en el resto del continente, y obviamente en nuestra isla.

Como bien destaca Yoani Sánchez en una nota publicada en 14ymedio, los resultados electorales también van contra la Plaza de la Revolución de La Habana. En los oscuros entresijos de ese poder que lleva más de cinco décadas sin convocar elecciones, se moldeó la figura de Hugo Chávez y se intentó hacer lo mismo con Nicolás Maduro. Pero les ha salido mal la jugada, porque se toparon con una población que ha reaccionado, una oposición que ha sabido unirse a pesar de las diferencias y una comunidad internacional que cerró filas en las críticas contra los métodos del PSUV.

El eje financiado desde Miraflores y simbolizado por la bravuconería política de Chávez y la mediocre prepotencia del actual presidente, empieza a desarmarse. Venezuela ya ve la salida y acarrea tras de sí a una isla que aún no se atreve a parar el golpe de un Gobierno abusador, cerrarle la puerta y dejarlo fuera del futuro nacional.”

Es cierto el comentario final de Yoani, pero precisamente por ello se acentúan más los diversos desarrollos y avances, sin duda alguna la mayoría todavía tímidos, pero esperanzadores. Como nos recuerda en un reportaje Héctor Palacios, el crecimiento del cuentapropismo ha alcanzado porcentajes inimaginables hace pocos años.

Acertadamente afirma Ariel Hidalgo, en una nota publicada en el Nuevo Herald, que los dos eventos anteriores son los más destacados del año: la reanudación de relaciones Cuba-EEUU y la victoria de las fuerzas de la Unidad democrática en Venezuela.

A lo anterior quisiéramos agregar el triunfo de Mauricio Macri en Argentina. Muchas dificultades por superar tiene su gobierno, pero el sólo hecho de la derrota de una de las fuerzas fundamentales de apoyo al llamado socialismo del siglo XXI, trae un viento fuerte y refrescante de alivio para todos los demócratas del continente.

El New York Times publicó un interesante reportaje titulado “The State of Cuba”, en el cual se menciona la situación actual de la isla en turismo, economía, crecimiento del sector privado, comercio con los Estados Unidos, asuntos raciales, libertades públicas, demografía y migración. Todo lo anterior muestra que, como decíamos al comienzo de esta nota, Change is fighting with tradition. The public’s desire for openness is being met with the government’s resistance to letting go. Alongside the upscale bars where young Cubans spend small fortunes on imported whiskey are homes that have not received a fresh coat of paint in 50 years. Contradiction is more than just a sign of a changing Cuba — it is a fundamental characteristic of it.”

Hemos publicado asimismo el análisis hecho por Elías Amor sobre el comportamiento de la economía cubana en el 2015. Con sencillez y claridad se demuestra que  «en presencia de una economía controlada centralmente por monopolios, la pretendida “garantía de los servicios sociales básicos (educación, salud) en niveles similares a los de los últimos años, la sostenibilidad de la generación eléctrica del país y la mejora de la eficiencia en el uso de los portadores energé­ticos”, alejan la agenda económica de las necesidades reales del sistema para conseguir su plena inserción en la economía global y normalización con el resto de países del mundo. Hay que arriesgar más. Sin duda estamos ante otro año perdido.» 

Es imposible dejar de mencionar la tragedia que están atravesando miles de cubanos en Centroamérica, con la única comprensión y auxilio de Costa Rica. Pedro Campos, en una nota de 14ymedio, destaca que estos hechos le dan una vez más relevancia “al tema de los derechos humanos en Cuba, especialmente los derechos civiles y políticos y de los derechos sociales y económicos de los cubanos.” (…) no es posible ocultar que detrás del éxodo cubano hay un problema de fondo en Cuba: la insatisfacción de cientos de miles de cubanos con la situación económica y política de su país, la cual se mantiene esencialmente invariable por decisión del Gobierno que lleva más de medio siglo en el poder, en nombre de un socialismo que nunca ha existido.

Destaca asimismo la conducta inmoral e irresponsable de gobiernos como el de la Nicaragua de Daniel Ortega, a quien el tema de la vida humana, de su valor intrínseco, le importa poco, siempre que pueda mantener el apoyo de sus correligionarios cubanos y venezolanos.

Por otra parte, no creemos que la Ley de Ajuste Cubano deba de terminar, sencillamente porque las causas por las que los cubanos deciden irse en el 2015 son, en buena medida, las mismas que en 1961, esto es, un sistema totalitario que no da oportunidades de desarrollo, que cierra las puertas a iniciativas ciudadanas que no estén dentro de la agenda del gobierno. Todos los cubanos que estamos en la Diáspora viviendo en EEUU es gracias a esta ley. Los cubanos que ahora piden el fin de la ley son pocos y en su gran mayoría han nacido en tierra norteamericana, y están -creen ellos- protegiendo el interés de los EEUU y no el de los cubanos que sin esperanzas toman la decisión de volver a empezar en «The land of The Free and The Home of The brave» (en la tierra de los hombres libres y el hogar de los valientes). 

El año 2016 se asoma, de esta manera, con muchas promesas pero también con muchos retos. Un hecho a resaltar finalmente: A fines de año se realizará la elección para determinar quién será el sucesor de Barack Obama como presidente de la nación norteamericana. Es obvio que esto tiene mucha relevancia para todos los cubanos así como para nuestra América.

 Feliz año nuevo, queridos lectores, con la esperanza que el 2016 nos traerá nuevos cambios y abundantes frutos de la siembra del 2015. 

Marcelino Miyares / América 2.1 / americanuestra.com

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