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Una bitácora cubana (LVI)

UNA BITACORA CUBANA (LVI)

  

Al igual que otros totalitarismos, la tiranía castrista ha usado la situación excepcional que han significado estos tiempos de pandemia para incrementar la represión, la persecución de toda disidencia, de toda crítica, de todo intento de llamar la atención sobre el mal estado de las instituciones sanitarias por parte de un régimen inhumano que, como señalara Marcos Villasmil en una nota reciente titulada “Turistas sí, niños no”, no usa la leche para el necesario consumo infantil, sino para la producción de quesos diversos destinados a los turistas.

 

1 – En tal tónica Katherine Mojena Hernández, en Cubanet, publicó una noticia que tuvo mucha repercusión: el pasado 30 de junio fue la jornada más represiva en Cuba en el primer semestre de 2020.Tras la convocatoria a participar en varias protestas pacíficas contra la violencia policial, unos 200 activistas, periodistas y opositores fueron arrestados o retenidos en sus hogares”. Y eso que anuncian –como en otros países, incluso los realmente democráticos, la llegada de una “nueva normalidad”, que me temo que en Cuba significa sencillamente la “vieja opresión”.

Algunos detalles de la nota:

 

Igual que en ocasiones anteriores, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) colaboró con el Departamento de la Seguridad del Estado para mantener incomunicados a periodistas y activistas que habían confirmado su asistencia a las protestas pacíficas o que eran potenciales participantes, según la Policía política cubana.

Debido a los actos represivos en su contra, opositores, artistas, periodistas y disidentes de diferentes grupos intentaron sumarse sin éxito. (…)

No obstante, la mayor carga represiva la recibieron aquellos cubanos que fueron sometidos a permanecer por horas bajo el sol, en calabozos, en las afueras de la ciudad o golpeados como José Daniel Ferrer Cantillo, de 17 años, quien denunció que al momento de la detención recibió varias lesiones, incluida una en un pie, donde le pasó por encima la llanta de un auto de la Policía.

Casi todos fueron liberados en el transcurso del día y algunos fueron llevados a las afueras de sus ciudades de residencia, donde los dejaron abandonados. (…)

Este llamado a protestar contra la violencia policial fue una de las acciones frontales pacíficas convocadas por la oposición interna, la cual fue sofocada por el régimen cubano.

Para Ferrer, que salió a la calle a pesar de estar cumpliendo una sanción de cuatro años y medio de prisión domiciliar, la jornada de este martes resultó una victoria.

Desde el exilio, el líder juvenil de la UNPACU, Carlos Amel Oliva, opinó: “Se volvió a demostrar que la sociedad civil cubana, la que existe ahora, la valiente, la que lleva en sí el decoro de un pueblo entero que calla porque la represión y el control son muy elevados, puede concertar estrategias y acciones, puede autoconvocarse para protestar por un tema puntual. Hoy fue por el asesinato de un joven negro a manos de la Policía, pero cuando la marcha de los girasoles en septiembre de 2019 fue contra la represión hacia la oposición y el pueblo”.

Para Oliva, quien protagonizó en Santiago de Cuba decenas de marchas pacíficas, este tipo de convocatorias tienen un alto costo para el régimen, puesto que son ejemplos de unidad de la sociedad civil cubana y un ejercicio válido que se debe ir repitiendo y perfeccionando.

“Creo que no puede ser objeto de críticas, sino que deben ser elogiadas. El hecho de que no se sumaran grandes masas de pueblo no es cuestión de cómo se hizo ni de quienes lo hicieron. Se trata de condiciones objetivas y subjetivas que aún escapan de la voluntad de los valientes que salieron a protestar este 30 de junio. Perseverar una y otra vez, como ellos lo hicieron hoy, es la única forma de alcanzar la victoria”, culminó”.

 

2Lo peor es que a la represión se une un progresivo agravamiento de la ya crónica escasez de alimentos, que está afectando la salud de los ciudadanos. Según nota de Cubanet, dos médicos fueron entrevistados por Radio Televisión Martí, destacando que luego del llamado Periodo Especial (“una época de hambrunas que dejaron en muchos ciudadanos huellas para toda la vida”, como recuerda uno de los médicos entrevistados), la actual falta de nutrientes necesarios para una buena alimentación supone un peligro en cuanto a enfermedades y trastornos hormonales y físicos”. Los médicos son directos:

 

“Para mantenernos saludables necesitamos consumir más de 40 nutrientes en la dieta, pero en este momento el cubano no cuenta con ese patrón, por eso no es exagerado afirmar que la población está desnutrida y su sistema inmunológico deprimido”. (…) 

“La falta de vitaminas y grasas en las dietas produce una incompatibilidad a la hora de absorber hierro y ácido fólico” dijo. “En Cuba no hay limón, no hay naranja, no hay mandarina, no hay aceites” y cuando el cuerpo no recibe esos nutrientes que favorecen la absorción, aparecen otros trastornos, explicó a Martí”. (…) 

Ahora, en medio de una nueva crisis de escasez y desabastecimiento, agravada con la pandemia de la COVID-19, acceder a productos alimenticios se ha vuelto una ardua tarea a lo largo y ancho de Cuba. “Es importante que los cubanos sepan que al régimen castrista no le interesa la salud del pueblo, y por tanto no se preocupa por brindarle una adecuada, sana y variada alimentación”.

 

3 – Y la dolarización ¿llegó para quedarse, y por cuánto tiempo?

Javier Prada, en Cubanet escribe sobre una de las noticias que más ha sido destacada por la prensa dentro y fuera de la Isla: desde el lunes 20 de julio la dictadura comunista abrió tiendas para vender en dólares los alimentos y productos de aseo que desde hace meses escasean en Cuba; ello ha generado, obviamente, indignación generalizada.

 

“La unificación monetaria continúa postergándose en la agenda de la nomenclatura; ahora todo lo que importa es atraer hacia las bóvedas la mayor cantidad posible de divisas. El barco se hunde, la situación social se agrava y los tanques pensantes quieren dar un golpe maestro a costa del generoso filón que los ha mantenido a flote durante los últimos 30 años: la emigración.

Ha llegado la hora de comprobar la eficacia de la industria que por décadas han desarrollado. Los cubanos rotos por la separación, nostálgicos del amor filial, sentimentales ante las penurias de mamá y abuelita tienen ahora la “oportunidad” de ayudar al mismo sistema que los obligó a buscar vida en otra parte, depositando dinero en tarjetas ancladas a los bancos cubanos para que sus bienamados compren lo que necesitan a precios “atractivos”.

A partir del lunes no pesará gravamen sobre el dólar. Así de justa es la dictadura con aquellos a quienes mucho ha robado, no solo a través del infame impuesto, sino al inflar hasta en un 200% el precio de los productos que se venden en las tiendas recaudadoras de divisas, controladas por los militares. De ello están enterados los emigrados, pero eligen cerrar los ojos porque es grande la necesidad de sus familiares en Cuba. (…)

El señorío del dólar abrirá brechas insalvables entre los cubanos, crecerán las desigualdades y nuevos patrones de especulación llegarán para quedarse. Pudiera ser el principio del fin que tanto se anuncia, pero de momento solo se anticipa un reordenamiento de la sociedad para distinguir entre quienes poseen cuentas salvadoras, los que manejan CUC suficientes para comprar moneda dura a sobreprecio en el mercado negro, y el batallón de Liborio que malvive con su salario en pesos cubanos”.

 

Como destaca Prada: Dentro de poco Gómez, Maceo, Céspedes y demás mártires de la Patria se batirán en vergonzosa retirada ante el avance de Jefferson, Grant y Franklin”.

Sobre este mismo tema, el Cuba Study Group publicó un documento muy interesante, que publicamos en América 2.1, y cuya lectura recomendamos. Destaquemos esta frase:

“We harbor concerns that these measures are being taken without a clear, corresponding acknowledgement that they are overdue and necessary for a well-functioning economy. The problem is not just the crisis, but an outdated economic system in need of fundamental market reforms.” 

Este es el enlace al documento:

https://americanuestra.com/cuba-study-group-statement-on-new-economic-strategy-announced-by-the-cuban-government/

  

4 – Las relaciones Cuba-EEUU: Yaxys Cires escribe una muy interesante nota sobre las relaciones Cuba-EEUU luego de cumplirse cinco años de su reanudación, de la cual inicialmente destacamos que, esencialmente, las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos son hoy casi nulas.

El desaire cubano a las importantes concesiones unilaterales del presidente Barak Obama, así como su incapacidad para reponerse del error de cálculo sobre los resultados de las elecciones estadounidenses  de 2016, forman parte de una cadena de fracasos y de pérdida de oportunidades para Cuba”.

Como siempre, el Gobierno cubano ha jugado a ganar tiempo y pagar el menor costo político posible, una estrategia que si bien funcionó en otros momentos, ahora se ve fuertemente castigada en un contexto internacional tan enrarecido.

Por su parte la aprobación de la nueva constitución en febrero de 2019 no tuvo el impacto nacional e internacional esperado por La Habana.  Su colaboración para poner punto final al conflicto entre la guerrilla terrorista de las FARC y el pueblo colombiano,  se llevó el aplauso de muchos, pero otros no olvidan su implicación en el origen del mismo. (…)

Posiblemente las malas  relaciones entre los dos gobiernos se recrudezcan en los próximos meses. La proximidad de las elecciones norteamericanas donde el voto cubanoamericano es importante para ganar en Florida y el previsible inmovilismo  cubano  a nivel interno acompañado de su apoyo a Nicolás Maduro, son cuestiones que se deben tener en cuenta”.

 

5 – La revista mexicana NEXOS publicó un excelente ensayo del exguerrillero salvadoreño, hoy consultor en temas de seguridad y resolución de conflictos, Joaquín Villalobos, titulado “CUBA: Final de la utopía”. Un completo análisis no solo de la tiranía cubana, sino de ese amasijo de veleidades ideológicas, traiciones éticas y fallas en su comprensión de la realidad humana individual y social que es el comunismo, y de su inevitable decadencia, convertida en, el caso de la Isla, en una gerontocracia –al parecer, Díaz-Canel será biológicamente más joven, pero políticamente es tan retardatario y atrasado como los creadores de esa monstruosidad llamada “revolución cubana”, que traicionó a todos, incluso a sí misma-. Un resumen:

  

Con la actual pandemia, sectores de la izquierda marxista pronostican el fin de la globalización y del capitalismo al que apodan neoliberalismo. En el mundo sólo quedan dos países con economías estatizadas de carácter marxista: Corea del Norte y Cuba. El capitalismo es ahora hegemónico bajo democracias liberales, en dictaduras comunistas, autocracias nacionalistas o dictadores bananeros. Corea del Norte es una monarquía comunista, no forma parte de la mitología revolucionaria universal. El régimen cubano es entonces el último referente moral, político e ideológico del modelo marxista, anticapitalista y antiimperialista. Luego de sesenta y un años de sobrevivir está en decadencia moral, material, intelectual y generacional. Pero la muerte de la utopía cubana no será sólo el final de un régimen, sino el derrumbe de una iglesia que dejaría en el desamparo espiritual a millones de creyentes de la religión política marxista en todo el mundo. De ese final y de lo que implica se trata este ensayo, que se publicará en dos entregas.

 

El enlace a la primera parte, publicada asimismo en América 2.1:

Villalobos – Cuba: final de la utopía

El capitalismo sufrirá reformas y sobrevivirá; lo que no sobrevivirá es la utopía estatista cubana y el desastre del socialismo del siglo XXI en Venezuela.
 

 

 

6 – “Toda explicación del castrismo comienza por su condición parasitaria. En lo económico, en lo ideológico.’ Así lo afirma con acierto Andrés Reynaldo en un artículo publicado en Diario de Cuba titulado “La revolución de los parásitos”.

“El castrismo ha sido parásito de Pekín, de Moscú, de Caracas, de Miami”, afirma el periodista. A continuación, extractos de la nota:

A imagen y semejanza de Fidel, el castrismo es, tanto en teoría como en praxis, una fórmula de parasitismo nacionalista. Martí creyó que Cuba estaba destinada a detener la expansión de EEUU sobre América Latina. La Cuba de Fidel ha cumplido el expansivo destino de parasitar lo mismo a latinoamericanos que a gringos, y de ahí al mundo”.

Mi generación ha visto los repetidos episodios de esta saga parasitaria. En la década de 1960, el castrismo chupó el discurso y el tesoro de los chinos. Para 1970, se incrustó en las entrañas de Moscú. A Europa Occidental, principalmente a España, le chupa hasta los clavos de los ataúdes. (…) Cuando Maduro se venga abajo, con la guevariana boinita de Chávez y la napoleónica espadita de Bolívar (tan complementarias, digo yo, como símbolos del absurdo continental), los venezolanos se quedarán con el anémico cuerpo de un país asfixiado en las miasmas del parasitismo del siglo XXI. (…)

A poquito estuvo el castrismo, así, por un pelín, de que Washington le cogiera la factura. Porque el sueño del parásito castrista es hospedarse, como dicta la naturaleza, en el más gordo y nutritivo organismo anfitrión del planeta”.

Para sacarnos el parásito del castrismo, para reponernos aunque sea a medias, sin volver a ser nunca lo que fuimos, ¿cuán radical se necesitará la cura?

 

7 – Al igual que en muchas otras latitudes –en Europa Occidental, especialmente en España, se debate mucho el asunto, al igual que en América Latina- es bueno preguntarse qué fue y qué ha sido esa ideología tóxica, que ha producido decenas de millones de muertos en todo el mundo, el comunismo. Al comienzo de este siglo XXI quisieron vendernos, en un eje La Habana – Caracas, pero con cómplices en muchos gobiernos latinoamericanos, el llamado “socialismo del siglo XXI”, un esperpento alimentado con petróleo venezolano que, al acabarse, todos sus beneficiarios económicos se hicieron los desmemoriados –desde Lula a Kirchner y su viuda, desde Ortega hasta Evo Morales, desde Correa hasta Rodríguez Zapatero-. El periodista Reinaldo Escobar publicó una nota en 14ymedio llamada “Los comunismos”, donde hace un viaje por la memoria histórica cubana, para hacernos recordar los distintos rostros de esta farsa trágica.

“La primera vez que busqué el significado de la palabra comunismo lo hice en un pequeño diccionario de bolsillo que tenía mi madre. Para mi sorpresa, detrás de los dos puntos había una sola palabra: hambre. Eso ocurrió a mediados de 1959, cuando todavía no circulaban en Cuba los manuales de marxismo-leninismo producidos en la Unión Soviética”. (…)

“En El capital Carlos Marx advertía que el comunismo sería «una forma superior de la sociedad cuyo principio fundamental es el desarrollo pleno y libre de todos los individuos», donde el trabajo se convertiría en la primera necesidad vital de los ciudadanos. Detrás de esa aseveración propagandística se supone que había una base científica respaldada por el descubrimiento de «la contradicción entre el carácter social de la producción y la propiedad privada sobre los medios de producción». (…)

En las décadas que este experimento social se ha llevado a cabo en diferentes países, se demostró que para imponer el sistema resulta imprescindible despojar a los ciudadanos de sus libertades, porque de nada sirve incautar propiedades si no se arranca de raíz el deseo de llegar a ser propietario en quienes nunca lo fueron, y para eso se tiene que suprimir el derecho a organizar otros partidos para que nunca lleguen al poder, o al Parlamento, los que pretendan restaurar el derecho a la propiedad.

Las deformidades más grotescas de este otro rostro del comunismo se muestran en los aparatos represivos, sin los cuales no es posible despojar libertades ni suprimir derechos.

La contradicción que no alcanzaron a ver ni Marx ni los marxistas es la que aparece entre la naturaleza humana tendiente a la individualización y la ficción de socializar la propiedad de los bienes de producción. La ineficiencia del sistema es, en consecuencia, el resultado de una secreta venganza personal del carácter individualista de los seres humanos. (…)

Entre los que mandan y los que simulan obedecer, se mueven los despiadados represores, los inescrupulosos inspectores que vampirizan a los emprendedores, los administradores que no se arriesgan a cargar con lo robado pero miran a otro lado a cambio de su tajada y una caterva de oportunistas en los «niveles intermedios», siempre listos a delatar y en cuanto le den un chance a escapar.

Si lo que ha venido ocurriendo en Cuba en las últimas seis décadas cabe en esta somera descripción del rostro feo del comunismo, entonces no es necesario aclarar que el país aún no ha alcanzado ese escalón superior de la sociedad que prometieron los demagogos y que añoraron los ilusos. Sí. Esto es el comunismo”.

 

Hambre. Represión. Falta de libertades. Culto a la personalidad. Se han dado en todos los países donde los comunistas, socialistas revolucionarios (del siglo que sean), o simples seguidores acríticos de la Biblia Marxista, han gobernado, con sus sacerdotes máximos Lenin, Stalin, Mao y Fidel.

Pero el mundo, con todos sus problemas y contradicciones, no es el mismo de medio siglo atrás. Ya la mentira comunista no es vendible como lo fue en el pasado. Y la lucha contra el Covid-19 ha mostrado una vez más que solo en sociedades libres, plurales y democráticas se combate con éxito esta pandemia.

Cuídense, y que Dios nos proteja a todos.

 

Marcelino Miyares, Miami, 23 de julio de 2020.

 

 

 

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