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Venezolanos lideran solicitudes de residencia en Chile durante 2017

El 16 de julio de este año los venezolanos residentes en Chile votaron para el plebiscito convocado por la sociedad civil venezolana. Foto: Luis Sevilla

En 2013, las solicitudes de residencia de venezolanos en Chile fueron 1.542. Para 2016, el número de extranjeros provenientes desde la República Bolivariana que eligió este país como destino temporal o definitivo aumentó casi en 20 veces (1.971%).

Según las cifras que el Departamento de Extranjería y Migración envió a la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados, los venezolanos se han consolidado en los últimos tres años como la cuarta comunidad extranjera que más crece en Chile, por sobre países limítrofes como Argentina u otros de explosivo aumento como Haití.

El registro podría este año tener el alza más abrupta, considerando que las cifras registradas al 30 de junio (32.089 solicitudes) ya superan a las totalizadas a lo largo de 2016: 31.949. Una tasa de crecimiento que este año, además, le arrebató el liderazgo que desde 2001 ha correspondido a los peruanos, salvo en 2013 y 2016 cuando fueron superados por bolivianos y haitianos (ver infografía).

Claudia Silva, jefa de Estudios de Extranjería, asevera que dada la cercanía, siempre ha existido migración entre ambos países; no obstante, “nunca estuvo Venezuela entre las primeras 10 nacionalidades”.

“Tiene que ver con la situación en el país de origen más que en las condiciones del destino. En Chile no ha cambiado nada ni se ha hecho algo en particular para atraerlos”, explicó.

En este sentido, las opiniones coinciden en asociar las razones de esta migración al escenario sociopolítico que se vive en el país llanero. La muerte del ex presidente Hugo Chávez, el 5 de marzo de 2013, es entendida como el punto de inflexión político para la nación caribeña. Los sucesos que han ocurrido a partir de allí, sumados a la sostenida caída en el precio del barril de petróleo y el incremento en la criminalidad, aparecen como la principal razón a la hora de entender la llegada de personas desde la nación liderada por el Presidente Nicolás Maduro.

“Aquí hay una combinación de procesos políticos y económicos que inclinan, en esta ocasión, a los venezolanos a salir de su país”, señaló Gilberto Aranda, académico de la Universidad de Chile.

Según el doctor en Estudios Latinoamericanos, se trata de un porcentaje de la población de profesionales, con pocos años de egresados, que buscan nuevos horizontes de acuerdo a sus expectativas.

“Quieren vivir con prosperidad económica y un clima de libertad política que no encuentran en Venezuela”, indicó Aranda.

Para el experto, la sociedad venezolana no es reconocida por su disposición espontánea a la migración, al ser un pueblo “bastante aferrado a su tierra”.

“Lo que viene ocurriendo hace años es una cuestión que históricamente es novedosa para Venezuela”, sostiene el académico, quien explica que ha sido Venezuela el país acostumbrado a recibir extranjeros que han abandonado sus países por razones económicas y políticas. Por ejemplo, la migración chilena en las décadas de los 70 y 80 privilegió a México y Venezuela, en América Latina.

“Si uno ve en el largo plazo, Venezuela y Chile tienen contactos muy antiguos. Son sociedades con lazos históricos, incluso desde la llegada a Chile de Andrés Bello. Cuando en alguna de las dos sociedades hay problemas, se mira a la otra como un posible lugar para asentarse”, indicó Aranda.

Un inmigrante distinto

“El inmigrante venezolano es distinto a otros latinoamericanos”, consideró Héctor Carvacho, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica.
De acuerdo con el experto, no se trata del “típico extranjero” que busca un país con mejores expectativas económicas.

“Es gente más calificada en términos educacionales y laborales. Su inclinación difiere un poco al resto”, considera Carvacho, para quien esto cambiaría la forma en que se integran, al ser personas que tienen “más capital social y cultural”, el cual, advierte, “ocupan para integrarse, al incorporarse en sectores de estatus medios altos, donde son mejor recibidos”.

Este perfil daría mayor incertidumbre a la permanencia de estas personas en Chile, algo que podrá distinguirse en un par de años más.

“No significa que se van a quedar. Las personas podrían elegir otro destino migratorio si Chile no cumple sus expectativas”.

Crecen solicitudes

Las cifras entregadas a la Cámara Baja no solo evidencian el creciente aumento de venezolanos en Chile. También demuestran la consolidación de Chile como destino.
De acuerdo con el documento, desde 2013 la llegada de foráneos ha aumentado en un 47%.

Mientras hace cinco años 133.097 personas solicitaban su residencia, en 2016 este número llegó a 195.839.

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