Viaje a las favelas de Río, un bastión del voto a Jair Bolsonaro
Clarín visitó el Complejo de la Maré. Como en otros sitios similares de la ciudad, el candidato ultraconservador obtiene amplios apoyos.
“El mito llegó y Brasil despertó. Hay esperanza de verdad”. Con esos versos cantados al ritmo de una música pegadiza y con la imagen de un gigante que nace del Pan de Azúcar, no hay como no sentirse atrapado por el video clip que simboliza la campaña de Jair Bolsonaro. En el Complejo de la Maré nadie tuvo contacto con él; pero en ese conjunto de favelas que se extiende en la zona norte de Río, el candidato de la extrema derecha se llevará los laureles el próximo 28 de octubre.
Gran parte de sus seguidores, en esa región pobre y violenta que alberga a 130.000 habitantes, creen que el diputado ultraconservador frenará la conflagración casi diaria que sufren los moradores. “El va a imponer castigos severos para delincuentes y va a terminar con las drogas”, dijo a esta corresponsal la joven Tais Ferreira, estudiante universitaria. “Brasil precisa alguien que tenga mano firme”, dice la madre Ana Luiza. Pero entre los vecinos hay quien ensaya un análisis. Antonio Parente, de profesión comerciante y con un negocio en el “centro comercial” de la Maré, afirma con total convicción: “Yo voto a Bolsonaro porque no quiero a los del petralhas (como el bolsonarismo llama a los partidarios del PT). Robaron mucho y tienen la culpa de todo lo mal que estamos ahora”. Apuesta que Bolsonaro es el verdadero cambio que traerá una suerte de “higienización” de Brasil. “¿Usted ya lo vio en persona? ¿Vino a visitarlos?”, pregunta esta corresponsal. “No. Pero no hace falta. Lo he visto en TV y lo he escuchado. El va a terminar con lo que está matando a nuestros chicos y jóvenes: la droga y el tráfico”.
Ni el candidato, ni sus hijos, se esmeran en hacer explícitas cuáles son sus propuestas para resolver los problemas que acucian al país: el empleo, la salud pública, la educación y la vivienda. Nadie imagina que vendrá de la mano de Paulo Guedes, el futuro ministro de Economía, un ajuste fiscal que irá a pesar en el bolsillo de los menos agraciados. Es que el discurso del postulante del Partido Social Liberal no es más que un conjunto de consignas basadas en la “defensa de los valores de la familia”; en la tolerancia cero con la delincuencia; el rechazo a la “inmoralidad” de la política y el repudio al PT.
La sofisticada estrategia que despliega la campaña del diputado de la ultraderecha junta el discurso de palabras duras con señales de aproximación a sus electores; desde luego son tan solo gestos ya que desde que lo hirieron en Juiz de Fora de un cuchillazo, el candidato no volvió a presentarse en público. Este martes recibió en su domicilio la visita de algunos intendentes de ciudades brasileñas. Ellos, que dijeron representar más 3.500 municipios, le presentaron un documento y le dijeron: “Estamos entrando en los momentos finales de estas jornadas y nuestro trabajo se va a intensificar: cuente con nosotros, capitán!”. Luego añadieron que estarán, este viernes en víspera del segundo turno, en vías de conseguir hasta 4000 adhesiones de alcaldes. A esto los bolsonaristas respondieron: “Nosotros queremos siempre conocer de cerca los problemas de los intendentes que conocen de muy cerca a la población”.
La comisión de alcaldes dijo que venía en nombre del Frente Nacional de Intendencias y de la Confederación Nacional de Municipios. Ambas entidades, sin embargo, desmintieron haber participado del encuentro. El Frente, que representa a cuatro centenas de ciudades dijo que no conocía ni el documento, ni siquiera que se iría a hacer ese encuentro. La Confederación tampoco sabía del apoyo que dos decenas de alcaldes le habían llevado a Bolsonaro. Esto no impidió que Onyx Lorenzoni, el futuro ministro jefe de gabinete (si es que el candidato gana en la segunda vuelta), dijera a la prensa luego de esa cita: “Nosotros vivimos en ciudades, no en estados provinciales ni en esa ficción llamada Brasilia. A lo largo de estos últimos 50 años todos los recursos se concentraron en el Distrito Federal que obligaba a los intendente a besar la mano presidencial. Ellos son el paragolpe de la sociedad”.
Cuando todavía faltan días para el balotaje, en las favelas se juega un partido especial. No todo el mundo irá detrás del capitán del Ejército, como podría suponerse por las encuestas. Silvia Sutar, coordinadora del Centro de Artes de la Maré, dijo a esta periodista que “una buena parte votará a Bolsonaro. Pero hay muchos que votarán a Fernando Haddad”. Para ella, el petista es la opción de quienes pretenden “defender todo lo que hemos conquistado estos años”.
Curiosamente, uno de los hombres que promovió en forma directa el impeachment contra la ex presidenta Dilma Rousseff, el jurista Miguel Reali Jr, ahora se convirtió en un crítico feroz del bolsonarismo. Del candidato dijo: “¿Cómo es posible que un hombre que se convirtió en un mito vaya a gobernar con eficacia? El tendrá que negociar con todas las fuerzas que están presentes en el Congreso. Pero hasta ahora nadie sabe cuáles son sus propuestas. Solo habla con los 140 caracteres del Twitter”.