Villasmil: Socialismo en gotas
En 1956 un joven estudiante polaco de filosofía, Leszek Kolakowski, escribió una nota -en tono muy humorista e irónico- titulada ¿Qué es el socialismo? para publicarse en una revista estudiantil; todo el artículo fue censurado por el régimen comunista. De hecho, como consecuencia, la revista fue sacada de circulación. Entonces algunos estudiantes colocaron el texto en la pizarra informativa de la Universidad de Varsovia, pero fue removido inmediatamente por las autoridades. Desde ese momento circuló de manera clandestina.
Nadie se imaginaba que el joven autor se convertiría en un gran especialista y conocedor crítico del comunismo; que luego de irse a Occidente fuera asimismo profesor en las universidades de Berkeley, Yale, Oxford y Chicago. Su obra en filosofía y ciencias sociales es considerada entre las más importantes del último medio siglo, mezcla de gran erudición, sencillez expositiva y extrema ironía.
Entre los mejores ensayos de Kolakowski sobre marxismo (además de su obra capital sobre el tema, «Main Currents of Marxism«, “Las principales corientes del marxismo”) están: «Las raíces marxistas del estalinismo», «El totalitarismo y la virtud de la mentira», «Genocidio e ideología», «La herencia de la izquierda», «El comunismo como fuerza cultural», etc.
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La realidad es que el filósofo, fallecido en 2009, seguramente se habría sentido profundamente impactado por el cambio que ha sufrido el socialismo en todas sus variantes, las ponzoñosas de por sí, y las que todavía son consideradas como socialistas democráticas.
Para Kolakowski, el socialismo posee -junto a algunas otras- estas características (tomadas del texto señalado al comienzo de esta nota):
-Es una sociedad en la cual algunos son infelices porque dicen lo que piensan y otros lo son porque no lo dicen;
-Un Estado donde uno puede ser condenado sin juicio;
-Una sociedad cuyos líderes se eligen a sí mismos;
-Un Estado que tiene más espías que enfermeras y más espacio en prisiones que en hospitales;
-Un Estado que obliga a la gente a mentir;
-Un Estado que obliga a la gente a robar;
-Un Estado cuyos vecinos maldicen la geografía;
-Una tiranía, una oligarquía, una burocracia;
-Una nación que es oprimida por otra nación;
-Un Estado cuyo gobierno determina los derechos de sus ciudadanos pero cuyos ciudadanos no determinan los derechos de su gobierno;
-Un Estado cuyo gobierno cree que nada importa más que su permanencia en el poder;
-Un Estado que hace pactos con criminales y adapta su opinión internacional a dichos pactos;
-Un Estado cuyo gobierno siempre conoce la voluntad de la gente incluso antes de preguntarles al respecto;
-Un Estado donde la gente puede ser humillada y maltratada con impunidad;
-Un Estado donde existe la esclavitud laboral;
-Un Estado que posee el monopolio de decirle a sus ciudadanos todo lo que necesitan saber sobre el mundo;
-Un Estado que piensa que la libertad consiste en obedecer al Estado;
-Un Estado que no establece diferencias entre lo que es verdad y lo que le interesa que la gente crea;
-Un Estado que cree que por sí solo puede salvar a la humanidad;
-Un Estado que piensa que siempre tiene la razón;
-Un Estado donde la historia está al servicio de la política;
-Un Estado que siempre está extremadamente satisfecho consigo mismo;
-Un Estado donde usted tiene que sufrir mucho antes de lograr que lo vea un doctor;
-Un Estado donde hay mendigos;
-Un Estado que cree que todos lo adoran, aunque lo opuesto sea la verdad;
-Un Estado que gobierna según el principio oderint dum metuant (¡Que me odien con tal de que me teman!);
-Un Estado que decide quién puede criticarlo, y de qué manera;
-Un Estado donde muchos ignorantes son considerados académicos;
-Un Estado cuyo gobierno quiere controlar todas las formas de organización social;
-Un Estado que no le gusta cuando su régimen es analizado por académicos, pero es feliz cuando lo hacen sicofantes y aduladores;
-Un Estado que siempre sabe mejor que sus ciudadanos dónde está la felicidad de cada quien.
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¿Verdad que todo cubano, venezolano o nicaragüense entiende bien, porque los vive, los horrores señalados?
Ahora bien, a estas “gotas totalitarias socialistas” debemos unir la conducta de algunos líderes actuales que se denominan socialdemócratas, o «socialistas democráticos», con acciones cada vez más preocupantes, por ejemplo:
-Participación, incluso fundacional, en el Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla, auténticos centros de planificación y apoyo a acciones de destrucción de las democracias liberales.
-Promoción de políticas de odio y de división ciudadana, con manipulación histórica incorporada, como es el caso de los gobiernos socialistas de Zapatero y Sánchez, en España, los Kirchner en Argentina, o López Obrador en México.
-Apoyo a la tiranía castrista, mediante la financiación, por ejemplo, de las misiones médicas cubanas, auténticos ejemplos de esclavitud contemporánea.
-Promoción entusiasta de las políticas identitarias, del llamado “feminismo de tercera ola”, y de los ataques a los valores de Occidente, en especial los religiosos y culturales.
-Impulso a todo tipo de acción desestabilizadora hacia gobiernos democráticos latinoamericanos, incluso con el uso de la violencia (llamándola “protesta social”).
-Decisión del viejo partido socialista francés (el de Francois Mitterrand) de ir en coalición, en las próximas elecciones legislativas del 12 de junio, con el ultra Jean-Luc Mélenchon, amigo y admirador incondicional del chavismo.
-Decisión de la presidenta chilena Michelle Bachelet de incorporar a su segundo gobierno (2014-2018) al Partido Comunista de su país (que todavía sigue apoyando a las tiranías de Cuba y Venezuela), hoy de nuevo ejerciendo alguna influencia en el gobierno Boric;
-Vulgar chantaje de López Obrador y del boliviano Arce, amenazando con no asistir a la Cumbre de las Américas, en Los Angeles, si no se invita también a las tiranías cubana, venezolana y nicaragüense.
Todo lo anterior constituye hoy un núcleo importante de las acciones del socialismo, sea revolucionario, o sea democrático. Y ya es hora de que las sociedades iberoamericanas abran sus ojos ante ello.
Con estas expresiones de socialismo, en estas tierras -y en algunas europeas- no hay democracia posible.