Villasmil: Un 4 de febrero distinto
El 4 de febrero de 2020 se esperaba la llegada a Venezuela de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo de la OEA, según informó el domingo 2 Humberto Prado, especialista en la materia y representante del presidente Juan Guaidó. Dicha visita “constituye para las víctimas la oportunidad de exponer directamente ante la delegación sus casos, informar cómo ocurrieron los hechos y el nivel de las investigaciones”.
Guaidó había ratificado el viernes 31 de enero la invitación a esta delegación de la CIDH para que pudiera “cumplir su agenda con las víctimas, organizaciones no gubernamentales y sociedad civil, y constatar la situación de derechos humanos”.
Nicolás Maduro no solo negó la visita de unos funcionarios que no pudieron abordar el avión que los llevaría a Caracas desde Panamá, en primer lugar porque la Venezuela de la tiranía, sus cada vez más escasos seguidores, amigos y aliados, no reconocen a la OEA y sus organismos, ya que esa Venezuela/protectorado cubano dejó de formar parte de una organización pluralista y democrática, abierta a la crítica y a las denuncias. La otra razón que aduce la tiranía es que en Venezuela no se violan los derechos humanos, no hay presos políticos, la gente está feliz y contenta con la revolución chavista.
Para el chavismo (uno de cuyos lemas podría ser “miento luego existo”), no existen las denuncias ni señalamientos al respecto; el Informe Bachelet, por ejemplo, es una sumatoria de inexactitudes. Obviamente ni se molestan en responder al más reciente señalamiento de la ONG Foro Penal, según el cual Venezuela es el país con mayor cantidad de presos políticos en todo el continente americano, triplicando por ejemplo la cifra del régimen de Cuba. En Venezuela existen 388 presos políticos. “Son 19 mujeres presas, 123 en total son militares. Hay cuatro indígenas pemones que se encuentran desaparecidos, se presumen que están en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), pero no se tiene información clara. Ha habido una persecución importante a los indígenas desde el 2019”, destaca Foro Penal.
Otro cuatro de febrero, en 1992, -por cierto, también día martes- muchos de los actores de la actual tiranía participaron en un fracasado golpe militar contra el Gobierno democrático.
Hace 28 años, Venezuela era una democracia ubicada de manera equidistante tanto de las dictaduras de derecha como de los movimientos subversivos de izquierda, y con un presidente electo por votación popular, Carlos Andrés Pérez, no un tirano impuesto por el castrismo.
Hace 28 años Venezuela era una república soberana, con problemas, pero con avances indiscutibles de todo tipo; este 4 de febrero de 2020 Venezuela es una colonia del castrismo, hecho ratificado por la desvergüenza de Maduro informando recientemente que el embajador de la satrapía castrista es prácticamente miembro del Consejo de Ministros, y que cada ministerio debe ofrecerle puertas abiertas.
Hace 28 años el ejército venezolano defendió con valentía y sin vacilación a la democracia y sus instituciones, derrotando a los golpistas. Hoy, Maduro insulta y degrada a nuestros militares, al reformar vía su ilegal Constituyente la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, incluyendo a su guardia pretoriana, las milicias, dentro del cuerpo, como un “componente especial”.
Hace 28 años, debido a la intentona fallida, hubo, según cifras oficiales, 32 fallecidos, pero otras cifras señalan entre 143 y 300 muertes y 95 heridos. Al día de hoy, ninguno de los golpistas, empezando por el fallecido Hugo Chávez, ha mostrado arrepentimiento por sus actos, ni pedido perdón por los muertos y heridos. Como no lo hacen por los millones de venezolanos que han tenido que emigrar luego de veinte años de chavo-castrismo, por los niños fallecidos por el abandono y destrucción del sistema de salud, por la pobreza extrema, por la economía derruida, por la institucionalización de la violencia como política oficial y como forma privilegiada de poder, por el odio y la división como ideas centrales de la ideología oficial.
Hace 28 años la inflación venezolana alcanzó un 35%; hoy tenemos años con inflación récord, así como los índices de corrupción ubican a la Venezuela chavista en los primeros lugares de esa vergonzosa estadística.
Hace 28 años Venezuela tenía la más duradera de sus constituciones, la de 1961. Hoy tenemos a una tiranía que tiene años burlándose de la Carta Magna que ella misma promoviera y aprobara en 1999.
El 4 de febrero de 1992 Venezuela era una sociedad plural, con medios de comunicación variados y diversos en sus enfoques y análisis; 28 años después la prensa escrita prácticamente ha desaparecido, los medios radiales y de Tv están o controlados por el régimen o cerrados. Las agresiones y actos de violencia contra los trabajadores de prensa se dan frecuentemente y no discriminan edad, sexo o incluso nacionalidad.
El 4 de febrero de 1992 el presidente Pérez regresaba del Foro Económico Mundial de Davos. Este 4 de febrero de 2020 la Venezuela democrática tiene a un presidente, Juan Guaidó, enfrentando al castro-chavismo y encabezando la lucha por la dignidad, y quien no solo acaba de presentarse en Davos, sino que culmina una gira sumamente exitosa, donde se ha reunido con representantes de algunas de las democracias más importantes del mundo, entrevistándose entre otros con Angela Merkel, Emmanuel Macron, Boris Johnson, Justin Trudeau e Iván Duque.
Este 4 de febrero de 2020 a Nicolás Maduro solo le dan la mano Daniel Ortega, Raúl Castro, Vladimir Putin, el turco Erdogan o el chino Xi Jinping. Una manifestación muy acabada de la autocracia mundial, todos compartiendo hábitos, ambiciones y miserias morales.
Para alegría de toda la Venezuela democrática, el 4 de febrero de 2020 el presidente Juan Guaidó fue recibido, saludado y ovacionado por el parlamento norteamericano, durante el discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Donald Trump.
Y si quedaba alguna duda -en especial para algunos opositores que al parecer lo son más de Guaidó que del propio chavismo- el presidente norteamericano recibió al día siguiente al venezolano en la Casa Blanca.
Co ello, Juan Guaidó completó una de las giras internacionales más exitosas e importantes de la historia política venezolana.
Este 4 de febrero de 2020 nadie duda que Chávez y sus mandarines más cercanos en estos 20 años son traidores a la patria. Pero no solo por sus hechos de Gobierno; ya lo eran desde aquel infausto 4 de febrero de 1992.