Yihadismo (terrorista) aquí…(en México)
Especialistas han advertido sobre posibles vínculos entre radicales islámicos y los cárteles del narcotráfico, como el de Sinaloa.
A la vista de los trágicos acontecimientos que, otra vez, ensangrentaron París y enlutaron a la comunidad internacional, nada parece más prudente que, sin incurrir en actitudes de pánico injustificado, asumir con seriedad el grave riesgo que para la seguridad de todos los países, de México en particular, constituye el activismo criminal del yihadismo —neologismo empleado para identificar al islamismo terrorista— representado por las hordas criminales del Estado Islámico o ISIS, por sus siglas en inglés.
No hacerlo constituiría una grave irresponsabilidad…
Ello, entre otras muchas consideraciones, concluye con atino un documentado informe que, signado por el exmandamás del PAN y actual diputado federal por el MC, Manuel Espino Barrientos, circula ahora entre agentes de seguridad e inteligencia del Estado, y de especialistas norteamericanos incluso que, tras no pocos lustros negando la posibilidad de que el terrorismo islamista opere en nuestro territorio, parecen dispuestos, ahora sí, a atender la alerta encendida por múltiples especialistas nacionales y extranjeros que, desde muy diversas perspectivas, han advertido sobre posibles vínculos entre el yihadismo y, por ejemplo, los cárteles del narcotráfico, el de Sinaloa en particular.
El informe, difundido en enero por la organización Friends of Israel Initiative bajo el título de Yihadismo, una amenaza mundial que puede estar operando en México, y que fue entregado por su autor, igual a Miguel Ángel Osorio Chong de Gobernación, en octubre, que a los secretarios de Defensa y Marina, general Salvador Cienfuegos y almirante Vidal Francisco Soberón, y a representantes de la DEA y el FBI, resume que “el terrorismo islámico sí es una amenaza presente en México, aunque en estado latente”.
Ello, basado en reportes como el ofrecido por el FBI, según el cual “el inmigrante Miguel A. Santana Vidriales comenzó a recibir entrenamiento aquí… antes de migrar en 2010 y ser detenido en Los Ángeles en 2015”, donde fue sentenciado al intentar unirse a Al-Qaeda o, por sólo citar otro caso, el informe del Instituto Británico de Defensa IHS Jane’s, difundido por el Daily Telegraph, en el que se afirma que cerca de la mitad de los yihadistas que combaten en Siria son extranjeros y que “México aparece en el lugar 19 de los países de donde provienen… (además de estimar) en alrededor de 150 los yihadistas de origen mexicano… de los que casi la mitad ha muerto”.
Ya en 2001, recuerda el informe, el entonces asesor de Seguridad Nacional, Adolfo Aguilar Zínser, advirtió que “grupos de terroristas islámicos y españoles están usando a México como refugio” y el entonces director del Cisen, Eduardo Medina Mora, aceptó en la ONU que la posibilidad de un ataque (terrorista) a EU usando México como base “no puede ser descartado”. Un año después, Felipe Urbiola del Instituto Nacional de Migración, reveló que “se detectó a personas ligadas con organizaciones terroristas, algunas con lazos con Hezbolá y (Osama) Bin Laden”.
A la vista entonces de lo anterior, y de las explícitas manifestaciones de que mexicanos pudieran combatir a terroristas de Medio Oriente, expresiones éstas que el yihadismo considera agraviantes, más la multiplicación de versiones según las cuales activistas islámicos mantienen, de años atrás, vínculos con el crimen organizado, obligan al Estado a ser cauto y asumir medidas urgentes para enfrentar riesgos…
ASTERISCOS
**Más de una ceja se levantó el jueves en Querétaro donde, en el histórico Teatro de la República, el expresidente Felipe Calderón compartió presidium con el cardenal Peter Turkson, prefecto de la Congregación Justicia y Paz vaticana, el exrector de la UNAM, Francisco Barnés, y el gobernador Francisco Domínguez, durante la presentación de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco, en evento organizado por el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc) y el Cisav.