Zelenski, a EE.UU.: «Cerrad los cielos. Ucrania sufre un 11-S todos los días desde hace tres semanas»
«Si eso es demasiado, Ucrania necesita aviones y sistemas de defensa aérea», ha subrayado, tras pedir más sanciones para Rusia
Volodimir Zelenski compareció este miércoles ante el Congreso de EE.UU. sin renunciar a la principal exigencia que mantiene desde hace semanas con la primera potencia mundial: que imponga una zona de exclusión aérea en Ucrania. Para ello, no le importó apelar a pasajes y personajes centrales en la historia de EE.UU., con la idea de transmitir a la opinión pública que lo que él quiere para su país es lo que cualquier estadounidense querría para el suyo propio.
Para retratar el horror de la invasión rusa de Ucrania, se acordó de Pearl Harbor -«cuando el cielo era negro por los aviones que os atacaban»- y del mayor atentado de la historia de EE.UU. «Acordaos del 11 de septiembre», dijo a los legisladores, que le habían recibido pocos minutos antes con una ovación en pie.
«Se atacó a gente inocente. Nadie lo esperaba, y no lo pudisteis parar. Los ucranianos sufren eso todos los días, cada noche, desde hace tres semanas».
«¿ Es pedir demasiado el cierre del cielo ucraniano para salvar vidas?», preguntó a los legisladores. «Si esto es pedir demasiado, ofrecemos una alternativa. Sabéis que tipo de sistema de defensa necesitamos, sabéis que el desempeño en el combate depende de la capacidad de utilizar aviación», dijo en referencia a otras dos exigencias que EE.UU. también ha rechazado, como el envío de cazas de combate -a lo que se ofreció Polonia- o la implantación de sistemas antiaéreos Patriot.
Zelenski también apeló a los legisladores estadounidenses con una referencia al ‘I have a dream’, el ‘Yo tengo un sueño’ de Martin Luther King. «Yo tengo una necesidad», cambió Zelenski. «Necesito cerrar nuestro cielo. Necesito vuestra determinación y vuestra ayuda», rogó.
El presidente ucraniano dijo que su país está muy agradecido por el apoyo en armas, en munición, en formación, en ayuda financiera y en sanciones a Rusia. «Pero en la hora más oscura para nuestro país, para toda Europa, os pido que hagáis más», dijo. Exigió más sanciones a Rusia, «hasta que pare su maquinaria militar». Pidió que afecten a toda la clase política rusa, a todos los miembros de la Duma, a todos los altos cargos que no corten lazos con los responsables de la invasión. Propuso que todas las empresas estadounidenses -muchas ya lo han hecho- salgan de Rusia, y que todos los puertos del país se cierren a los productor rusos, un paso mucho más agresivo que el veto a la importación de gas y petróleo que anunció el presidente Joe Biden la semana pasada.
Como en anteriores ocasiones, Zelenski defendió ante el poder legislativo de la primera potencia mundial que la agresión de Rusia no es solo contra Ucrania: « Es una ofensiva contra nuestros valores, contra nuestra libertad de vivir en libertad en nuestro país y de decidir nuestro futuro, contra nuestro deseo de felicidad, contra nuestro sueño nacional, el mismo sueño que tenéis vosotros los estadounidenses».
Dardo contra la ONU
El presidente ucraniano sugirió el establecimiento de un nuevo sistema internacional frente a situaciones como la que vive su país. « Las instituciones que deben protegernos contra la guerra no funcionan», dijo en un dardo evidente contra la ONU, donde Rusia, con su derecho a veto en el Consejo de Seguridad, ha paralizado cualquier condena o medida contra su invasión. «Necesitamos instituciones nuevas», y propuso la creación de ‘U24, Unidos por la Paz’, una organización «con fuerza y conciencia» para parar conflictos de manera inmediata, en 24 horas, y proporcionar asistencia humanitaria, sanciones y apoyo político y financiero.
Al final de su discurso, Zelenski proyectó un vídeo con los horrores de la guerra: niños atacados, mujeres embarazadas en camillas, edificios residenciales torpedeados con misiles, fosas comunes, mutilados, refugiados… ‘Cerrad los cielos por Ucrania’, era la leyenda que cerraba las imágenes.
Zelenski no se marchó sin una exigencia directa a Biden, al que también presionan legisladores tanto republicanos como demócratas para que autorice una implicación militar más directa en Ucrania.
«Eres el líder de una gran nación. Me gustaría que también fueras el líder del mundo. Es decir, que fueras el líder de la paz», exhortó el ucraniano a su homólogo, antes de que el Congreso de EE.UU. le despidiera con otra ovación en pie.
Biden tiene ya preparada su respuesta: el envío de otros 800 millones de dólares en ayuda militar, que anunciará hoy mismo, para reforzar la idea de su apoyo inequívoco a Zelenski y esquivar las exigencias que no quiere atender. Con este nuevo envío, EE.UU. ha autorizado en el último año 2.000 millones de dólares en armas y equipamiento militar a Ucrania.