Entre el régimen y la disidencia surge el nuevo periodismo cubano. Joven, digital e independiente.
En el proceso de cambio que vive Cuba, las palabras juegan un papel decisivo. Una generación de jóvenes periodistas (todos en torno a los 30 años) ha comenzado a poner voz a esta nueva realidad. Reniegan de los medios oficialistas, pero tampoco se sienten parte de la disidencia. Su única meta es hacer periodismo, sin apellidos, demostrar que Cuba no es una unidad sino un mosaico donde conviven más de once millones de opiniones.
La imparable aparición de nuevos medios digitales, muchos de ellos independientes del control estatal, comenzó con los primeros blogs en la isla, hacia 2008. Coincidiendo con la primera legislatura del presidente Barack Obama en Estados Unidos, Cuba se abrió a la propiedad privada y ése fue el germen de los empresarios interesados en la comunicación. En el artículoOpening for business,aparecido en The New Yorker el año pasado, el estadounidense Jon Lee Anderson cuenta el ejemplo de Hugo Cancio, cubano que vive en Miami y dirigeOnCuba Magaziney ART OnCuba, dos exitosas páginas de internet.
«La manera en que la gente joven se acerca al periodismo ha cambiado la situación política. Esto es una exageración, por supuesto, y una pretensión, pero a nivel de discurso, de debate, ciertas brechas parecen estarse abriendo», dice Carlos Manuel Álvarez, que escribe paraEl Estornudo, web fundada el pasado 14 de marzo con la idea de «demostrar que esta isla no es el periódicoGranma(órgano oficial del Partido Comunista), pero que tampoco lo esYoani Sánchez(una de las blogueras disidentes con más influencia internacional)», explica Abraham Jiménez Enoa, el director de la cabecera.