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FMI otorga 185.3 millones de dólares al régimen de Ortega

La mitad de los fondos debe utilizarse para salud y alimentación, ejecutados por agencias de la ONU, y sujetos a auditoría completa

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la entrega de 185.3 millones de dólares como “asistencia financiera de emergencia” al Gobierno de Daniel Ortega, lo que ayudará a equilibrar las cuentas del régimen, afectadas por la pandemia de covid-19. La mitad de los fondos deberán ser manejados por dos agencias del sistema de Naciones Unidas.

Esta es la primera vez que la Administración de Ortega recibe un apoyo de esa magnitud para enfrentar los gastos derivados de la pandemia. Mientras en abril su Gobierno solicitaba recursos a diversos organismos multilaterales —incluyendo 26.1 millones al Banco Mundial (BM) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)— los vecinos de la región contaban los préstamos por centenares de millones.

Las dos agencias son la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), “que ayudarán a la ejecución transparente de los gastos específicos”, dijo el Fondo en un comunicado hecho público la tarde de este viernes.

El detalle indica que “la Unops ayudará con la ejecución del gasto sanitario, mientras que el PMA pondrá en marcha un programa de apoyo agrícola de emergencia para garantizar un suministro adecuado de alimentos”. También se especifica que “todos los gastos relacionados con covid-19, estarán sujetos a una auditoría externa independiente en el plazo de un año”.

El Directorio del Fondo se convenció de aprobar esa suma de emergencia, argumentando que “las autoridades han tomado medidas importantes para mejorar la transparencia fiscal, especialmente lo relacionado con el gasto covid-19. El Ministerio de Hacienda ha comenzado a publicar en su sitio web los detalles de todos los gastos relacionados con covid-19, y de todos los contratos públicos”.

Mitsuhiro Furusawa, director gerente adjunto y presidente interino del FMI, aseguró que el Gobierno de Nicaragua se había comprometido a “realizar esfuerzos continuos para emprender reformas estructurales a mediano plazo, incluido el fortalecimiento de la gobernanza y la transparencia, y la lucha contra la corrupción”.

Multilaterales al rescate

Un economista que accedió a hablar con CONFIDENCIAL bajo la condición de mantenerse en el anonimato, dijo que antes que se aprobara el desembolso de estos recursos, la única posibilidad que tenía el Gobierno para poder cubrir los déficits masivos del INSS y otras entidades del sector público, era retirar fondos de sus depósitos en el Banco Central, “lo cual provocaría una muy fuerte caída en las reservas internacionales”.

“Con estos fondos, y los del BCIE, [aunque también prevé que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM) están dispuestos a hacer sus propios aportes] el Gobierno no solo podrá destinar recursos para la reconstrucción, sino para preservar las reservas internacionales, y sostener sus prioridades fundamentales, como es mantener la planilla salarial, sus gastos operativos priorizados y sus aparatos represivos”, detalló.

El lunes 16 de noviembre, el BCIE anunció la preparación del Programa Centroamericano de Reconstrucción Resiliente, con un monto disponible de 2500 millones de dólares, a disposición de los países que lo soliciten, por lo que una diligente gestión de recursos, podría encausar otros 300 a 400 millones de dólares a las arcas del régimen.

“El gasto de reconstrucción contribuirá a amortiguar la caída de la economía”, dijo el experto, citando como antecedente el modo en que los fondos de reconstrucción posterior al huracán Mitch produjeron un auge económico. “En este caso, por lo menos amortiguarán la caída económica”, sentenció.

En una entrada en su perfil de la red social LinkedIn, Manuel Coronel Jr., asesor del director ejecutivo del FMI, dijo que los recursos aprobados por esa entidad, junto con el apoyo de otras instituciones financieras internacionales, “ayudará a Nicaragua a cubrir la brecha de la balanza de pagos del país para 2020, minimizando el uso de las reservas internacionales del Banco Central”.

“El desembolso se centra en la respuesta sanitaria y económica a la covid-19, principalmente, en necesidades básicas, como la capacidad de los servicios de salud, la seguridad alimentaria y la asequibilidad del suministro de agua a sus ciudadanos”, añadió.

Casi USD1100 millones menos

Los pronósticos del Fondo muestran las maneras en que la pandemia extendió en el tiempo, la recesión en que cayó la economía nicaragüense, después que el Gobierno de Daniel Ortega ordenara reprimir a balazos a los ciudadanos que en 2018 exigieron el retorno al sendero de la democracia, justicia y libertad.

Los cálculos iniciales del FMI indicaban que el producto interno bruto nicaragüense decaería a razón de -1.2%. Cuando el mundo se sumió en el temor generado por la expansión del virus SARS-CoV-2, ese cálculo cayó hasta 5.5%, lo que expresa una variación de 4.3 puntos porcentuales.

Eso se explica, en parte, por la caída de 1078 millones de dólares, luego que disminuyeran cuatro fuentes de recursos externos: exportaciones, turismo, remesas, e inversión extranjera directa, por causa de la crisis sanitaria global, exacerbada en el caso nicaragüense, por la decisión del Gobierno de Daniel Ortega de no buscar una solución negociada al problema político que aqueja a la nación.

Las previsiones del Fondo señalan que el monto de las exportaciones esperadas para este año, se redujo en 325 millones de dólares (-9.2%), al pasar de los previstos 3531 millones, a una proyección actualizada de 3206 millones.

La covid-19 también encogió los ingresos por turismo, que estaban fijados en 393 millones de dólares, y se desplomaron en 212 millones, para quedar en 181 millones.

Las remesas también tendrían una baja sensible (-334 millones, o -19.9%), previendo que el total acumulado en el año será de 1344 millones, en vez de 1677 millones. Otras proyecciones sugieren que la variación en el monto de remesas será mucho menor.

Finalmente, la inversión extranjera directa ya no significará ingresos por 327 millones, como estaba previsto al comenzar el año, y quedarán en 119 millones. La diferencia de 207 millones representa una caída de 63.3% en el año.

Entre enero y octubre de 2020, las reservas internacionales netas ajustadas (RINA), se elevaron en 227.3 millones de dólares, al pasar de 1374.4 millones a 1601.7 millones.

 

 

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