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Nueva Constitución: Como nunca en su historia ha tenido Chile

 

El año político en Chile se viene intenso y determinante para más y mejor democracia. Basta con mirar el calendario 2021 para ver la impresionante sucesión de decisiones a las que se convoca a la ciudadanía. Es que no es para menos, ya que tendremos elecciones de constituyentes, de alcaldes, concejales, gobernadores regionales, de parlamentarios y presidenciales, sin contar con las eventuales primarias y segundas vueltas.

Una de las elecciones que concita mayor fervor político es la elección de los constituyentes, quienes redactarán la nueva Constitución que regirá el destino de más de 19 millones de chilenos y chilenas. En los mencionados comicios, Chile elegirá, entre 3.500 candidatos, a los 155 ciudadanos responsables de redactar la carta magna. De los aspirantes, poco más de dos mil son independientes, es decir, no forman parte de ningún partido tradicional, y el 50% serán mujeres, ya que es paritaria. Esta convención contará con paridad de género -algo inédito en el mundo- y representación indígena.

Sus 155 integrantes, una vez elegidos, tendrán nueve meses para presentar un nuevo texto constitucional, pudiendo ser ampliado por tres meses más, en una sola oportunidad. De esta manera, a mediados del año 2022, Chile tendrá un nuevo plebiscito donde podrá expresar si aprueba o rechaza la nueva Constitución. Los integrantes del organismo se elegirán a través de un sistema proporcional de listas similar al que debutó en la última elección parlamentaria y, de acuerdo al tamaño del distrito, se elegirán entre 3 a 8 representantes.

Este proceso constituyente surgió del referéndum del 25 de octubre de 2020, que más del 78 % de los votos de chilenos y chilenas decidieron abrir la vía para reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y rechazada por sus ciudadanos por promover la privatización de los servicios básicos como son la educación, la salud y el agua, por nombrar algunos.

Un total de 14 millones 900 mil 89 personas podrán ser parte de la elección del próximo 11 de abril, también los chilenos y chilenas tendrán la oportunidad de elegir  a 345 alcaldes, 2.252 concejales y 16 gobernadores regionales. En la elección municipal se elegirán autoridades para las 345 comunas en un escenario completamente nuevo, ya que por primera vez debuta la ley que limita la reelección, y que provocó que figuras políticas emblemáticas y tradicionales -con más de tres periodos- no puedan repostular al cargo.

Por primera vez la ciudadanía elegirá a las máximas autoridades regionales, los actuales Intendentes, que ahora son denominadas gobernadores; resultarán electos quienes obtengan al menos el 40% de los votos. En caso de que ningún candidato logre esta cifra, se realizará una segunda vuelta entre las dos primeras mayorías.

Pero como todo en la vida, todo tiene su trampa, y en estas elecciones hay que tener claro que, a pesar de los candidatos independientes, que van por fuera de los partidos, el sistema electoral plurinominal proporcional que se usará para la elección de constituyentes, favorece al pacto que concentre más votación en cada uno de los 28 distritos. Es decir, este sistema ha favorecido siempre al bloque de derecha en Chile, porque son capaces de ir unidos y de agrupar la votación, y no se dispersan como lo hacen otras fuerzas, que van en dos listas o más.

Por esta razón, o por este sistema proporcional, es que la ciudadanía pedía a gritos unidad, unidad y más unidad, porque era necesario ir en una sola lista, o un solo pacto, o tener la lista más grande en cada territorio, así sería la más votada en cada distrito y le hacia el peso a la derecha, pero nada de eso se logró en las negociaciones. Y eso que es cosa de matemáticas, por eso muchos hablan de egoísmo y de cálculos mezquinos a la hora de negociar.

Y sin duda, es cosa de matemáticas, si hacemos el ejercicio, de los 155 constituyentes menos 17 de los pueblos originarios, es decir 138, el pacto de derecha denominado Chile Vamos entraría con 42 electos, teniendo su mínimo de rendimiento electoral, ya que actualmente tiene 68 parlamentarios con el mismo sistema electoral. Si la derecha logra concentrar los votos frente a las cinco listas de la oposición que son las que van a lo largo y ancho de Chile, podría tener más de 60 constituyentes, y con esa cifra, el sueño de los 2/3 se esfuma, y la derecha tendría el control de la nueva redacción de la Constitución.

Si seguimos con las matemáticas, los independientes, que muchos han participado en partidos políticos, hacen un llamado a votarlos, pero hay más de 70 listas que compiten fuera de los pactos políticos, muchas de ellas son regionales o distritales, nacionales son 5 o 6 no más, entonces se hace imposible estimar o realizar un cálculo matemático o una simulación con el sistema proporcional.

Según un estudio de TúInfluyes.com el 44% dice que votará por listas independientes para la Convención Constitucional que por militantes de partidos políticos. Pero acá se presenta el problema, y entran en juego varias variables como el conocimiento de los candidatos, el poco tiempo para realizar campaña, la estrategia comunicacional, si es que son capaces de llegar a los medios tradicionales, es aquí que el conocimiento, es decir, si un candidato es conocido o no, juega un rol determinante el nivel de conocimiento por parte de la ciudadanía a la hora de votar.

El próximo 11 de abril, domingo en la noche, tendremos electos a 17 representantes de los pueblos originarios, hecho tan justo e inédito como la anhelada paridad de género, más un número importante, eso queremos todos, de independientes. Esperemos que sea un mix de diversas personas; hombres y mujeres; rica en historias; fructífera en ideas y con un mar de sueños que den a luz una nueva Constitución que nos represente a todos y todas, como nunca en su historia ha tenido Chile.

 

 

 

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