Cayetana Álvarez de Toledo : la elección en Madrid “es un mensaje de optimismo para muchos chilenos; se puede derrotar al populismo”
Isabel Díaz Ayuso fue reelecta como presidenta de la Comunidad de Madrid. La representante del Partido Popular, respaldada por Pablo Casado, arrasó con los comicios autonómicos de este 4 de mayo, con lo que el PP se consolidó en el parlamento regional, al obtener más escaños (65) que toda la izquierda junta (58).
La figura de Díaz Ayuso era desconocida hace dos años cuando Casado, presidente del PP, le encomendó la misión de ser la representante del partido. En entrevista con El Líbero, la legisladora por Barcelona en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, explica las consecuencias políticas tras la victoria en Madrid.
Cuando iban alrededor del 50% de los votos escrutados, Álvarez de Toledo resumió en una palabra lo que para ella representa este triunfo. “Libertad”, escribió en Twitter, un mensaje que ya alcanza más de 25.700 “me gusta” y más de 4.000 reposteos.
“Con mucho esfuerzo se consiguió armar una mayoría. En estos dos años se ha revelado como una gran líder política”, describe la parlamentaria a Díaz Ayuso, y abrevia en tres los elementos que le permitieron no solo imponerse sino que arrasar. Elementos como “defender su modelo de libertad y un modelo basado en la apertura, frente al modelo que imponía la izquierda; dar la batalla cultural en base a ideas y reagrupar a todo el espacio racional a través de la iniciativa, el coraje, la valentía, la naturalidad de decir la verdad a la gente”.
De esta elección Álvarez de Toledo subraya que se pueden sacar “lecciones”, no solo en España, sino también en Chile, en particular sobre el populismo y sobre la influencia de figuras como Pablo Iglesias, de Podemos, quien con la derrota sufrida por su partido anunció su retiro de la política.
“Es responsabilidad de los chilenos que quede eclipsada” la figura de Pablo Iglesias, apuntó. Además se refirió a la influencia que tiene el podemita en organizaciones políticas de la izquierda chilena, bien sea en personajes como el precandidato presidencial Gabriel Boric, o en algunos de los partidos que componen el Frente Amplio. “Lo que me siento obligada a hacer es lanzar un mensaje de optimismo para muchos chilenos y decirles que se puede derrotar al populismo; se tiene que derrotar el populismo y hay una manera de derrotarlo”.
Y agrega: “El populismo y personas como Iglesias, todo estos Frentes Amplios (en alusión a la coalición chilena) son la ruptura, son el rencor y son la irracionalidad, eso no tiene que tener cabida en política y hay que derrotarlos democráticamente con las urnas y a través una gran movilización. La manera de conseguir esa gran movilización es a través de las ideas, las convicciones y del coraje. No hay que tener ningún miedo, no hay que sentirse moralmente perturbados o inhibidos por la fuerza que tiene el populismo para hacernos más o menos culpables y responsables”.
Para conseguir vencer el populismo, continúa, “hay que plantarle cara con toda fortaleza y toda determinación, cuando eso sucede pasa lo que pasó anoche (el martes) que este hombre sale de la política, es decir, es una lección importantísima para los chilenos, para tantos, para los venezolanos, para los bolivianos, argentinos, tantos otros países que tienen fenómenos muy parecidos. Es una derrota espectacular, aleccionadora, pedagógica y tiene que ser útil para todos nosotros”.
Lo que me siento obligada a hacer es lanzar un mensaje de optimismo para muchos chilenos y decirles que se puede derrotar al populismo”.
No obstante, respecto a la salida de Iglesias del Gobierno español, el cual había dejado precisamente para competir contra Díaz Ayuso, la diputada advierte que esto “no quiere significar que este personaje no vaya a seguir intentando destruir el orden democrático español y, no solo español, sino que del otro lado del Atlántico colaborando con personajes que se dedican a la disolución de los regímenes democráticos”.
Plantea que Iglesias de igual forma, va a utilizar otros medios para intentar “aglutinar ese eje de reaccionarios de todos los países, para intentar socavar los sistemas políticos democráticos desde dentro, pero el hecho de que ya no esté dentro de las instituciones, que ya sea claramente un político fracasado, es un hito muy importante que limpia, oxigena la política española, y hace que España hoy sea un poco mejor de lo que era ayer”.
De vuelta a las lecciones que deja la victoria de Díaz Ayuso, Álvarez de Toledo enfatiza en que “hay que plantar batalla a las ideas de la izquierda”, pero que no se puede contraponer a la gestión, como si fueran dos cosas diferentes, ya que, según propone, “la buena gestión son buenas ideas encarnadas”.
No significa que este personaje (Pablo Iglesias) no vaya a seguir intentando destruir el orden democrático español y, no solo español, sino que del otro lado del Atlántico colaborando con personajes que se dedican a la disolución de los regímenes democráticos”.
Por ejemplo, recuerda que al momento de gestionar la emergencia causada por el Covid-19, Días Ayuso manifestó que es absurda la contraposición de salud y economía. “Ese equilibrio razonable que ella encontró entre una defensa activa y con mucha energía y visión previa de cómo poder gestionar la propia crisis pandémica, con la visión política de que tiene que haber apertura y libertad, porque la libertad es lo que le permite a una sociedad funcionar, han abierto un campo enorme de actuación y de movilización social y mucha gente de distintas procedencias sociales, gente de distinta biografía política, ha encontrado en ella un referente por esas ideas”.
El inicio del fin de Sánchez
Con la amplia victoria del Partido Popular, ya resuena el inicio del fin del ciclo de Pedro Sánchez en el poder y un debilitamiento de su proyecto político. Sin embargo, Cayetana Álvarez sostiene que es más bien un objetivo, que una realidad. “Eso hay que conseguirlo, es un objetivo que todas las personas que queremos una España fuerte, comprometida con su orden constitucional, democrática, económicamente solvente, tenemos que trabajar a través de las lecciones extraídas en estas elecciones”, describe.
Eso sí, la posibilidad de un cambio de ciclo existe, ya que la victoria y la figura de Díaz Ayuso ofrece otra alternativa, una oportunidad que no existía, “teníamos un momento de gran desistimiento y de casi resignación dentro de la centro derecha, de adaptación y sumisión del paisaje tal cual es, asumir que ‘esto es lo que hay y vamos a intentar cambiar más o menos poquito dentro de lo que hay’”.
Sin embargo, con un cambio en la estrategia “plantando cara a una alternativa nítida a lo que había, a lo que la hegemonía dominante de la izquierda imponía en Madrid. Esa alternativa nítida ha funcionado y por eso digo que este cambio de ciclo ya está garantizado. Puede ser el principio de un cambio de ciclo; y el final, no solamente del Partido Socialista (PSOE) en el Gobierno, sino también de una manera de hacer política en España”.
Es por eso que la parlamentaria opina que Pedro Sánchez hoy debería estar “meditando gravemente en su despacho en La Moncloa” sobre las lecciones de la noche electoral porque, señala, existe una decadencia del Partido Socialista.
El populismo y personas como Iglesias, todo estos Frentes Amplios (en alusión a la coalición chilena) son la ruptura, son el rencor y son la irracionalidad, eso no tiene que tener cabida en política y hay que derrotarlos democráticamente con las urnas”.
“Cuando la socialdemocracia se convierte en un cascarón vacío solo queda el envoltorio, pero las ideas dentro son las ideas radicales, de índole comunista o del mundo de la nueva izquierda postmoderna disolvente, pues al final llega un momento en el que el propio cascarón llega a caerse y se va dividiendo la socialdemocracia en pequeños grupúsculos, algunos partidos nacionalistas, otros chavistoides, unas versiones más vegetarianas de Podemos. La propia socialdemocracia empieza a implosionar en pequeños grupitos”, argumenta.
“Si el señor Sánchez fuera un estadista y un hombre de partido estaría empezando un radical viraje de su política hacia la centralidad de la que se apartó en un momento dado”.
Álvarez de Toledo advierte que ahora la “socialdemocracia se ha ido radicalizando y uniendo a grupos completamente anti sistema y a grupos destructivos del orden constitucional”. Para la diputada, de Sánchez no realizar este cambio, y si no quiere acabar destruido, también “tiene que volver a la centralidad y al reformismo“.