España queda fuera de la coalición de EE.UU. para condenar la represión en Cuba
Biden ha trabajado con socios como Colombia, Brasil, Israel, Austria y Polonia en un comunicado con sonadas ausencias europeas
España ha quedado fuera de una iniciativa liderada por Estados Unidos para condenar los abusos de la dictadura cubana durante las protestas a favor de la democracia, y a la que se han sumado 20 aliados de Washington. Esta veintena de naciones ha elaborado un comunicado conjunto publicado este lunes en el que apoya a los manifestantes y advierte al castrismo de que tomará medidas si mantiene la represión. Fuentes diplomáticas españolas dicen a ABC que España no participa de esa iniciativa porque está negociando otra declaración en el seno de la Unión Europea.
Los firmantes son los cancilleres de Austria, Brasil, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Ecuador, Estonia, Guatemala, Grecia, Honduras, Israel, Letonia, Lituania, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte, Polonia, República de Corea, Ucrania y EE.UU. El comunicado llega además justo cuando el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha acabado una gira por EE.UU., en la que no ha estado en Washington ni ha asido recibido en la Casa Blanca.
Las naciones antes mencionadas condenan «los arrestos y detenciones masivas de manifestantes en Cuba» y piden al gobierno cubano «que respete los derechos y libertades universales del pueblo cubano, incluido el libre fluir de información a todos los cubanos».
Dice la carta: «Hacemos un llamamiento al gobierno cubano para que respete los derechos y libertades legalmente garantizados del pueblo cubano sin temor a ser arrestados y detenidos. Instamos al gobierno cubano a que libere a los detenidos por ejercer su derecho a protestar pacíficamente. Hacemos un llamamiento por la libertad de prensa y por la restauración total del acceso a internet, lo que permite que las economías y las sociedades prosperen. Instamos al gobierno cubano a que escuche las voces y demandas del pueblo cubano».
«La comunidad internacional no vacilará en su apoyo al pueblo cubano y a todos aquellos que defienden las libertades básicas que todas las personas merecen», añade. Sin embargo, fuera de esa iniciativa de la comunidad internacional hacia Cuba queda España, como ha quedado en recientes iniciativas para solventar la crisis venezolana.
Según fuentes diplomáticas españolas, «España ha decidido no participar del comunicado conjunto publicado por EE.UU. y otros países puesto que en el ámbito de la Unión Europea se discute en la actualidad una declaración al respecto» y «está participando de forma activa y constructiva en el seno de la UE en esta declaración sobre la situación en Cuba, que esperamos sea aprobada próximamente».
Hay otras sonadas ausencias de naciones que sí han negociado con Washington sobre otras crisis en Iberoamérica: Alemania, Chile, Italia, Japón y Países Bajos. No hay una razón oficial para ello.
Según ha dicho el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, ante las protestas, «el gobierno cubano ha respondido no reconociendo las voces de su propio pueblo, sino sofocando aún más esas voces a través de detenciones arbitrarias y juicios sumarios secretos que carecen de las garantías del debido proceso. EE.UU. continuará apoyando el deseo de libertad del pueblo cubano y de determinar su propio futuro. Esta declaración conjunta demuestra que el pueblo cubano no está solo en sus aspiraciones».
Un grupo de miles de exiliados cubanos lleva mas de una semana protestando ante la Casa Blanca, clamando por una intervención urgente de Biden en la crisis. Ayer rodeaban la residencia del presidente con el lema que han hecho suyo: «Patria y vida».
Un manifestante, Nacho Rocha, de 61 años, ondeaba una bandera española. Nacido en Cádiz, de familia cubana, Rocha lleva seis años en EE.UU. Había venido a la capital desde Sarasota, en Florida, unos 1.500 kilómetros al sur. «En España la sociedad se ha dado cuenta de que en Cuba hay una dictadura», dice, «aunque el Gobierno español no vaya a hacer nada porque es un gobierno socialcomunista».
Rocha, como muchos de sus compañeros de protesta, pide a Biden que haga más. «No pedimos ayuda, ni comidas, ni internet, lo que pedimos es democracia y libertad, solo eso», añadió. De momento, aparte de las sanciones dictadas la semana pasada, la Administración Biden ha dicho que estudia varios planes para facilitar el envío de remesas a la isla y para impedirle al régimen que corte el acceso a internet en la isla.
Sanciones contra el régimen
El jueves, la Casa Blanca sancionó al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, Álvaro López Miera, y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, los llamados Boinas Negras, a los que considera directamente implicados en la represión y las violaciones de los derechos humanos durante la respuesta del castrismo a las recientes protestas a favor de la democracia. Estas sanciones se aplican dentro del marco de la llamada Ley Magnitsky, aprobada por el Capitolio en 2012 en respuesta a la represión en Rusia y que permite a EE.UU. sancionar a extranjeros que sean sospechosos de violar los derechos humanos.
La semana pasada, Pedro Sánchez rehusó ofrecer mediación a la Casa Blanca con respecto a la crisis cubana, a pesar de que su visita a EE.UU. coincidió con la ola represora.
En una conversación con periodistas en la oficina económica y comercial de España en Nueva York, mantenida la tarde del miércoles, Sánchez dijo que este viaje no estuvo pensado para tratar asuntos políticos o diplomáticos, sino comerciales y de inversión, y aclaró que no pidió verse con Biden en Washington en este viaje.
Justo el lunes pasado, la Casa Blanca había dicho que busca la cooperación de sus socios en Cuba, y se resiste a cualquier acción unilateral. Según dijo un alto funcionario estadounidense a ABC, EE.UU. estaba en contacto con sus aliados en las organizaciones internacionales para aumentar los flujos de asistencia humanitaria a Cuba y pretende «intensificar el compromiso diplomático con socios regionales e internacionales para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano».
Sánchez no se ha dado, de momento, por aludido. ABC preguntó a la Casa Blanca de nuevo el viernes, pero esta respondió que se centra en avanzar con socios en el marco de Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos.
Sí dijo Sánchez en Nueva York que cree que su relación con el presidente estadounidense es normal, porque de todo sus socios europeos, Biden solo ha recibido en su residencia a Angela Merkel, la canciller alemana, con quien estuvo la semana pasada. Aun así, Biden ha hablado por teléfono con abundantes jefes de estado y de gobierno de Europa y otros puntos del mundo, pero no con Sánchez. Al último al que Biden recibió en el Despacho Oval fue al Rey de Jordania, Abdalá II.