José Raúl Capablanca: El Mozart del Ajedrez
Patino, Manny-Freelance NYDN. Cortesía de Miguel A. Sánchez, Autor del libro José Raúl Capablanca A Chess Biography.
José Raúl Capablanca Graupera nació el 19 de noviembre de 1888 en el Castillo del Príncipe, instalación militar de La Habana colonial. Su padre fue José María Capablanca Fernández y su madre María Graupera.
Capablanca fue, junto a Ramón Fonst en esgrima, Kid Chocolate en boxeo y Adolfo Luque en béisbol, embajador del deporte cubano en las tres primeras décadas del pasado siglo.
EL NIÑO PRODIGIO
Aprendió a mover las piezas mirando jugar a su padre, a quien derrotó en 1892 antes de aprender a leer cuando sólo tenía 4 años de edad. Por su hazaña se le catalogó como niño prodigio, aunque en realidad fue el segundo, ya que el primero había sido el estadounidense Paul Charles Morphy (1837-1884).
Su padre comenzó a llevarlo al Club de Ajedrez de La Habana donde enfrentó y venció a jugadores adultos, entre ellos figuras reconocidas como Ramón Iglesias y el francés Jean Taubenhaus.
“Su padre provenía de una familia militar española; fue relocalizado por el ejército en Matanzas y enviado a Santa Clara”, dijo Miguel A. Sánchez, periodista, historiador y autor del libro José Raúl Capablanca: A Chess Biography. (McFarland & Company, Inc. y Amazon, 2015). “El 31 de diciembre de 1898 las tropas mambisas entraron a la ciudad, en la que fueron recibidos con aplausos en la Plaza Central, y tanto el niño José Raúl como una de sus hermanas, Alicia, se montaron en caballos de los rebeldes durante la celebración’’.
En 1901, a los 13 años, Capablanca derrotó al titular del Club de Ajedrez de La Habana, el Maestro Juan Corzo. En 1902 se celebró el primer Campeonato Nacional Cubano, y José Raúl terminó en cuarta posición.
ESTUDIOS Y ASCENSO
Con la ayuda económica del señor Ramón San Pelayo fue enviado a Nueva York para estudiar inglés en la Woodcliff School de Nueva Jersey y luego cursar estudios de Ingeniería Quimica en la Universidad de Columbia. Pero su pasión por el juego-ciencia lo llevó a terminar sólo dos años de la carrera.
Comenzó a visitar el Manhattan Chess Club y en 1905 se enfrentó por primera vez al entonces campeón mundial, el alemán Emanuel Lasker, al cual derrotó. Su vida en Estados Unidos transcurre jugando ajedrez.
En 1909, con sólo 21 años, vence al Gran Maestro norteamericano Frank J. Marshall. En 1911 participa en el Torneo de Nueva York y alcanza el segundo lugar. Este mismo año, con la ayuda económica del político e intelectual Manuel Márquez Sterling y con el apoyo del propio Marshall lo hace en San Sebastián donde termina en el primer puesto frente a varias figuras mundiales.
A partir de 1912 comienza una intensa y exitosa actividad internacional que incluye ciudades como Buenos Aires, Montevideo, San Petersburgo y Nueva York. Conquista en 1919 el torneo de Hastings, acumulando 10 victorias, sin reveses y una tabla.
CORONA MUNDIAL
Se celebró en La Habana en 1921. El rival de Capablanca fue Emanuel Lasker, que arribó a la capital cubana el 7 de marzo junto a su esposa Marta, siendo alojados en el Hotel Trotcha ubicado en la Avenida Calzada en el Vedado.
El torneo dio inicio el 15 de marzo en el Salón de la Unión Club de La Habana, situado en Virtudes y Zulueta. Según cuenta la historia, como padrinos actuaron Rafael de Pozos y Manuel Márquez Sterling, como juez, Alberto Ponce, y el reloj fue facilitado por el doctor José A. Gelaber.
La victoria del cubano fue aplastante: conquistó cuatro triunfos, logró 10 tablas y no sufrió derrotas. Lasker se rindió ante “El Mozart del Ajedrez’’ cuando aún restaban 10 juegos para terminar el torneo pactado a 24 partidas.
Capablanca fue el tercer campeón mundial de la historia. El primero fue Wilhelm Steinitz y el segundo Lasker. Tanto Capablanca como Steinitz y Lasker tuvieron algo en común: los tres murieron en la ciudad de Nueva York.
“Todos los parientes de Capablanca se sienten orgullosos de su ilustre carrera como ajedrecista’’, señaló Fernando Capablanca, sobrino de José Raúl que reside en Miami. “Él puso en alto el nombre de Cuba en el mundo’’.
En 1921 Capablanca contrae matrimonio en La Habana con Gloria Simoni Betancourt, con quien tiene una hija, Gloria de Los Ángeles Capablanca, y un hijo, José Raúl Capablanca Simoni. Años después se divorcia para casarse con una princesa rusa, Olga Eugenyevna Chubarova.
“Capablanca fue un jugador casi perfecto’’, indicó el cubano Blas Lugo, Maestro Internacional con una Norma de Gran Maestro. “A mi juicio, ha sido uno de los tres mejores ajedrecistas de la historia junto con el soviético Garry Kasparov y el norteamericano Bobby Fischer’’.
Entre 1918 y 1927, Capablanca ganó casi todas sus partidas participando en los torneos de Londres 1922, Nueva York 1924, Lake Hopatcong 1926 y Nueva York 1927, cuando derrota a Alexander Alekhine antes del campeonato mundial.
“Aunque perdió con otro grande como Alekhine, Capablanca fue el mejor jugador de su época. Lo ubicaría entre los cinco mejores de todos los tiempos”, aseguró Sánchez.
DERROTA EN 1927
Ocurrió en el mes de septiembre y el torneo duró tres meses. La sede fue Buenos Aires, Argentina.
Alekhine y Capablanca tenían personalidades diferentes. El cubano poseía un talento natural único. Elegante y fino. Considerado casi invencible y seguro de sí mismo. Era el dueño de la fama, la gloria y también de las mujeres.
El retador ruso era un genio con voluntad, estudiaba el juego. Capablanca era un genio mayor, pero con menos esfuerzo. Ambos protagonizaron una de las grandes rivalidades en la historia del ajedrez.
Todos los expertos indicaron a Capablanca como favorito para ganar, incluso antes de este desafío nunca había perdido en sus 12 partidas previas con Alekhine con un balance de cinco victorias a su favor y siete empates.
CAPABLANCA ABRIÓ LOS HORIZONTES DEL AJEDREZ CONTEMPORÁNEO. FUE UN GENIO QUE DEMOSTRÓ LA IMPORTANCIA DEL SENTIDO DE LA POSICIÓN
Miguel A. Sánchez, autor de José Raúl Capablanca: A Chess Biography
El ganador sería el primero en sumar seis victorias. Alekhine ganó la primera partida, la tres y la siete. El cubano se llevó la 11 y la 12. Luego de sucesivas tablas el ruso acabó venciendo +6-3 =25. Jugaron 34 partidas, con seis triunfos para Alekhine, tres para Capablanca y 25 tablas.
Alekhine no aceptó jugar la revancha con Capablanca. Durante su reinado, buscó no presentarse en los mismos torneos que asistía el cubano. Se asegura que la relación entre ambos era de profundo desagrado. En la primera partida ante Alekhine desde el Mundial de 1927, el genio cubano vengó su derrota.
Entre 1927 y 1936, Capablanca siguió ganando torneos. En la Olimpíada de Ajedrez de 1939, en Buenos Aires, en el tablero de Cuba integrado también por Francisco Planas, Rafael Blanco, Alberto López, Miguel Alemán y María Teresa Mora (más tarde la primera maestra internacional cubana), obtuvo la medalla de oro individual al mejor primer tablero, por delante de Alekhine y Paul Keres.
“A mi juicio, Capablanca abrió los horizontes del ajedrez contemporáneo. Fue un genio que demostró la importancia del sentido de la posición’’, indicó Sánchez.
A lo largo de su carrera en torneos oficiales, el antillano conocido también como “La Máquina Invencible” y “El Rey de Reyes’’, acumuló 294 victorias con 249 tablas y 34 derrotas. Estuvo invicto por más de ocho años, desde el 10 de febrero de 1916 hasta el 21 de marzo de 1924.
EL JUEGO DE CAPABLANCA SIGUE VIGENTE. EN EL ESTILO DEL ACTUAL CAMPEÓN MUNDIAL, EL NORUEGO MAGNUS CARLSEN, SE OBSERVA QUE HA ESTUDIADO LA TÉCNICA DEL CUBANO
Jesús Suárez, árbitro internacional y cuatro veces finalista del Campeonato Nacional de Cuba
“El juego de Capablanca sigue vigente. En el estilo del actual campeón mundial, el noruego Magnus Carlsen, se observa que ha estudiado la técnica del cubano”, declaró Jesús Suárez, árbitro internacional y cuatro veces finalista del Campeonato Nacional de Cuba. “Los propios campeones Bobby Fischer, Anatoly Karpov y Vasily Smyslov basaron su juego en el estudio de Capablanca’’.
Otra prueba palpable de su grandeza se encuentra en las opiniones de los mejores monarcas mundiales:
Bobby Fischer: “En mi lista de los grandes jugadores de todos los tiempos ubico a Capablanca en el segundo puesto. Fue un genio que trabajaba en el ajedrez, pero no excesivamente’’.
Alexander Alekhine: “No entiendo cómo superé a Capablanca en 1927. Creo que en la apreciación de sus fuerzas subestimó mi juego y yo me preparé en gran forma. Ha muerto el más grande ajedrecista de todos los tiempos’’.
Anatoly Karpov: “El ideal en ajedrez sólo puede ser una imagen colectiva, pero Capablanca fue quien se acercó más a ella. Sus ideas me influyeron’’.
Emanuel Lasker: “He conocido a muchos jugadores, pero entre ellos sólo un genio, ¡Capablanca! Su ideal era ganar mediante maniobras. Su genialidad se revela en su capacidad de poner a prueba los puntos débiles del oponente. La menor debilidad no puede escapar a su certera mirada’’.
Garry Kasparov: “Capablanca estudiaba menos que otros jugadores, pero ganó los torneos más importantes, manteniéndose invicto durante años y siendo entre todos los campeones el que menos partidas perdió. Esto es una indicación de talento ilimitado y genio ajedrecístico’’.
Mijaíl Botvínnik: “Aprendí mucho de Capablanca, fue brillante en su juego posicional’’.
CAPABLANCA IN MEMORIAM
A partir de 1962 se desarrolla en Cuba, en honor de Capablanca, el Torneo Internacional Capablanca in Memoriam, uno de los encuentros ajedrecísticos más importantes de América Latina.
José Raúl Capablanca murió a los 53 años, el 8 de marzo de 1942, en Nueva York, a consecuencia de una hemorragia cerebral. Recibió sepultura con grandes honores en el Cementerio de Colón, en La Habana.
GRANDES MAESTROS CUBANOS:
JOSÉ RAÚL CAPABLANCA. C.M.
LÁZARO BRUZÓN
LEINIER DOMÍNGUEZ
GUILLERMO GARCÍA GONZÁLEZ
SILVINO GARCÍA MARTÍNEZ
JESÚS NOGUEIRAS
OMAR ALMEIDA QUINTANA
WALTER ARENCIBIA
JUAN BORGES MATEOS
FRANK DE LA PAZ
NEURIS DELGADO RAMÍREZ
HOLDEN HERNÁNDEZ CARMENATE
ROMÁN HERNÁNDEZ ONNA
YUNIESKY QUEZADA PÉREZ
REYNALDO VERA