El FMI calcula una inflación del 2.200% para 2017 en Venezuela
La economía venezolana ha entrado en una espiral inflacionista que ya no parece tener techo. Las previsiones del Fondo.
La economía venezolana ha entrado en una espiral inflacionista que ya no parece tener techo. Las previsiones del Fondo Monetario Internacional apuntaron en enero que este 2016 se batiría un récord al llegar el 720%, es decir, que los precios se multiplicarían por ocho, pero el informe presentado este martes en Washington va más allá y eleva la tasa hasta el 2.200% en 2017. Para los años siguientes la situación se agudiza hasta llegar a 4.600% de inflación en las proyecciones de 2021.
Esta situación hiperinflacionista se da en un contexto de hundimiento de la moneda, el bolívar venezolano, que ha perdido prácticamente todo su valor desde la llegada al poder de Nicolás Maduro, en 2013 el tipo de cambio oficial se sitúa en los 6,3 bolívares por cada dólar, en el mercado negro el billete verde se intercambia por cerca de 800 bolívares (unos 70 euros). Eso significa que la divisa vale en realidad un 1% de lo que dice el cambio oficial. Y los sueldos no han subido así.
Venezuela, productora de crudo, es uno de los países damnificados además por la caída del precio del petróleo. Su producto interior bruto se evapora: tras un declive del 4% en 2014 y del 5,7% en 2015, la economía caerá un 8% este año y 4,5% el próximo, según el informe de previsiones del FMI.
«La incertidumbre política y el renovado declive en el precio del petróleo han agravado los desequilibrios macroeconómicos y las presiones», destaca el FMI en su informe. Así, el mercado de trabajo también sufrirá un desplome y la tasa de paro se disparará este año en 10 puntos porcentuales, del 7% al 17%. En 2017 llegará al 20%.
Monetario Internacional apuntaron en enero que este 2016 se batiría un récord al llegar el 720%, es decir, que los precios se multiplicarían por ocho, pero el informe presentado este martes en Washington va más allá y eleva la tasa hasta el 2.200% en 2017. Para los años siguientes la situación se agudiza hasta llegar a 4.600% de inflación en las proyecciones de 2021.
Esta situación hiperinflacionista se da en un contexto de hundimiento de la moneda, el bolívar venezolano, que ha perdido prácticamente todo su valor desde la llegada al poder de Nicolás Maduro, en 2013 el tipo de cambio oficial se sitúa en los 6,3 bolívares por cada dólar, en el mercado negro el billete verde se intercambia por cerca de 800 bolívares (unos 70 euros). Eso significa que la divisa vale en realidad un 1% de lo que dice el cambio oficial. Y los sueldos no han subido así.
Venezuela, productora de crudo, es uno de los países damnificados además por la caída del precio del petróleo. Su producto interior bruto se evapora: tras un declive del 4% en 2014 y del 5,7% en 2015, la economía caerá un 8% este año y 4,5% el próximo, según el informe de previsiones del FMI.
«La incertidumbre política y el renovado declive en el precio del petróleo han agravado los desequilibrios macroeconómicos y las presiones», destaca el FMI en su informe. Así, el mercado de trabajo también sufrirá un desplome y la tasa de paro se disparará este año en 10 puntos porcentuales, del 7% al 17%. En 2017 llegará al 20%.