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EEUU denuncia deterioro de derechos humanos en Cuba y Venezuela

OBAMA CUBA (1)Una mujer es arrestada el 20 de marzo del 2016 en La Habana, horas antes de la llegada del presidente Barack ObamaEliana Aponte – Bloomberg

Reporte sobre derechos humanos del Departamento de Estado pinta un panorama sombrío en ambos países

Pese al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y haber recibido al presidente Barack Obama, Cuba continúa siendo un país con un gobierno autoritario, que arresta y acosa a activistas y opositores, censura la prensa, vigila la internet y prohíbe la libre asociación, según concluye el Departamento de Estado de Estados Unidos en su informe anual sobre derechos humanos publicado el miércoles.

Respecto a Venezuela, el informe concluyó que el sistema político del país es democrático sólo en nombre porque “por más de una década el poder político ha sido concentrado en un solo partido con un poder ejecutivo que se muestra cada vez más autoritario”.

El informe del 2015 analiza en detalle el sistema cubano y destaca como principales violaciones de los derechos humanos la imposibilidad de elegir a los gobernantes en elecciones libres, el uso del asalto y la intimidación por parte del gobierno en contra de opositores y disidentes, la organización de actos de repudio y los arrestos para impedir reuniones pacíficas o manifestaciones de libre expresión.
El reporte recoge ejemplos de agresiones físicas a miembros de las Damas de Blanco, la Unión Patriótica de Cuba, el activista Antonio Rodiles y miembros de la sociedad civil independiente que asistió a un foro durante la Cumbre de las Américas en Panamá, así como de las más de 8000 detenciones arbitrarias cometidas ese año. Los casos de los arrestos a los artistas Tania Bruguera y Danilo Maldonado (El Sexto) también aparecen en el documento. El reporte concluye que la mayor parte de las violaciones descritas son cometidas por agentes del gobierno cubano y quedan impunes.
El gobierno estadounidense denunció, además, el principio de “peligrosidad” que se aplica en Cuba para arrestar a personas por su “potencial” delictivo así como las “violaciones rutinarias” de procedimientos por parte de la policía. Describe, además, las deficientes condiciones en las prisiones, en las que la atención médica “es insuficiente” y las celdas carecen de “agua, sanidad, espacio, luz, ventilación y temperatura adecuadas”.

Ningún relator especial de Naciones Unidas visitó las prisiones cubanas en el 2015 pese a promesas del gobierno cubano al respecto. Tampoco lo hizo el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja que visitó La Habana en noviembre del año pasado.

El informe también señala que el gobierno de Raúl Castro continúa sin reconocer la existencia de prisioneros políticos y que persisten la discriminación hacia la población afrocubana así como las restricciones de movimiento dentro del país y para salir al exterior, para sectores específicos dentro de la población.

Con el inicio del llamado “deshielo”, los viajes de estadounidenses a la isla han aumentado pero el Departamento de Estado alerta que agentes de la Seguridad del Estado cubano “someten a periodistas extranjeros, funcionarios y diplomáticos extranjeros de visita, académicos y hombres de negocios a una vigilancia frecuente, incluida la vigilancia electrónica”.

EMPEORA SITUACIÓN EN VENEZUELA

El informe esgrimió palabras muy severas para describir el deterioro de los derechos humanos en Venezuela, resaltando sin embargo el control sobre el poder legislativo que llegó a su fin en las elecciones de diciembre del 2015, luego de que la oposición ganara dos tercios de los escaños.

No obstante, el gobierno siguió haciendo uso de su inmenso poder, y en especial su control sobre el poder judicial, para reprimir a sus opositores.

“Los principales abusos reportados durante el año incluyeron el uso del poder judicial para intimidar y enjuiciar selectivamente a críticos del gobierno, el uso indiscriminado de la acciones policiales contra civiles, lo que ha conducido a detenciones arbitrarias y privaciones ilegales de vida, y acciones gubernamentales para obstaculizar la libertad de expresión y para restringir la libertad de prensa”, declaró.

“El gobierno arrestó y encarceló a figuras de la oposición y no respetó la independencia judicial, ni permitió que jueces actuaran de acuerdo con lo establecido en la ley sin temor a represalias. El gobierno obstaculizó a los medios de comunicación, hostigó e intimidó a las estaciones de televisión privadas, otros medios y a periodistas a lo largo del año, haciendo uso de amenazas, multas, confiscaciones de propiedad, arrestos, investigaciones criminales y enjuiciamientos”, añadió.

El informe también denunció la violencia relacionada con el uso, por parte del chavismo, de grupos paramilitares para perseguir a los opositores.

El 2014 registró 1,018 denuncias de presuntos asesinatos extrajudiciales perpetrados por soldados, policías e integrantes de las organizaciones paramilitares, dijo el informe citando números de la ONG Comité de Familia de Víctimas (COFAVIC).

Muchos de esos casos quedaron registrados oficialmente como “resistencia a la autoridad”.

Adicionalmente, el Departamento de Estado recordó las dudas que persisten sobre la legitimidad de la presidencia de Nicolás Maduro, señalando que el gobernante ganó las elecciones por un margen muy estrecho, de 1.5 por ciento, y en medio de acusaciones de fraude que nunca esclareció.

PREOCUPACIÓN POR ATAQUES A LA SOCIEDAD CIVIL

El secretario de Estado, John Kerry, y Tom Malinowsky, subsecretario para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, presentaron el reporte ante la prensa.

En el caso de Cuba, Kerry comentó que durante su visita a la isla acompañando al presidente Obama había urgido a las autoridades cubanas a facilitar una mayor “apertura política” e incrementar el acceso a la internet. “Los cubanos están más interesados en conectarse a la economía global que en reciclar argumentos del pasado. La cuestión es cuánto les tomará a los funcionarios en La Habana ponerse en sintonía con su pueblo”, dijo.

Por su parte Malinowsky añadió que en cuanto a Venezuela, su gobierno trabajaría junto a otros “poderes regionales” para que el gobierno de Maduro “respete la voluntad del parlamento y libere a los presos políticos”.

En general, el gobierno estadounidense manifestó su preocupación por lo que considera una crisis de gobernabilidad a nivel mundial ilustrada por una “tendencia acelerada” entre actores gubernamentales y no gubernamentales a “cerrar el espacio para la sociedad civil, reprimir medios de comunicación y la libertad en internet, marginar las voces de la oposición, y en los casos más extremos, matar a personas o expulsarlos de sus hogares. Algunos ven estos eventos y temen que la democracia esté en retirada”, escribió Kerry en el prefacio del reporte.

En particular, Malinowsky se refirió a Rusia y China como países en los que los gobiernos han desatado “ataques feroces” contra la libertad de expresión y de la prensa, y que por su influencia, podrían ser imitados por otros países.

El secretario de Estado aseguró que el respeto a los derechos humanos no solo era un solo un “deber moral” sino que aseguraba la construcción de una sociedad “próspera y cohesionada. Respetar los derechos humanos no amenaza la estabilidad, la fortalece”.

Kerry destacó que el reporte sigue un “modelo de investigación cuidadosa y amplia” basado en “normas universales, no son estándares que Estados Unidos pretende arbitrariamente imponer a las personas, son estándares internacionales”, reiteró.

El diplomático dijo que todos los gobiernos del mundo tienen la posibilidad de mejorar en este tema, incluido el de EEUU y afirmó que su gobierno “se opone al uso de la tortura en cualquier forma”.

Nora Gámez Torres: @ngameztorres

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