Lo que hay detrás de los ejercicios militares Independencia 2016
El número de personas involucradas en esta actividad es dos veces la tropa utilizada para el desembarco en Normandía, que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial. Algo difícil de creer, según el general de división retirado Gonzalo García. La improvisada práctica costará aproximadamente 20,6 millones de dólares.
El ejercicio militar conocido como Independencia II 2016 comenzó en todo el país con la ejecución de “jornadas de distribución de alimentos casa a casa”.
Esta tarea no competería exclusivamente a funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana sino a una mezcla de éstos con civiles (algunos de ellos pertenecientes a colectivos armados) en torno a los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
La actividad que comenzó este viernes y que deberá finalizar el domingo dista mucho de parecerse a los ejercicios militares que tradicionalmente se ejecutaban en el país, con el propósito fundamental de mantener el “apresto operacional” de la FANB, es decir, su capacidad de reaccionar en forma adecuada y eficaz ante un escenario de conflicto, que generalmente involucra a un factor externo. En aquellos privaba la utilización conjunta de los sistemas de armas. En éstos, la posibilidad de una reacción militar combinada con sectores civiles ante una posible situación de ingobernabilidad interna.
El cronograma de actividades concretas de Independencia II 2016 comenzó a ser distribuido entre las unidades de la FANB a principios de esta semana, apenas tres días después de la emisión por parte del presidente Nicolás Maduro del decreto de Estado de Excepción y de Emergencia Económica. Según el general de división retirado Gonzalo García Ordóñez, la movilización militar que comenzó este viernes es una consecuencia directa de la suspensión de garantías.
El oficial ex jefe del Comando Unificado de la FANB (actual Ceofanb) cuestiona la vigencia del referido decreto. No obstante, cree que los militares tuvieron que elaborar sobre la marcha ejercicios con estas características, pues no figuraban en la planificación anual del Ministerio de la Defensa.
De hecho, las coordinaciones con las instancias de gobierno civil que participarían en el ejercicio comenzaron a hacerse el miércoles 18, según órdenes impartidas en zonas de defensa integral en el centro del país. El propio encargado del “comando y control” de los Clap, el ex diputado Freddy Bernal, apenas fue nombrado por el Primer Mandatario una semana antes de la movilización militar.
Conflicto interno
Las hipótesis de conflicto para las fuerzas militares venezolanas han sido tradicionalmente tres. Se identifican con colores: azul, verde y negra. En cada una las “fuerzas hostiles” o enemigas correspondían a otros países. Pero a partir de la revuelta popular conocida como el Caracazo (27 y 28 de febrero de 1989) cobró fuerza la noción de conflicto interno. Esto tuvo un efecto inmediato en el engrosamiento presupuestario de la Guardia Nacional, en desmedro de las asignaciones a las otras fuerzas.
El ejercicio Independencia II 2016, que moviliza a toda la FAN, plantea desde su inicio un escenario de enfrentamiento entre venezolanos. Luego de la segunda actividad pautada, que es el reparto de alimentos, está previsto que los militares y sus apoyos civiles hagan una demostración de “apoyo de seguridad” a los distribuidores de estos productos. Posteriormente, se hará una “operación de neutralización y captura de elementos infiltrados de fuerzas especiales incursoras, que financian y dirigen” a grupos de delincuencia organizada “en apoyo y coordinación con la contrarrevolución”.
Como última actividad de esta primera jornada los militares ensayarán el restablecimiento al orden público ante una supuesta “alteración inducida”, es decir, un escenario de protesta violenta que según el particular análisis de la FANB no sea generada de forma espontánea.
Las acciones correspondientes a estos ejercicios son conducidas desde las regiones de defensa integral, en su mayoría en poder de oficiales del Ejército. De hecho, según la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Bolivariana vigente desde noviembre de 2014 las tareas de restablecimiento y vigilancia del orden interno ya no competen exclusivamente a la Guardia Nacional sino a todos los componentes, incluida la Milicia Bolivariana.
Una consecuencia inmediata de la modificación de esa ley fue la Resolución 8610 del Ministerio de la Defensa, que abre la posibilidad de utilizar armas de fuego para el control de manifestaciones, algo prohibido expresamente en la Constitución.
Este escenario también será ensayado durante las dos primeras jornadas del ejercicio. En la segunda, además, se harán demostraciones sobre formas de acción ante emboscadas, “con francotirador en el área de resistencia”.
En la tercera jornada, que corresponde al próximo domingo, se hará una movilización a propósito de una catástrofe natural. En Mérida, por ejemplo, harán ensayos de reacción tras un hipotético deslave o desbordamiento de río.
Un costoso mensaje
Según el general García Ordóñez, la realización de estos ejercicios en el actual contexto tiene más un propósito de “guerra psicológica” que el logro de una coordinación cívico-militar.
“El mensaje de los militares es que si la oposición se despliega en marchas por todo el país ellos serían capaces de reprimirlos en los 24 estados”, resumió.
Según el titular de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, en estos ejercicios participan 517.000 personas. Eso es 230% más que el total de tropas (sin contar los marines) que participó en el desembarco en las playas de Normandía, la operación que alteró el curso de la Segunda Guerra Mundial el 6 de junio de 1944.
El ex jefe del Cufan sostuvo que la cifra aportada por Padrino es producto de “algún desorden”. Dijo que en operaciones como esta se debe calcular como cifra conservadora un gasto de 40 dólares diarios por participante. Esto implicaría una erogación total de 20,6 millones de dólares para la actividad del fin de semana.
Policías “amigas” acuarteladas
Durante el desarrollo del ejercicio militar algunos cuerpos policiales que figuran en el listado de “fuerzas amigas” fueron acuartelados.
Primero en la lista estaba la Policía Nacional Bolivariana. El lunes, el secretario general de ese cuerpo, mayor (GN) César Marcano, participó a las dependencias internas que “todo el pie de fuerza” tendrá que estar disponible para participar en la actividad, así como todos los cuerpos policiales de la jurisdicción.
No obstante, una revisión aleatoria indica que para este viernes solo habían informado esta orden en algunos cuerpos de seguridad. En Portuguesa, por ejemplo, las coordinaciones con la Secretaría de Seguridad regional comenzaron el miércoles, mientras que en Miranda esto no se hizo. Como es obvio, el gobernador Henrique Capriles no figura entre las “fuerzas amigas”.